La psicóloga Mónica Moreno, de la Clínica En Madrid Psicólogos, inauguró la actividad del Grado de Psicología en el curso 2018-2019 con una conferencia sobre los trastornos alimentarios, en la que sobre la complejidad de este tipo de trastornos y todos aspectos que hay que tener en cuenta a la hora de tratarlos.
Moreno asemejó los trastornos de la alimentación con un iceberg porque “debajo de lo que todo el mundo conoce de esta enfermedad hay trastornos mucho más graves que afectan al paciente”. Además, la psicóloga explicó que los trastornos alimentarios son, al mismo tiempo, conocidos y desconocidos para la sociedad ya que acarrean muchos mitos y prejuicios y, en ese camino, “perdemos la perspectiva de que son personas pidiendo ayuda”.
Mónica Moreno aconsejó a los alumnos del Grado de Psicología que es primordial escuchar a los pacientes y saber ponerse en su lugar. “El paciente lo que espera es que no dudéis de lo que os cuenta, de lo que él ve por su distorsión de la imagen, síntoma muy recurrente en este tipo de trastornos”, explicó la experta, quien contó a los estudiantes que los libros no tienen todas las respuestas para estos trastornos, que solo sirve como una guía y que lo verdaderamente importante es “meterse en el barro con los pacientes”.
Para tratar estas enfermedades hay que hacer frente a muchos aspectos de la vida del paciente porque son trastornos muy complejos que se ven influidos por muchos factores distintos. La sociedad ha estigmatizado los trastornos de alimentación agravando unos y haciendo menos importantes otros según la moda. Por eso, los psicólogos deben cuidar el lenguaje y las etiquetas que utilizamos en la consulta con los pacientes para que no lleven una carga extra. “Hay que huir de los clichés de estos trastornos, no vincular la identidad de la persona con la etiqueta de la enfermedad porque si lo hago agravo el trastorno”, explicó Moreno.
Mónica Moreno reclamó que los pacientes tardan mucho en ir al psicólogo porque primero prueban cualquier otra solución, desde dietas milagro hasta acupuntura, por lo que cuando llegan a la consulta el trastorno es grave y las recaídas durante el tratamiento son habituales. “Hay que ir muy poco a poco, el tratamiento es largo en trastornos alimentarios”, concluyó la psicóloga.
