“Es imprescindible regular y normalizar la situación del artista en España desde las instancias públicas”

Marta Pérez Ibáñez, profesora del Máster en Mercado del Arte de la Universidad Nebrija, es coautora del libro “La Actividad Económica de los/las Artistas en España”. Junto con Isidro López Aparicio, profesor de la Universidad de Granada, ha realizado un minucioso estudio para dar a conocer la realidad de los artistas en nuestro país.

¿Cómo y por qué surge este estudio?

Este proyecto nace del interés de dos profesionales especializados en la gestión y la investigación artística por dar a conocer la realidad económica de los artistas en nuestro país. La combinación de dos perfiles complementarios como son el de Isidro López-Aparicio, artista y profesor de Bellas Artes en la Universidad de Granada, y el mío propio como investigadora y docente de Mercado del Arte en la Universidad Nebrija y profesional dedicada a este sector desde hace más de veinte años, ha permitido que podamos profundizar en todos los aspectos que definen la actividad de los artistas y su relación con el mercado y el sistema del arte.

Los datos del estudio se han recopilado a través de una encuesta a 1100 artistas españoles. ¿Qué criterio se ha utilizado para seleccionar a estos artistas?

En nuestro estudio nos hemos centrado en analizar un perfil de artista profesional, para lo que hemos utilizado tres criterios principalmente:

Por un lado, la actividad artística: no sólo la propia creación, sino la actividad expositiva y la relación con agentes del mercado, instituciones, comisarios, críticos, etc.

Por otro lado, los ingresos percibidos por dicha actividad, aún siendo en ocasiones muy bajos o inexistentes.

Y también hemos estudiado la relación con asociaciones profesionales de artistas y con el sector en su conjunto.

Marta Pérez Ibáñez, profesora de la Universidad Nebrija, e Isidro López Aparicio, profesor de la Universidad de Granada, durante la presentación del libro.¿Cuánto tiempo ha durado y cómo ha sido el proceso de estudio?

Ya en 2014 iniciamos el primer análisis de cómo la crisis estaba afectando al mercado del arte, y de los nuevos modelos de negocio que nacían entre las galerías españolas. Eso nos llevó a analizar la situación de los artistas, la necesidad de adaptarse a estos cambios y la capacidad de resiliencia que estaban demostrando muchos de ellos. El último año ha sido la puesta en marcha de este proyecto de investigación, en el que han participado, en efecto, más de 1.100 artistas, el estudio más amplio y profundo del sector de la creación artística que se ha desarrollado en España.

¿Qué conclusiones se sacan de este trabajo? ¿Cuáles son los datos más significativos?

Como cabía esperar, los datos recogidos nos hablan de precariedad, de dificultades para salir adelante y para vivir de la producción artística. Casi la mitad de los artistas encuestados declara percibir una retribución inferior a los 8.000 euros anuales, el salario mínimo interprofesional. Igualmente, llama la atención la dificultad que manifiestan los artistas para cotizar a la Seguridad Social, dependiendo de ingresos poco estables y muy limitados, lo que pone en peligro que puedan jubilarse en el futuro como artistas.

La precariedad es la tónica general, pero también hemos querido centrarnos en analizar el perfil de aquellos artistas que sí pueden vivir del arte, que mantienen relaciones estables con el mercado, unos ingresos superiores a la media y un nivel de precios elevado. Aún siendo una minoría que apenas llega al 15%, es importante tenerlos en cuenta, ya que representan a un sector de alta visibilidad nacional e internacional del arte contemporáneo español.

En la presentación del libro hablaron de datos significativos respecto a género, ¿qué puede contarnos en este sentido? ¿Qué diferencias existen al respecto entre hombres y mujeres?

Si bien la encuesta fue respondida casi a partes iguales por hombres y mujeres, hemos visto diferencias en ambos grupos. Por ejemplo, entre el grupo más joven, las mujeres son mayoritarias, su formación superior es también mayor que en el caso de los hombres y tienden a viajar al extranjero con más asiduidad. Sin embargo, entre los artistas con mayor nivel de ingresos y, por tanto, con relación estable con el mercado, la mayoría son hombres, y cotizan a la Seguridad Social más tiempo que las mujeres. Como vemos, también hay desigualdad de género entre nuestros artistas.

El estudio se centra en artistas españoles, ¿han observado diferencias significativas frente a la situación de artistas de otros países?

Sí, hemos podido comprobar la situación de los artistas en otros países y continentes, a partir de estudios realizados en los últimos años. La precariedad está generalizada también fuera de España, si bien hay plataformas y herramientas de gestión y de protección y apoyo a los artistas que no tenemos en España.

Parece que muchos artistas deciden salir al extranjero para poder vivir de su trabajo…

En efecto, muchos artistas jóvenes, ya sea como complemento a su formación o aprovechando convocatorias de becas y subvenciones, optan por viajar fuera de nuestro país y desarrollar allí sus carreras. En algunas ocasiones, los artistas han visto la existencia de un nicho de mercado en otros países y han decidido quedarse a vivir fuera de España. El 5,4% de nuestros artistas encuestados vive temporal o definitivamente en el extranjero.

¿Podría decirnos qué evolución ha habido respecto a la situación de los artistas en nuestro país desde hace unos años hasta la actualidad? ¿Ha sido favorable o de retroceso?

En la mayoría de los casos, los artistas que han participado en nuestro estudio manifiestan que su situación actual es peor que en los años anteriores a 2008, al inicio de la crisis. El 26,1% declara que su situación es un 100% peor. Para el 24,4% es igual, y sólo el 11,8% declara que ha mejorado su situación, ya sea poco o mucho, con un exiguo 0,5% que la considera un 100% mejor.

¿Y cómo prevé la situación de cara al futuro?

Este estudio nos ha permitido también analizar el perfil del artista que mira al futuro, cómo gestiona su carrera, cómo son sus relaciones actualmente con el mercado y hasta qué punto se puede considerar un agente a tener en cuenta en el entramado del sistema del arte. La tendencia, a nuestro modo de ver, se decantará por una mayor libertad del artista respecto del mercado, un artista que domina su imagen y sus canales de comunicación, y que establece libremente las condiciones con las que quiere gestionar su carrera.

¿Cuáles serían algunas de las medidas a tomar para cambiar los datos que refleja este estudio?

Sin duda es imprescindible regular y normalizar la situación del artista en España desde las instancias públicas, la actualización del Estatuto del Artista como una demanda social ineludible. La participación del sector de los artistas en la mesa sectorial del arte contemporáneo, como eje de todo el entramado artístico de nuestro país, es también fundamental. Pero también el hecho de que las asociaciones profesionales cumplan su labor de protección y apoyo al artista y que sean reconocidas por éste es un objetivo que el sector demanda. Igualmente, la educación de las generaciones más jóvenes en el reconocimiento y el respeto a la creación artística y cultural debería implementarse de forma significativa.

Toda iniciativa que sirva para proteger y dar valor a un sector tan sensible y tan imprescindible como éste para la cultura de nuestro país, debe ser tenida en cuenta. El artista, motor y combustible de todo el sistema del arte, es el elemento clave, por lo que su situación personal y laboral, su bienestar y su reconocimiento social deben hacernos reflexionar.

 

 

 

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