Núria del Olmo es antigua alumna de la Facultad de Comunicación. Tras licenciarse en Periodismo trabajó en varios medios de comunicación como El Mundo o Actualidad Económica. Desde marzo de 2003 trabaja en la Dirección Corporativa de Comunicación de MAPFRE. Núria nos desvela en esta entrevista algunas cuestiones como cuál es el papel que juega una fundación en la actualidad o cuáles son las principales acciones que fundación MAPFRE ha llevado a cabo en los últimos años.
¿Qué destacarías de tus años en la Universidad?
Destacaría la amistad, que todavía mantengo con algunos compañeros, y el respeto hacia ciertos profesores que nos motivaron y nos trasmitieron el valor de estar bien informados, de preguntar y preguntarnos, de no tener miedo a denunciar, de ser críticos y de aprender a explicar las cosas de forma sencilla y clara. También me quedaría con la alegría de unos años en los que bastaba con ir a una conferencia, de las muchas que se celebran en Madrid, y de repente verte hablando con Mario Vargas Llosa, Paul Preston o Fernando Lázaro Carreter. Recuerdo esos años con felicidad, la verdad.
¿Qué valores a nivel personal te llevaste de tus años en Nebrija y después te han servido para tu vida profesional?
Elegiría la generosidad, la satisfacción por el trabajo bien hecho, la capacidad de cooperar y de aportar a los demás, de no estorbar y de disfrutar de unos años que pasaron muy rápido, pero de los que ha merecido la pena tener un buen recuerdo. También la importancia de saber fracasar, porque si no fallas, no aprendes, no experimentas.
¿Cómo se desarrolló tu trayectoria profesional hasta llegar a MAPFRE?
He trabajado sin parar desde cuarto de carrera. Me interesaba todo con tal de estar activa, aprender y ganar algo de dinero. La universidad me lo puso fácil porque la bolsa de empleo para estudiantes era muy activa y te permitía estar en contacto desde muy joven con empresas de primer nivel como TVE, la Agencia EFE y Amadeus, de las que guardo buenos recuerdos. Tras licenciarme trabajé en varios medios de comunicación como El Mundo y Actualidad Económica, y en marzo de 2003, es decir hace 12 años, empecé a trabajar en la Dirección Corporativa de Comunicación de MAPFRE.
Cuéntanos el papel que juega una fundación como MAPFRE en la sociedad actual
MAPFRE siempre ha tenido un fuerte compromiso con la sociedad, por lo que la creación de una fundación fue un paso natural, que se produjo en 1975, hace ya 40 años. A día de hoy Fundación MAPFRE es una institución sin ánimo de lucro, que desarrolla múltiples actividades de interés general en España y en otros 28 países, y que tiene como objetivo principal contribuir al bienestar y a la calidad de vida de las personas. En MAPFRE nos sentimos extraordinariamente orgullosos de la función social que cumple nuestra fundación.
¿Cuáles son las principales acciones que lleváis a cabo?
En 2015 hemos realizado casi 18.000 actividades en todo el mundo. Entre éstas destacan nuestras exposiciones, visitadas por más de un millón de personas, los talleres educativos dirigidos a la prevención de accidentes y a la promoción de hábitos de vida saludable, y las actividades educativas en materia de seguridad vial, en las que han participado más de 1.200.000 niños y jóvenes.
En los últimos años, la actuación en España se ha orientado especialmente a dar respuesta a las nuevas necesidades provocadas por la crisis económica, y hemos contribuido al acceso de los jóvenes a su primer empleo y hemos convocado becas y ayudas a la investigación por importe de más de 1,2 millones de euros, por sólo citar algunos logros.
Lleváis a cabo varios proyectos culturales, pero cuéntanos la importancia de los proyectos de cooperación internacional
El programa ‘Formando Comunidad’ es una de las iniciativas internacionales más importante que lleva a cabo la Fundación en el exterior, principalmente en Latinoamérica. El objetivo de dicho programa, del que se beneficiaron más de 100.000 personas en 2014 y que cuenta con una inversión cercana a los 4 millones de euros, es promover actividades de cooperación al desarrollo y acciones de apoyo a niños y jóvenes desfavorecidos a través de tres pilares fundamentales: la educación, la nutrición y la salud.
¿Cuál ha sido el más “importante” que habéis llevado a cabo?
El proyecto más relevante de este programa de ámbito internacional es la construcción de la ‘Comunidad MAPFRE-Universidad Panamericana’, que la Fundación inauguró recientemente en una zona de alta marginación de la ciudad de México. Durante el primer año de funcionamiento, esta iniciativa espera proporcionar a más de 5.000 personas sin recursos de este país educación, alimentación, asistencia sanitaria, ayuda psicosocial y asesoría jurídica.
¿Alguna acción solidaria especial para estas Navidades?
Destacaría el Mercadillo Solidario de FUNDACION MAPFRE, al que animamos a todos a asistir el próximo 11, 12 y 13 de diciembre, en el Centro Comercial Moda Shopping, y cuyo objetivo es proporcionar alimentos a personas sin recursos en España durante un año a través de la Sociedad de San Vicente de Paúl. Esta actividad, que forma parte del programa de voluntariado de Fundación MAPFRE, es posible desde hace tres años gracias a las donaciones de todas aquellas personas y asociaciones que colaboran con la Fundación.
¿Cómo implicar a la sociedad en proyectos culturales y solidarios?
En MAPFRE creemos que participar en un proyecto de forma altruista es una fuente de satisfacción enorme, que permite mejorar las vidas de otras personas y recibir más de lo que se da. Así lo creemos la mayoría de los empleados que a lo largo de 2015 hemos participado en alguna de las 500 actividades de voluntariado corporativo que se han llevado a cabo en 22 países y que han beneficiado a miles de personas.
Consideramos que ponerse la camiseta del voluntariado en hospitales, comedores sociales, escuelas, albergues y orfanatos implica esfuerzo y dedicación, pero también es una inmensa fuente de alegría y una herramienta clave para incorporar el compromiso de los empleados en la cultura y valores de la empresa. Uno de nuestros principales retos para los próximos años es convertirnos en un ejemplo mundial de colaboración solidaria empresarial.
¿Qué valores requiere una persona para trabajar en una Fundación?
Creo que requiere los mismos que los de trabajar para cualquier otra gran empresa que es generosa, socialmente responsable y que se interesa por tu carrera profesional. Creo que ser trabajadora, positiva, agradecida y solidaria, pueden ser algunos de ellos.
¿Qué aconsejas a los alumnos de Nebrija que estén a punto de finalizar sus estudios y se enfrenten al mundo laboral?
Que sean conscientes de que la actitud es importantísima a la hora de ser contratado, especialmente si tienes poca experiencia. Creo que por encima del CV, que es una simple enumeración de conocimientos, que puedes adquirir en cualquier momento, las empresas valoran mucho la capacidad de esfuerzo, sacrifico e implicación.
También creo que es fundamental ser autocríticos, aprender a mirarse al espejo y encontrar cosas que mejorar, que perfeccionar, así como a saber gestionar sus emociones, algo que no se enseña en las aulas, pero que nos permite identificar, desarrollar y fortalecer nuestras habilidades sociales y profesionales, que son las que en definitiva nos van a ayudar a entender mejor a las personas, resolver conflictos, crear entornos positivos y tener éxito en el trabajo.
