José Ángel Ferrer recrea en un libro sus atmósferas desde el contexto, el movimiento, la luz y la construcción

El contexto, el movimiento, la luz y la construcción. Desde estos “cuatro puntos cardinales”, José Ángel Ferrer, profesor del Departamento de Arquitectura de la Universidad Nebrija, presentó cinco proyectos erigidos por Ferrer Arquitectos y que forman parte de su libro Atmósferas luminosas (Editorial Lampreave), publicado en fechas recientes.

En el acto de la puesta de largo del volumen celebrado en el Campus de Madrid-Princesa, Ferrer argumentó sobre cómo esos cuatro elementos han tenido su protagonismo en el pabellón deportivo Moisés Ruiz (una de las sedes de los XXV Juegos Mediterráneos Almería 2005), la rehabilitación de los refugios de la guerra civil, el centro social Los Almendros, el centro de salud Mediterráneo-Torrecárdenas y el edificio Pitágoras (en el Parque Científico Tecnológico de Almería). Todos los enclaves están en Almería, su ciudad de origen.

“Estas cuatro categorías otorgan el carácter al edificio. Hago proyectos con cierta singularidad, que tratan de añadir valor añadido y que aporten a la ciudad elementos diferenciales, que sean auténticos y que intentan ser reflejo de honestidad, coraje, respeto o serenidad”, concitó.

Aunque consideró que hablar de la propia obra implica subjetividad, Ferrer intentó disertar sobre motivaciones “objetivas” que puedan llevar a una arquitectura “útil, permanente y contemporánea”.

En la presentación también intervinieron, además del autor, el editor Ricardo Sánchez Lampreave y los arquitectos y profesores universitarios Ángel Martínez García-Posada y Eduardo Prieto. Mientras Sánchez Lampreave dio la enhorabuena al autor “por su arduo y meticuloso trabajo”, Martínez García-Posada subrayó, entre referencias literarias y cinematográficas, el compromiso del autor con Almería: “José Ángel mira el paisaje singular y lo sigue interpretando e imaginando. Almería tiene esa lucha por la supervivencia”. En la misma línea, Eduardo Prieto aludió a la preferencia por el concepto de atmósfera de Ferrer, “un arquitecto capaz de hacer una obra vanguardista y a la vez de entender los problemas de la ciudad donde se ubica”.

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