Más allá de la fuerza, la explosividad o la velocidad, hay un factor que hasta ahora había sido poco considerado y que marca la diferencia en los 50 metros de natación: la variabilidad técnica dentro de la propia carrera.
Un equipo internacional de científicos del deporte, entre los que se encuentra Francisco Hermosilla Perona, de la Universidad Nebrija, ha analizado los parámetros biomecánicos de nadadores de alto nivel en pruebas de 50 metros en piscina corta. Y sus conclusiones podrían cambiar la manera en que se entrena, analiza y entiende esta disciplina.
El trabajo, bajo el título Variabilities in the stroking parameters during short course 50 m time trials in all four competitive swimming strokes, publicado en la revista Scientific Reports, una de las revistas del prestigioso grupo Nature, y financiado por la Norwegian School of Sport Sciences – The Library, examinó a 349 nadadores de élite y se centró en tres variables clave: velocidad de nado, frecuencia de brazada y longitud de brazada.
¿Qué nos dice el promedio?
Tradicionalmente, los análisis de rendimiento en natación se han centrado en promedios: cuántas brazadas por minuto, a qué velocidad media se avanza, cuánta distancia se cubre por cada ciclo. Pero este estudio demuestra que esa visión es insuficiente e incluso engañosa.
Los investigadores constataron que las variaciones entre nadadores (interindividuales), y dentro de una misma carrera de un solo nadador (intraindividuales), son especialmente marcadas en la primera y la última brazada de cada largo. Tanto es así, que los autores proponen que estas dos fases se analicen por separado del tramo de nado libre en la parte central de la piscina.
Brazadas, datos y algoritmos
Para llegar a estas conclusiones, los científicos utilizaron un sofisticado sistema de análisis en vídeo con cámaras bajo el agua, sincronizadas con un software capaz de seguir el movimiento exacto de cada nadador. Aplicaron además algoritmos de machine learning para clasificar los distintos patrones de comportamiento técnico.
Así descubrieron cuatro tipos de patrones de nado a lo largo de los 50 metros:
- Disminución lineal 1 (LD1): SV (velocidad de nado) desciende, SL (longitud de ciclo) aumenta ligeramente, SF (frecuencia de ciclo) disminuye → patrón estable y eficiente. Más presente en braza femenina (0–25 m).
Disminución lineal 2 (LD2): SV cae, SF sube y SL baja a mitad de vuelta, luego cambian → patrón compensatorio. Dominante en mariposa (vuelta 1) y braza femenina (25–50 m).
- Descenso exponencial (ED): SV y SL caen bruscamente al final, SF se incrementa rápidamente → asociado a mayor fatiga. Crece en mariposa (vuelta 2); poco frecuente en braza.
- Patrón en U invertida (IU): V más baja al inicio y final, pico medio; SL desciende, SF sube al inicio. Común en crol, espalda y braza (hombres).
Crol y espalda: más complejos de lo que parecen
Uno de los hallazgos más llamativos es que los nadadores de estilos con movimientos alternos de brazos (crol y espalda) tienden a mostrar más dificultad en las transiciones, especialmente al salir del agua tras el impulso inicial. En cambio, los nadadores de mariposa, con movimientos simétricos y ondulatorios, gestionan mejor ese paso, conservando velocidad y eficiencia.
Este dato sugiere que la complejidad técnica de la transición entre fases (por ejemplo, del empuje submarino a la natación en superficie) no es igual en todos los estilos, y debería entrenarse específicamente en función del tipo de movimiento.
Más allá del entrenamiento tradicional
Otro punto clave es que no todos los nadadores responden igual ante las mismas condiciones. Aunque los patrones identificados agrupan tendencias, cada deportista muestra su propia “firma técnica”. Por tanto, aplicar planes de entrenamiento genéricos, sin tener en cuenta estas variaciones, podría estar limitando el rendimiento de muchos nadadores.
El estudio también subraya que muchos nadadores, especialmente en la segunda mitad de la carrera, experimentan una caída notable de velocidad al acercarse al muro. Pero esto no siempre se debe a fatiga: a menudo se relaciona con una mala gestión del ritmo de brazada o de la longitud para ajustar la llegada a la pared
Conclusión: técnica, personalización y precisión
Este trabajo aporta algo más que datos biomecánicos. Es un llamado a repensar el análisis del rendimiento en la natación: mirar menos los promedios y más los patrones individuales, entender mejor las transiciones y diseñar entrenamientos ajustados a la realidad de cada nadador. Además, aporta un nuevo avance en el análisis de modelos técnico-tácticos en pruebas de natación aplicando modelos de inteligencia artificial (machine learning) para comprender las características individuales de cada nadador, prueba y estilo de nado.
En las pruebas de 50 metros, caracterizada por desarrollarse a máxima velocidad y con escasas variaciones, se ha comprobado que incluso en esfuerzos máximos pueden identificarse patrones diferenciados entre estilos y nadadores. Estos hallazgos resultan fundamentales para ajustar el entrenamiento y optimizar los patrones técnicos con el fin de alcanzar el máximo rendimiento.
Referencia:
Gonjo, T., Veiga, S., Hermosilla-Perona, F., & Olstad, B. H. (2025). Variabilities in the stroking parameters during short course 50 m time trials in all four competitive swimming strokes. Scientific Reports, 15, 23640. https://doi.org/10.1038/s41598-025-08519-9
