Aldara Filgueiras es antigua alumna del doble grado de Comunicación Audiovisual y Artes Escénicas. Recientemente ha dirigido el cortometraje ‘Cosas de chicos’, un corto que desde la comedia reivindica el papel de la mujer en el mundo laboral. En él se desarrollan situaciones cotidianas narradas por tres hombres. A continuación nos cuenta cómo surgió la idea y cómo lo llevó a cabo.
¿Cómo surge la idea de hacer el corto ‘Cosas de chicos’?
Por la necesidad de crear y trabajar en lo que queremos. Queríamos hacer ficción y creíamos que había cosas que decir relativas al momento que vivimos; quizá más que cosas que decir era otra forma de decirlo. Un grupo de profesionales que queremos trabajar y trabajamos.
¿Cuál es el objetivo del corto?
Hacer lo que nos gusta y aportar nuestro granito de arena al momento que vivimos. La intención cuando escribí el guión no era llegar y dar la solución que necesitamos ni adoctrinar ni decir que lo que yo pienso es lo mejor; simplemente quería hablarlo de esta manera, a mi manera.
Además, ahora que hemos logrado algo impensable, estamos buscando apoyo para poder desarrollar otros proyectos, a lo mejor el objetivo no lo sabíamos cuando empezamos. Steve Jobs decía que la conexión de los puntos se hace hacia atrás, así que veremos…
¿Qué papel juega cada uno de los personajes principales?
Los personajes hablan de su papel en el trabajo, la imagen y las relaciones. Ignacio Montes, Raúl de la Torre y Daniel Brotóns (los tres actores) no solo entendieron lo que queríamos hacer sino que aportaron su propia visión de un modo totalmente respetuoso, para sumar. Creo que ese es el gran hito que debemos conquistar: que el feminismo sea apetecible para todos, que sea cosa de todos. Y ellos lo bordaron.
¿Cómo crees que se gestiona actualmente el machismo en nuestra sociedad?
Creo que hay mucha concienciación y hombres y mujeres que trabajamos juntos para que sea cosa del pasado. Quedan cosas por hacer, y seguimos haciéndolas, juntos. Eso es lo más importante, esto no va de relegar al hombre, va de igualdad.
¿Hay mucha diferencia con otros países del mundo?
Totalmente, solo hay que ver las noticias, leer el periódico o abrir las orejas y escuchar. Hay países en lo que todavía no están en el momento de aunar fuerzas hombres y mujeres, sino que las mujeres todavía tienen que darse cuenta del tipo de relaciones que imperan en su entorno. Hasta entonces…
¿En qué puntos crees que te han ayudado tus años en Nebrija a tu desarrollo profesional y personal?
Empecé las carreras con 18 años, ¿en qué me han ayudado? En muchas cosas, del mismo modo que me han condicionado en otras. Es una etapa maravillosa de aprender y descubrir, de formarte como profesional y desarrollarte como persona. Solo hay una cosa que me gustaría que cambiase en la Universidad en general (no solo en la Nebrija) en la forma de enseñar: que enseñen a pensar, que ayuden a desarrollar EL TALENTO PERSONAL DE CADA UNO, el criterio propio, la creatividad y la confianza lo son todo, y en este punto creo que hay cosas que hacer.
Cuéntanos alguna anécdota que recuerdes con cariño de Nebrija
Un viaje que hicimos a Marraketch, un encuentro entre universidades Españolas y Marruecos, fue una experiencia maravillosa y una oportunidad poder conocer una universidad allí y pasar esos días inmersos en otra cultura.
Y ¿profesores? ¿Alguno que te marcara especialmente?
¡Por supuesto! Hemos tenido muy buenos profesores, pero hay cuatro a los que siempre tendré un cariño especial. Nico Grijalba y su manera de hacer que la historia del cine sea lo más apasionante que te puede pasar un lunes a primera hora. Marta González Caballero, que además fue mi directora de TFG, creo que fue la primera profesora que nos dijo eso de “aprende todas las reglas para después saltártelas cuando quieras”, y es algo que tengo muy presente siempre; además es de esas personas capaces de potenciar TU TALENTO, no hacer uno genérico sin personalidad. Víctor Conde, un profesor de empresa que nos conquistó el corazón, y era difícil porque nuestra carrera (a priori) no tenía nada que ver con empresa; era el primer año de Grados y no entendíamos que tuviésemos ciertas asignaturas. Pero Víctor no solo fue capaz de enseñarnos sino que supo empatizar con nosotros y hacer que nos enganchásemos a sus clases. Mariam Arriaga es una bestia que el primer día de clase nos preguntó: “¿qué vais a hacer cuando no podáis trabajar de esto?”, es una de esas profesoras que es capaz de sacar todo lo mejor de ti, y eso como alumno es una bendición. Y por último y no por ello menos importante, Ibro Ganovic, fui becaria en los estudios de RTV de la Universidad por lo que no solo fue mi profesor sino que también fue mi jefe: no he conocido a nadie que trate con tanto respeto a los becarios. Fue una experiencia maravillosa, dónde más he aprendido sobre audiovisual, me he divertido y he disfrutado mucho de acercarme a la profesión “de verdad” e Ibro ha sido una persona que me ha motivado, enseñado y dado confianza. Me encantaría volver a trabajar con el, sin duda, es un gran jefe, profesional y persona.
¿Qué les aconsejas a los nuevos estudiantes de Comunicación Audiovisual de la Universidad que se quieran dedicar al mundo del cine?
Que abran la mente y se olviden de “lo que se supone que tienen que hacer para trabajar en el cine”, las cosas están cambiando, el transmedia ha llegado para quedarse y los jóvenes tenemos que ser inteligentes y ver de todas las opciones que hay cuales nos pueden ayudar a hacer lo que queremos. Van a aparecer nuevas formas de hacer ficción, de hecho ya lo están haciendo, hay series que tienen una calidad de producción, guión…que es una locura. Al final lo importante es trabajar, trabajar y trabajar y tener fe en que (aún que sea muy difícil, que lo es) se puede conseguir.