El lenguaje, una barrera aún difícil de salvar en la integración de los inmigrantes

El idioma es una de las primeras barreras que se encuentran las personas que llegan a nuestro país. En el marco del la Semana de la Ciencia y la Innovación de la Comunidad de Madrid, el grupo de investigación SEGERICO (Seguridad, Gestión de Riesgos y Conflictos) expusieron algunos de los resultados del proyecto INMIGRA 3 de la Comunidad de Madrid. Su objetivo es el de analizar las principales consecuencias de la falta de integración lingüística de los inmigrantes que llegan a España.

El rector de Nebrija, José Muñiz, fue el encargado de inaugurar el seminario realizando una exposición sobre los orígenes de la migración, “algo consustancial a la vida, ya que no hay vida sin migración”, según sus propias palabras. Durante su intervención, además, destacó la importancia de realizar este tipo de seminarios en los que no solo “se puede devolver a la sociedad una pequeña parte de lo que da”, sino que se pone en valor la “meritocracia de las ideas, sin importan de dónde vengan”.

Acto seguido y previamente a la primera mesa redonda, intervino María Dolores Navarro. La Directora General de Integración de la Comunidad de Madrid basó su ponencia en la importancia de integrar a todos los que nos rodean para construir un futuro mejor entre todos: “El progreso y el bienestar de una sociedad no se mide solo con una parte, sino que la premisa de su éxito debe ser la de mejorar la cohesión y la integración de las personas que la conforman”.

La necesidad de integración en el ámbito legal y sanitario

En la parte inicial de la jornada la Decana de la Facultad de Ciencias Sociales de Nebrija, Ester Mocholí, y las docentes Sonia Boulos, Mónica Pucci y Adela Alija exploraron los problemas derivados del desconocimiento del idioma de los inmigrantes tanto en el ámbito legal como en el sanitario. En este contexto, y durante el período en el que se ha llevado a cabo el proyecto INMIGRA 3, nuestras investigadoras han realizado una selección de todas las sentencias de la Comunidad de Madrid en las que el elemento idiomático fue un problema.

Algunas de las consecuencias derivadas de esto fueron, según expuso Ester Mocholí,  la falta de conocimiento de la ley por parte de los inmigrantes sin saber, en algunas ocasiones, que estaban delinquiendo o las dificultades a la hora de obtener la nacionalidad o residencia, entre otras. “Si la lengua es una barrera para los derechos humanos de los inmigrantes, los Estados necesitan tomar medidas para evitarlo”, afirmó la docente de Nebrija Sonia Boulos.

Respecto al sector sanitario, Adela Alija señaló la problemática de los inmigrantes a la hora de acceder a los servicios mínimos de salud, incrementados aún más con la llegada de la COVID-9. Estas dificultades, no solo están producidas por el idioma, sino que también la cultura de cada persona puede ser relevante. “En algunas culturas, los pacientes pueden entrar acompañados o no de un familiar a consulta y estas diferencias al final suponen una barrera entre ellos y los profesionales sanitarios”, recalcó la directora del Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad Nebrija, Adela Alija.

La geopolítica como aliada del lenguaje 

El ámbito geopolítico tiene también es clave en la resolución de los problemas mencionados anteriormente y precisamente ese fue otro de los temas que se abordaron en la jornada. En este sentido, la docente de Nebrija Gracia Abad incidió en la necesidad de “activar mecanismos que favorezcan la comunicación en la lengua de cada país”.

Esta misión, no obstante, no debe ser asumida solo por la Comunidad de Madrid o por España, sino que debe ser una acción conjunta con otros actores nacionales e internacionales como los consulados. Estos, de acuerdo a las palabras del adjunto al Presidente para las Relaciones Institucionales de la Universidad Nebrija, Juan Cayón, deben ser ” el punto de partida y referencia de los problemas a los que se enfrentan los ciudadanos extranjeros o inmigrantes en la Comunidad de Madrid”.

Asimismo, nuestro director del Máster Universitario de Acceso a la Abogacía, Jordi Regi, aseveró que “la Unión Europea debería hacer un esfuerzo mayor para fomentar y crear en el mundo rural y grandes ciudades posibilidades de que permitieran conocer las lenguas”.

Los CEPIS, un éxito insuficiente

Una de los mecanismos que ha activado el Ayuntamiento de Madrid para tratar de paliar los problemas de integración lingüística ha sido la creación de Centros de Participación e Integración de Inmigrantes (CEPIS). Su objetivo no solo es el de enseñar el español a este colectivo, sino también informarles y asesorarles social y laboralmente.

Sin embargo, y a pesar del éxito de este modelo, el Catedrático de Derecho Internacional Público y de la Unión Europea de Nebrija, Carlos Espaliú, destacó la insuficiencia de centros en Madrid. Una opinión que secundó la Directora del CEPI Chamartín, quién señaló que los “ocho centros que hay en Madrid no tienen capacidad para acoger a las 50.000 personas que pasan aproximadamente por ellos”.

Y es que este tipo de iniciativas se antojan fundamentales para resolver los problemas de integración lingüística de los inmigrantes y en esta misión también está la Asociación Asilim. En ella, profesores especializados en la enseñanza de español como lengua extranjera ayudan de manera voluntaria les ayudan a aprender nuestro idioma.

Precisamente esa especialización de los docentes fue otro de los puntos clave que resaltó su directora, Azucena Lorenzo, incidiendo en que “cualquier persona que hable español no tiene por qué saber cómo enseñarlo”. Además, destacó la necesidad de que iniciativas como la de Asilim o los CEPIS “se multipliquen en los ámbitos universitarios y fuera de ellos para garantizar una mejor convivencia y respeto que es lo que todos deseamos para nuestra sociedad”.

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