Los alumnos de Artes Escénicas acudieron el viernes 27 de febrero a un coloquio con el actor y presentador Carlos Sobera. La cita se produjo en el Teatro Cofidis de Madrid, espacio donde se representa su actual obra de teatro: El ministro. La actividad estuvo organizada por el profesor Antonio Sierra.
Fueron los propios alumnos de grado quienes iniciaron la conversación preguntándole acerca de los pasos que debían seguir tras concluir sus estudios en la Universidad Nebrija. Sobera, seguro de sí mismo en todo momento, destacó la importancia del talento propio, la creencia en las posibilidades de uno mismo y la capacidad de ser persistente y constante en lo que realmente uno ama. Dio una serie de recomendaciones a los alumnos como aprender idiomas, conseguir contactos a través de castings, presentarse en las productoras y en los departamentos artísticos de las cadenas de televisión y conseguir las direcciones de los directores artísticos que, hoy en día, se están constituyendo como “los dioses de la profesión”.
En su caso, una vez que terminó sus estudios en Derecho, comenzó a buscarse la vida como docente, lo cual le armó de valor para crear un aula de teatro que, más tarde, le ayudaría a lograr su sueño: convertirse en actor. Poco a poco, comenzó a acudir a coloquios de teatro en Bilbao con el fin de interactuar con los actores, llegando a coincidir con Pedro Osinaga, actor español de gran reputación que le concedió una prueba. “Cualquier oportunidad que se tenga entre manos hay que saber aprovecharla, hay que arriesgarse y, a base de insistencia, no rendirse nunca”, repitió Carlos Sobera.
A medida que transcurría la charla, el actor apuntó cómo un 90% de los compañeros de profesión son gente honesta, siempre dispuestos a ayudar, aunque también existen ciertas personas cuya única función es criticar. ‘‘Está claro que no se le puede gustar a todo el mundo, nunca hay que desanimarse”, subrayó el actor, al tiempo que puntualizó: “Hay que hacerse fuerte desde el punto de vista emocional ya que la mejor crítica es nuestra propia opinión’’.
Texto y fotografías: Sergio Santos Fernández, Nebrija Medialab