Miguel Ángel Novillo López, Caesar amicus

La huella de Julio César aún es visible en España, por ejemplo en el diseño de algunas ciudades. Aquí empezó su vida política, como cuestor, este icono de la antigüedad que ha llegado tan vivo hasta nosotros. Miguel Ángel Novillo López, profesor de Nebrija, acaba de publicar Julio César en Hispania, editado por La Esfera de los Libros. Se trata de un muy entretenido relato de los años del conquistador de la Galias, y autor del libro que lo cuenta, y de sus tres estancias en Hispania, según subía por la escalera administrativa romana. Pero también hay mucho más.

Pensada como una obra de divulgación, el libro recorre los años y la influencia de Julio César, “un adelantado a su tiempo”, en lo que hoy es España. Se trata de años definitivos en la formación de quien llegaría a ser “el más célebre de los hombres de la antigua Roma”, dice el autor, “un hombre cuyo carácter estuvo en todo momento marcado por sus logros, pero también por la codicia y la presunción. Durante más de dos mil años su nombre ha sido un sinónimo de poder y de majestad.” No se puede olvidar que todos los derivados de la voz césar, de kaiser y zar a la cesárea, tienen su origen en este romano nacido en el año 100 antes de nuestra era y muerto, asesinado, en el cesaricidio de Bruto, en el 44 a. de e. El título de césar fue adoptado después “como símbolo del poder supremo y legítimo sin necesidad de vínculos sanguíneos o de adopción.”

Una personalidad que se ha mantenido viva y atractiva tantísimos años tiene por fuerza que reunir características sugerentes, y así, para el autor, Julio César era “un orador poderoso y persuasivo, todo un maestro de la autopromoción, inteligente y seductor, mediador, genial estratega, político pragmático, uno de los intelectuales más brillantes en lengua latina, un jurista que promulgó leyes sobre las se sentó el posterior Derecho Romano. Todo ello aconseja estudiar a César no por sus intenciones sino más propiamente por sus actuaciones.” Se trata, en definitiva, de alguien que consiguió, en trece años “cambiar el mundo de su tiempo”, uno de los personajes más apasionante de la historia, perfectamente retratado en este libro, tanto en toda su vida como, sobre todo, en sus años hispánicos.

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