Jornadas ONCE

“Nuestro objetivo es que las personas con discapacidad visual tengan mayor autonomía en su vida diaria”

La Facultad de Ciencias de la Vida y de la Naturaleza quiso celebrar unas jornadas de información e integración junto a la Fundación ONCE para que los alumnos conocieran, sobre todo desde la perspectiva de un psicólogo, la labor de la ONCE y qué aportan los psicólogos en el trabajo con personas con discapacidad visual.

En la jornada estuvieron presentes Paloma Navarro de la Madriz, vicepresidenta 2ª del Consejo Territorial de Madrid; Encarnación Peláez Rivera, psicóloga de la Delegación Territorial de la ONCE en Madrid y Marina Milo Heras, técnico de Rehabilitación de la Delegación Territorial de la ONCE en Madrid.

Objetivo: mayor autonomía

Paloma Navarro de la Madriz explicó la historia de la ONCE, desde su fundación -hace 83 años- hasta los proyectos que llevan hoy en día. “La ONCE no solo se creó para atender a las personas ciegas totales, hay muchos grados de discapacidad visual por lo que damos cabida a muchas personas”, explicó Navarro de la Madriz. El principal objetivo de la ONCE es “ayudar a las personas con discapacidad visual a tener una mayor autonomía e independencia en su vida diaria”. Los asociados a la ONCE tienen acceso a una serie de servicios gratuitos “que les permiten desarrollarse en su vida diaria. Para que estos servicios sean gratuitos, la ONCE consigue sus ingresos de los conocidos productos de juego”. Además de estos servicios de apoyo y aprendizaje para conseguir independencia, la ONCE genera empleos como vendedores de esos productos de juego y también en las empresas Ilunión, “que son ya el primer empleador en España de personas con discapacidad”.

El principal servicio que la ONCE aporta es el servicio de rehabilitación que da apoyo para generar las habilidades que las personas con discapacidad visual tienen que desarrollar para hacer su vida de forma autónoma. “Nuestro objetivo también es optimizar la capacidad visual limitada que puedan tener algunos de los socios”. El apoyo psicológico es también vital en este proceso porque “la pérdida visual es un golpe duro, tiene su duelo y los psicólogos especializados de la ONCE ayudan en ese ajuste a esa nueva situación que se le plantea a la persona”.

Con la vista puesta en la inclusión plena en la sociedad, la ONCE también aporta apoyo educativo en los más pequeños y apoyo al empleo. La integración mediante el deporte es otra vía utilizada por la ONCE. Por ello, forman parte del comité paraolímpico español tiene su propia federación, además de formar a personas acompañantes para que ayuden y presenten el apoyo necesario para que personas invidentes puedan realizar diferentes deportes.

El apoyo psicológico

Encarnación Peláez explicó el proceso que una persona vive cuando pierde la visión, o parte de ella. “Nuestro sistema de supervivencia busca la información que necesita todo el rato a través de distintos sentidos. Cuando le falta información nos provoca el miedo, la inmovilidad, la paralización. Cuando una persona invidente nos dice que se queda paralizado por el miedo nosotros le explicamos que es porque su cerebro le falta información, pero la palabra clave es decir por ahora, porque acabarás teniendo esa información de otra manera”, explicaba la psicóloga de la Delegación Territorial de la ONCE en Madrid.

En ese momento es cuando empieza el programa de rehabilitación de la ONCE que incluye multitud de áreas “porque ese miedo y parálisis afecta a todas y se tienen que coordinar para dar esa independencia a la persona”.

El proceso de aceptación es complejo y suele afectar mucho a la autoestima de la persona con discapacidad visual al verse limitado. “La persona no debe pensar “soy yo que no lo puedo hacer” porque entonces se resiente su autoestima, tiene que entender que en la vida diaria hay muchas barreras que no son culpa suya”, añadió Peláez. Además, la vida de la persona cambia mucho en ese momento y sus relaciones personales, tanto amistades, laborales como la familia, pueden verse resentidas. Es también fundamental que su entorno pase por una etapa de aceptación. Para todo ese momento la tarea de los psicólogos es de vital importancia para guiar a todas las personas involucradas en este proceso y la coordinación de todo el equipo de rehabilitación es fundamental para llegar a esa autonomía casi completa.

“También tienen que ser conscientes de que no tendrán un 100% de autonomía y que será necesario que para un pequeño porcentaje pidan ayuda y para eso tienen que desarrollar habilidades sociales porque nos cuesta mucho pedir ayuda”, añade Peláez.

“Desde el equipo de rehabilitación tenemos que valorar el estrés, el miedo, la incertidumbre, posible pérdida de autoestima y situaciones más graves que se pueden generar al entrar en una situación de pérdida de visión. Nuestro objetivo es aliviar el malestar y ayudar a organizar las distintas áreas de su vida para que tenga más calidad de vida”.

Cómo trabajar con personas con discapacidad visual

Marina Milo explicó y mostró con ejemplos a los alumnos cómo ve una persona con distintas discapacidades visuales. Milo dio algunas pincelas sobre cómo funciona un equipo rehabilitador y cómo acompaña a la persona invidente para aprender a manejarse en su nueva vida.

También compartió con los asistentes las pautas de comportamiento que se deben tener cuando se trabaja con una persona con discapacidad visual: identificarnos ante esa persona, utilizar su nombre cuando le hablamos, avisarle de nuestros movimientos, acciones o si nos vamos, hablar directamente a la cara para facilitar la orientación de la voz, evitar palabras poco concretas para nombrar la ubicación de las cosas, mantener el entorno de la persona invidente ordenador para que conozca la ubicación de las cosas y se reduzca la posibilidad de choques o confusión…

Tras las charlas, los alumnos hicieron varios recorridos por la Universidad sin visión para poder sentir los mismo que las personas con discapacidad visual y aprender a guiarlos como acompañantes.

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