Eduardo García Cancela, alumno de quinto de Periodismo y Relaciones Internacionales de la Universidad Nebrija, estudió un año de la carrera en San Diego State University, en California, y ahora acaba de regresar a España después de tres meses de prácticas en la Embajada de España en los EEUU. En esta entrevista nos cuenta su experiencia.
¿Qué tiene EEUU para que repitas destino dentro de tu formación universitaria?
La experiencia universitaria en San Diego fue única por muchas razones. Estados Unidos es un país enorme con muchísimas diferencias de un lado a otro y con mucho que visitar, por eso desde que estuve estudiando en California siempre he querido volver. Sin embargo, no esperaba hacerlo tan pronto y menos con una oportunidad tan grande como la de trabajar en la Embajada de España en Washington, D.C.
¿Cómo fue tu año como estudiante en San Diego State University?
Fue una de las mejores experiencias de mi vida. A nivel universitario, el modelo de estudio y de evaluación es totalmente diferente a lo que tenemos aquí en España. Las clases están más enfocadas al desarrollo de habilidades críticas y de comunicación, además del propio contenido de las asignaturas. La enseñanza es muy práctica y te permite desarrollar capacidades muy importantes como la creatividad y la argumentación.
Además, a nivel personal fue un cambio muy positivo. Pasar de vivir con mi familia y estudiar en La Berzosa a mudarme al tercer campus más grande de California me hizo madurar muchísimo y aprender a valerme por mi mismo fuera de mi zona de confort. Y por supuesto, conocí a gente de todos los lugares del mundo, viajé y viví muchísimas experiencias que recordaré siempre.
¿Cómo conseguiste las prácticas en la Embajada de España en EEUU y cómo ha sido la experiencia de trabajar allí?
Conseguí las prácticas en el departamento político de la Embajada de España en Washington, D.C., a través de una convocatoria del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación de la que nos informó nuestra coordinadora de prácticas en Nebrija, Elisa Soto. Solicité varios destinos y la verdad es que nunca pensé que me cogerían en Washington, a mi parecer, una de las embajadas más importantes para nuestro país, si no la que más. En cuanto me confirmaron que me habían elegido, me alegré muchísimo de repetir experiencia internacional en Estados Unidos, aunque el modo de vida de California es totalmente distinto al de la capital, en la Costa Este.
La experiencia laboral en la Embajada ha sido más que positiva. El trabajo que se realiza en el departamento político es esencial para las relaciones entre ambos estados. Además, tuve el placer de aprender muchísimo sobre política americana, cuestiones internacionales y la vida diplomática. Les estoy muy agradecido a los diplomáticos, al embajador y a todo el personal de la Embajada por estar siempre a nuestra disposición para formarnos.
Ahora ya puedes decir cómo es la vida de un diplomático…
Creo que si tuviera que describir la vida de un diplomático con una palabra diría que es apasionante. No es una vida fácil, como se puede pensar. Es frenética, con cambios constantes a los que hay que adaptarse al momento. Hay que trasladarse cada cuatro o cinco años a un nuevo destino, lejos de tu lugar de origen, con lo que eso supone para la familia y amigos. Por eso, hay que vivirla con pasión y con vocación pública para que verdaderamente merezca la pena. El trabajo de los diplomáticos es de un gran valor para la acción exterior de un estado. Se trabaja en ambientes internacionales muy diferentes que no hacen más que enriquecer a la persona.
Después de la gran experiencia vivida en Washington, a mí me atrae muchísimo la idea y me estoy planteando presentarme a las oposiciones en el futuro.
¿Cuáles eran tus funciones? ¿Qué has aprendido durante este tiempo?
Era asistente político en la Embajada. Hacíamos informes sobre aspectos de interés para España, como puede ser la comparecencia diaria del Departamento de Estado, un análisis de los editoriales de los principales periódicos estadounidenses o sobre distintos aspectos de la campaña electoral americana. También asistimos a numerosos eventos y conferencias en los think tanks más importantes del mundo sobre temas internacionales y acompañamos a los diplomáticos a reuniones de gran importancia en la Delegación de la Unión Europea en Washington, D.C., en el Departamento de Estado y en la propia Embajada.
Puedo decir que ha sido la experiencia con la que más he aprendido hasta ahora. Sobre todo, conocimiento de la política americana, cómo funciona el sistema democrático desde los distritos congresionales en los estados hasta los comités y los caucus del Congreso y el Senado. También he aprendido muchísimo sobre los asuntos internacionales que abordamos en este tiempo, como el proceso de paz en Colombia, el golpe de estado en Turquía o el Brexit.
¿Qué es lo que más te ha llamado la atención de la idiosincrasia norteamericana?
En general, es una sociedad bastante individualista. Como todo, tiene sus cosas buenas y malas, pero sí que es cierto que me gusta mucho más el modo de vida europeo. En la Costa Este, y en Washington sobre todo, la gente vive por y para el trabajo, lo que se llama allí “workaholics”.
Ahora que has tenido dos importantes experiencias en EEUU, ¿cómo ves la relación entre estadounidenses y españoles?
Creo que las relaciones entre España y Estados Unidos se encuentran en muy buena forma, aunque debemos seguir trabajando en ellas y fortalecerlas. Al igual que en el resto del mundo, España se podría implicar más en asuntos internacionales, sin embargo, considero que el papel de nuestro país en Estados Unidos es cada vez más relevante. Esto es, entre otras cosas, gracias al creciente número de hispanos en este país y la importancia del español.
En general, los estadounidenses tienen una buena percepción de los europeos y creo que la imagen que proyecta España es muy bien recibida. Sin ir más lejos, José Andrés, un cocinero asturiano, es famosísimo en Estados Unidos por sus restaurantes españoles, así como otras muchas personalidades de nuestro país que son admiradas allí, como Pau Gasol o Penélope Cruz.
Cuando finalices tus estudios en la Universidad Nebrija, ¿Tienes pensado volver a EEUU o tienes nuevos destinos? ¿En qué vas a enfocar tu carrera?
Todavía no estoy muy seguro de qué hacer cuando acabe la carrera en junio. Por un lado me apetece seguir estudiando y seguir especializándome en Relaciones Internacionales, por lo que seguramente me plantee hacer un máster en el extranjero. En ese sentido, hacer un máster en una universidad de renombre de Estados Unidos sería una gran oportunidad, aunque es bastante complicado conseguir becas y financiación. Por otro lado, también me llaman la atención otros máster en Europa.
Como decía antes, también me estoy planteando prepararme las oposiciones para el cuerpo diplomático, pero creo que esperaré un par de años todavía para ponerme a ello y para tener más experiencias laborales.