Aniversario llegada a la Luna

“Aún no tenemos suficiente experiencia en el espacio”

La llegada del hombre a la Luna constituyó un hito para la conquista del espacio por parte del ser humano, pero desde entonces, el camino aeroespacial ha cambiado mucho y los científicos e ingenieros han avanzando en la forma de llegar a nuevos horizontes fuera de nuestro planeta.

Para conmemorar la llegada del hombre a la Luna, la Universidad Nebrija organizó una jornada en colaboración con el INTA y el IUGM para mostrar en qué momento se encuentran los avances tecnológicos del sector.

Javier Gómez Elvira, director del departamento de Cargas Útiles y Ciencias del Espacio del INTA, aseguró que “el espacio es nuestra pasión, estamos muy volcados en tratar de divulgar lo que hacemos en el espacio”. El experto explicó que la llegada a la Luna fue un proceso corto, pero muy costoso, “fue posible gracias a la rivalidad existente entre EEUU y la Unión Soviética por controlar el espacio, sirvió de empujón”.

A pesar de que la misión que llevó al hombre a pisar la Luna en el Apollo 11 fue la más reconocida, solo estuvieron 22 horas en el satélite: “La experiencia de la Luna es limitada porque solo se quería demostrar que se podía llegar y volver. Allí solo se tomaron muestras, desplegaron instrumentos y estudiaron el suelo”, ha explicado Gómez, “quizás por esa falta de objetivos la Luna se olvidó”, ha añadido.

Gómez dijo que “falta mucho por saber qué le pasada verdaderamente al ser humano al salir al espacio, porque la mayoría de los astronautas han pasado muy poco tiempo en el espacio. En total han acumulado 148 horas de vuelo”.

Entre los riesgos psicológicos que se han detectado se encuentra la rotura de biorritmos y problemas de sueño, falta de autonomía, dificultades en las relaciones con la tripulación, fatiga, estrés, posteriores problemas familiares y en la readaptación a la vuelta a la Tierra.

La radiación es uno de los problemas más graves porque causa cáncer y degenera los tejidos. “En misiones a Marte la radiación se duplica y en misiones a largo plazo no sabemos cómo puede afectar”, aseguró Gómez. Fisiológicamente, el cuerpo también se ve afectado con reducción de capacidades por la pérdida de masa muscular y debido al traje.

En ese aspecto, Ana Díez Artiles, profesora e investigadora asociada en el Departamento de Mecánica y Aeroespacial de la Universidad de Cornell, explicó a los asistentes las novedades en torno a la tecnología de los trajes espaciales para mejorar la movilidad de los astronautas. “Los trajes espaciales son globos que pueden mantener vida. Como tal, dentro del traje, hay que poner todo lo que un ser humano necesita para vivir”, aseguró Díez.

La experta explicó algunas características de los trajes actuales como las 14 capas de las que se componen, las tres partes más importantes “como la prenda de ventilación y refrigeración líquida, el traje espacial en sí y un sistema de soporte o mochila donde está el oxígeno, las telecomunicaciones…”

Los trajes actuales suponen una falta de movilidad que dificulta la interactuación con el entorno: “Si queremos hacer otro tipo de exploraciones tenemos que cambiar los trajes espaciales porque con los actuales no se pueden mover bien”, añadió Díez.

El nuevo concepto de traje espacial estará listo entre unos diez y veinte años vista, es el proyecto en el que trabaja actualmente Ana Díez y lo llaman smart suit. “Tendrá una capa robótica para ayudar a mover las articulaciones, una membrana elástica en la parte externa del traje que se autorepara y unos sensores ópticos flexibles para interactuar con el entorno”, explicó Díez.

Javier Gómez también habló durante su ponencia sobre la robótica que se utiliza en las misiones espaciales. “Ninguno de los robots que tenemos ahora fuera de la Tierra son inteligentes, eso retrasa mucho las misiones” afirmó Gómez. “En las estaciones espaciales hay robots asistentes de apoyo al astronauta y la idea es que, en el futuro, este tipo de robots puedan salir de la estación para ayudar al astronauta”, contó el experto. “Nos quedan muchas cosas por hacer porque aún no tenemos la suficiente experiencia en el espacio”, concluyó.

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