Conducción autónoma a precio asequible, el futuro en el que trabajan el Grupo GREEN y FEMExpert

La vanguardista vertiente de los vehículos autónomos se prepara para contar con la valiosa aportación que el tándem FEMExpert -empresa de ingeniería- y Universidad Nebrija -a través de su grupo GREEN de Investigación en Ingeniería de Vehículos– prepara actualmente.

El proyecto encabezado por estos pilares nace a partir de una base que aúna sendos fondos cofinanciados equitativamente por la Comunidad de Madrid y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional -comandado por la Unión Europea.

La vital contribución económica impulsa la formación de un curtido grupo de profesionales pertenecientes a la Universidad Nebrija y FEMExpert, conformando un colectivo que tiene entre ceja y ceja el desarrollo de un ambicioso proyecto de vanguardia tecnológica rodante.

La labor en sí se centra en explotar y abaratar un incipiente punto de partida que, a día de hoy, constituye un deseo utópico para muchos bolsillos. Dicho origen se centra en el vehículo autónomo, máquina cuyo elevado coste general hace imposible que muchos potenciales usuarios se sumen a su diferenciadora propuesta. Este objetivo no es sino una muestra más de la incuestionable importancia que posee el desarrollo tecnológico a la hora de hablar sobre el desarrollo de un país y su economía. La pandemia vivida desde 2020 colocó también su dantesco acento sobre la necesidad de reforzar la apuesta a favor de este tipo de iniciativas.

El futuro de la automoción

“El vehículo autónomo será uno de los pilares del futuro de la automoción, compartirá espacio y convivencia junto con vehículos eléctricos, vehículos con pilas de hidrogeno y vehículos con sistemas de ayuda a la condición de alta autonomía”, explica Francisco Badea, director General FEMExpert.

José Luis Olazagoitia, investigador principal del Grupo de Investigación GREEN ve el vehículo autónomo como “una de las alternativas de movilidad que los usuarios podemos elegir en el futuro”. Dado que la mayoría de los accidentes de tráfico tienen como causa el factor humano, eliminar este factor podría reducir mucho el número de accidentes. “A corto plazo, los vehículos autónomos proporcionarán servicios concretos y específicos a empresas y particulares”, añade Olazagoitia.

El logro alcanzado de los esfuerzos conjuntos entre FEMExpert y el grupo de investigación GREEN será también fruto de importantes contribuciones surgidas a partir de una plataforma de estudio multidisciplinar, es decir, combinando estrictas líneas de ingeniería (sensórica, mecánica, inteligencia artificial, machine learning…) con otros campos como la informática o las cuestiones legales relacionadas con la imprescindible homologación del vehículo. De esta forma quedan abiertas en la Universidad Nebrija muchas líneas de estudio que, seguro, enriquecerán la obra final. A su vez, la investigación paralela en, por ejemplo, instrumentos como Lidar (Light Detection and Ranging), ayudará a perfilar tanto el idóneo aprendizaje como las virtudes de un resultado que, a la postre, sería capaz incluso de “autoentrenarse”.

El potencial de los vehículos autónomos es muy alto, “podrá encontrarse en múltiples ámbitos de la industria y de la vida en general”, vaticina Badea. Esta autonomía tendrá, además, múltiples aplicaciones: “Realizando transportes de mercancías en lugares de alto riesgo en la industria sin la necesidad de exponer a este riesgo a conductores, en desplazamientos en trayectos muy repetitivos en donde la fatiga para los conductores es un factor de riesgo y en la vida en general permitiendo realizar desplazamientos, por ejemplo, a personas con problemas de movilidad, personas mayores, transporte de menores, además del transporte de la población en general”, explica Badea.

Olazagoitia destaca, entre su potencial, “la realización de tareas que no aportan valor añadido al usuario, como son la mayoría de las rutinas que hacemos cuando utilizamos un vehículo, por ejemplo sacar el vehículo del garaje de forma autónoma o buscar aparcamiento, permitir al usuario desatender la conducción del vehículo para dedicarse a tareas alternativas, planificar la mejor ruta en función de las preferencias del ocupante o de las condiciones del tráfico, adaptar las condiciones de conducción al estado del tráfico o condiciones meteorológicas o comunicar incidencias dentro y fuera del vehículo para atender emergencias o desperfectos en la vía”.

Las barreras para su implantación

La implantación de los vehículos autónomos no será repentina. Comenzará, según los expertos, “en zonas controladas y trayectos muy repetitivos”. Desde el grupo GREEN explican que, además, la implantación de la autonomía es, y seguirá siendo, paulatina porque “ya podemos ver que muchos de nuestros vehículos incorporan ciertas capacidades que permiten orientar el vehículo hacia su autonomía total. Progresivamente se irán incluyendo muchos más sistemas de asistencia y, de forma paulatina, el vehículo tomará control en más situaciones en las que hasta ahora sólo lo puede hacer el conductor”.

Para llegar a la total autonomía todavía hay que vencer muchas barreas. Badea asegura que “la principal y más importante barrera se refiere a la complejidad tecnológica que supone el desarrollo de esta tecnología garantizando todos los aspectos de seguridad”. Otro de los retos es la aceptación social de esta tecnología. “Tanto en términos sociales de la población, -que la población acepte, integre y conviva con esta tecnología-, como en términos legales, se tendrá que redefinir lo que es un vehículo, quien lo conduce, quien tiene la responsabilidad en caso de un accidente”.

“El proyecto que abordamos en el grupo GREEN junto con FEMExpert es un proyecto que pretendemos que aborde todos estos aspectos con la invitación a investigadores y alumnos de Nebrija, de cualquier facultad y especialidad, a participar en el proyecto. Lo pueden hacer a través de TFG, TFM o a través de las líneas de los investigadores Nebrija”, añade Olazagoitia.

Un futuro al alcance de todos

El grupo de investigación GREEN aportará sus conocimientos y la tecnología sensórica low cost, así como la aplicación de técnicas de inteligencia artificial al proyecto, para apoyar el desarrollo de una tecnología de vehículo autónomo propia por una empresa española, de forma que en un futuro pueda democratizarse su uso. “La estrecha colaboración entre Empresa-Universidad representa una formula poco utilizada en España, pero es una de las fórmulas de mayor éxito y desarrollo tecnológico en otros países”, asegura Badea.

Esta colaboración ya está trabajando en el proyecto: “Actualmente estamos adquiriendo y desarrollando los sistemas que permitirán adaptar el vehículo eléctrico elegido para automatizarlo. Las primeras pruebas de concepto se puedan tener para verano de este año, donde podremos evaluar la efectividad de los desarrollos realizados”, explica Olazagoitia.

El coste de los vehículos autónomos, de momento, es altísimo, por lo que solo se lo pueden permiten grandes multinacionales. Sin embargo, se trabaja ya en el camino de conseguir que en un futuro se puedan abaratar los costes y Francisco Badea ve como posible que, dependiendo también de la aceptación social, los vehículos autónomos puedan estar entre nosotros dentro de diez años. La investigación a desarrollar entre el grupo de investigación GREEN Nebrija y la empresa FEMExpert va a hacer hincapié en la introducción de tecnología que permita abaratar estos sistemas y hacerlos más económicos en el futuro.

Francisco Badea, director General FEMExpert

 

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