Tercera jornada de LIX CICA

El CICA pone sobre la mesa las principales amenazas mundiales

En el mundo en el que vivimos las relaciones entre las distintas potencias mundiales es compleja y atiende a diversos intereses y objetivos. En la tercera sesión del LIX CICA la primera mesa de ponencias ha tratado la competición entre China, Rusia y Estados Unidos.

Competición global entre ponencias

Juan del Pozo Berenguer, teniente comandante de la Armada, explicó que China se ha establecido como una potencia económica, pero su poder militar “es irrelevante” frente a países como Estados Unidos. El motivo es que “las potencias crecen militarmente mientras creen que tienen alguna amenaza”.

En términos de defensa, Juan del Pozo aseguró que “el interés colectivo de todos los europeos debe ser no estar en manos de los intereses de EEUU. Europa necesita su propia independencia siguiendo sus objetivos”.

Dependencia energética

Otro de los objetivos de la Unión Europea es “frenar el cambio climático y ser energéticamente independientes”. Actualmente, Europa depende en gran medida de Rusia por las importaciones de gas. “La Unión Europea debe diversificar sus fuentes de energía para no depender de un solo país y sus intereses”, añadió del Pozo.

En la misma línea sobre la dependencia energética, la investigadora de la Apeiron University, Agnieszka Pach-Gurgul, explicó que el reto de su país, Polonia, es “conseguir otra fuente de energía además de las importaciones de gas que les crean demasiada dependencia de países como Rusia”. Sin embargo, la investigadora Pach-Gurgul aseguró que se trata de una relación de dependencia mutua porque para Rusia es mejor exportar a Europa que a China ya que es un player más estable.

Discursos comunes sobre la pandemia

Pablo Moral Martín, investigador en Ciencias Políticas en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, compartió con los asistentes su investigación sobre los discursos sobre la pandemia por covid-19 que han mantenido como países China y Rusia. Moral explicó algunos comportamientos comunes en ambos discursos como “poner una imagen negativa de las democracias occidentales como países desorganizados y sistemas incoherentes”. También han amplificado “mensajes de emisores occidentales que han apoyado políticas o iniciativas chinas y rusas como el envío de material sanitario o la investigación de las vacunas”.

Dentro de sus discursos también “han sembrado dudas sobre el origen del virus asegurando que circulaba antes por Italia y España que por China o que había sido creado en un laboratorio en Estados Unidos”, añadió Moral.

Jordi Regi, profesor e investigador de la Universidad Nebrija, realizó un repaso por las distintas medidas tomadas para frenar y luchar contra la pandemia por parte de Rusia, China, Estados Unidos, España e Italia. “La aproximación individualista de algunos países ha hecho menos efectivas las estrategias y ha aumentado el número de fallecidos en esta pandemia”, afirmó Regi.

Las amenazas en la red siguen en aumento

La ciberseguridad es otro de los temas que más preocupan a los países. Con la digitalización y el uso masivo de las tecnologías, las empresas, instituciones, particulares y los países en general, se han vuelto mucho más vulnerables.

Mariano Bartolomé es profesor en ciberseguridad y seguridad pública en Inter American Defense College, en Washington D.C, y en su intervención en esta edición del CICA aseguró que “las amenazas en internet se han incrementado y afianzado. El cibercrimen es más económico, los límites entre lo público y lo privado son difusos y no existen las distancias, por lo que los blancos son más numerosos y se pueden hacer ataques simultáneos”.

Además, el profesor Bartolomé explicó que los ataques son “cada vez más eficaces y sofisticados, pero no requieren necesariamente un gran conocimiento y sobre todo no necesitan mucho capital para llevarlos a cabo”. También ha aumentado el crimen organizado llevado a cabo en el ciberespacio.

Luchar contra el cibercrimen requiere “un esfuerzo legal y doctrinal muy grande y no todos los países están en disposición de poder hacerlo. Hace falta mucho trabajo”, afirmó Bartolomé.

“Los delitos tradicionales están tomando nuevas formas de criminalización utilizando las redes” aseguró María del Pilar Otero González, profesora de derecho penal en la Universidad Carlos III, “Internet es el vehículo por el que circula la mayor parte del dinero del mundo, permite el anonimato y no tiene fronteras, lo que facilita el crimen, pero también dificulta la lucha contra el mismo. El derecho penal está desorientado, las categorías penales tienen que evolucionar para poder proteger a los usuarios en internet”, añadió.

Bernardino Cortijo, comisario de Policía y director del Máster en Ciberdelincuencia de la Universidad Nebrija, explicó que las autoridades han advertido “un incremento del 50% de los ciberataques en la pandemia con un fin económico”. Esto se debe, según el comisario, al incremento de la digitalización y de los dispositivos digitales. Cortijo estableció los posibles objetivos en los que se van a centrar los ciberataques: “las empresas sanitarias, los bancos, las partes financieras de las empresas, la nube, la industria robotizada, las universidades y las pymes”.

Movimientos migratorios

Las crisis humanas originadas por las migraciones forzosas de la población que busca una vida mejor es uno de los temas que más preocupan a todos los países. Europa está viviendo momentos difíciles para poder aceptar a todas las personas que se ven obligadas a dejar su hogar buscando una oportunidad lejos de sus casas. Este encuentro CICA también puso sobre la mesa este problema y las distintas perspectivas desde el que se puede abordar.

Noémi Nagy, investigadora de la National University of Public Service de Budapest, comenzó poniendo la voz a las minorías que se han visto más afectadas por la pandemia por coronavirus. “El acceso de estas minorías a los servicios de salud ha sido más limitado y también el acceso a derechos básicos como agua potable y accesorios sanitarios para protegerse del virus por lo que el riesgo de contagio y de muerte es mayor en estas comunidades”, explicó Nagy. Además, al no poder acceder a mascarillas y equipos de protección, se han incrementado los mensajes de odio y rechazo de la población general hacia estos colectivos culpándolos de propagar el virus.

Pero no solo la salud de las minorías ha estado en juego. Con la pandemia y el cierre de las escuelas, la educación ha migrado al mundo digital cuyo acceso no es tan extenso como podríamos pensar. “El acceso a la tecnología en estas minorías es muy limitado lo que ha aumentado el riesgo de retrasos en el aprendizaje y de dejar los estudios sin finalizar”, aseguró Nagy.

Augusto Delkáder-Palacios, investigador en Ciencias Políticas en la Universidad Complutense y en la Universidad Oberta de Catalunya puso el foco de atención en las migraciones entre África y Europa y recalcó que “debemos preguntarnos si las migraciones son realmente un problema de seguridad o esa idea de amenaza global es una construcción social.

El general Fernado Alejandre Martínez, antiguo jefe del Estado Mayor de la Defensa, fue el encargado de cerrar estas jornadas CICA. En su ponencia reclamó el uso de las fuerzas militares para operaciones militares de combate y defensa, para luchar contra las amenazas externas e internas contra la estabilidad de la nación. “Las fuerzas militares no deben usarse para otras tareas como limpieza de calles, ayuda a personas mayores o acciones sanitarias salvo si la nación no tiene otra solución, pero nunca debe ser consideradas como tareas principales. Los militares tienen que estar física y psicológicamente preparados para la guerra como guerreros. Y la sociedad tiene que entender esto para poder seguir manteniendo las labores de seguridad nacional. Es necesario recobrar el espíritu del guerrero. Si no lo hacemos las consecuencias pueden ser desastrosas para nuestros militares y nuestra seguridad”.