“Crisis energética y cambio climático” es el título de la sesión que tuvo lugar en la Escuela Politécnica Superior de la Universidad Nebrija, el martes, 28 de abril. En ella se pasó revista a diversos aspectos de esta compleja cuestión, centrándose las intervenciones en el papel de las energías renovables, la estrategia nacional de cambio climático y la importancia de conocer, y mitigar, la huella de carbono. El seminario fue organizado y moderado por Guillermo Filippone, profesor de Medio Ambiente, y Juan José Coble, coordinador del área de Medio Ambiente, en colaboración con la Cátedra Nebrija Santander Green Surface Transport.
El primero de los participantes, José María González Vélez, presidente Gesternova, insistió en que “el futuro será de las energías renovables o no será”. En su charla puso de manifiesto las ventajas comparativas de este tipo de energías frente a los combustibles fósiles y la nuclear y cómo, a su juicio, las renovables no son culpable de todos los males que les achacan. Tanto desde el punto de vista del empleo como de la seguridad de suministro y, sobre todo, de su participación en el sistema eléctrico como fuentes limpias, abogó por una regulación que, “en lugar de machacarlas, las permita desarrollarse en condiciones óptimas.”
Ramón López Pérez, jefe de servicio de la Subdirección General de Coordinación de Acciones frente al Cambio Climático de la Oficina Española de Cambio Climático OECC (MAGRAMA), contó la estrategia española, enmarcada en el contexto europeo, de planes para combatir el calentamiento global. Mostró “la aportación por sectores a las emisiones de gases de efecto invernadero y la importancia de conseguir mantenerlas dentro de los acuerdos suscritos por nuestro país”, dentro del concierto internacional. Todo ello “destinado a combatir el calentamiento global por que, de no ser notablemente mitigado, producirá modificaciones sustanciales del mundo que conocemos.”
Por último, Sebastián Labella Hidalgo, director de operaciones Iniciativa CarbonFeel, Fundación FUNCIONA para la Cooperación Internacional, explicó a los alumnos qué es la huella de carbono, cómo ha de calcularse y diversas iniciativas “destinadas a concienciar al mundo empresarial de la importancia de que cada uno se haga responsable de su huella de carbono”. Para ello “son necesarios protocolos y herramientas para la evaluación, cuantificación y comunicación de los resultados”, aseguró.
