España es el líder mundial entre los teletrabajadores de carácter internacional. Así lo certifica el Informe Global sobre Nómadas Digitales 2025 elaborado por Global Citizen Solutions y presentado en la Universidad Nebrija en un acto organizado por la firma líder de asesoría especializada en migración por inversión y la Cátedra Global Nebrija en Migraciones y Derechos Humanos. España, con una puntuación total global de 99,67 también se posiciona en el primer lugar en el índice de Ciudadanía y Movilidad. Completan el podio general Países Bajos y Uruguay.
El Global Digital Nomad Report 2025 es el análisis más completo sobre los programas y visados para nómadas digitales. Este informe recopila datos de 64 países, evaluadas en seis dimensiones clave (Procedimiento, Ciudadanía y Movilidad, Optimización Fiscal, Economía, Calidad de Vida y Tecnología e Innovación) y quince indicadores. Al ponderar estos indicadores de acuerdo con las prioridades reales de los profesionales móviles, el informe clasifica los mejores destinos del mundo para nómadas digitales y ofrece perspectivas sobre las políticas que están moldeando el futuro del trabajo remoto.
De estilo de vida a motor económico
Laura Madrid, investigadora principal de Global Citizen Solutions, acompañada de la directora general Patricia Casaburi, y de Diego Acosta y Nieves Fernández Rodríguez, director y coordinadora de la Cátedra Global Nebrija en Migraciones y Derechos Humanos, respectivamente, mostró y puso en contexto los datos de un estudio que pretende “no solo informar, sino también abrir un espacio de reflexión entre estudiantes, docentes y profesionales sobre cómo el nomadismo digital está transformando las carreras, las economías y las sociedades”.
“El fenómeno de los nómadas digitales ha pasado de ser un estilo de vida para un nicho de población a convertirse en un motor económico global”, precisó Laura Madrid.
En el prefacio del informe, Patricia Casaburi explica cómo el nomadismo digital, un término que se popularizó por primera vez a fines de la década de 1990, describe un estilo de vida en el que las personas aprovechan las tecnologías digitales para trabajar de forma remota mientras viajan o residen en distintos lugares. Durante las últimas dos décadas, la creciente disponibilidad de internet de alta velocidad, tecnologías móviles y la normalización del trabajo remoto han transformado este concepto, antes de nicho, en un movimiento global.
“La pandemia de la covid-19 marcó en 2020 un punto de inflexión. De la noche a la mañana, el trabajo remoto pasó de ser opcional a necesario. Desde 2020, numerosos países han introducido visas especiales y marcos de residencia que ofrecen mayor claridad legal tanto para trabajadores como para empleadores”, refleja Casaburi.
De una subcultura a una política generalizada
Desde Global Citizen Solutions apuntan a que el nomadismo digital “ha dejado de ser una subcultura para convertirse en una política generalizada. Los gobiernos ahora compiten por personas con movilidad global que generan ingresos con visas personalizadas, mientras que las ciudades y regiones buscan convertir las estancias más largas en demanda durante todo el año, transferencia de conocimiento y creación de empresas”.
El estudio de 2025 muestra que el 91 % de las visas para nómadas o trabajadores remotos “monitoreados” se lanzaron después de 2020, “lo que evidencia una rápida ola de políticas pospandémicas”. El 79 % presenta un perfil adinerado y un “efecto pasaporte” en el que predominan los nacionales de países de alta movilidad. La visa de un año es el estándar global (sobre el 66%), y el 76,6% de los programas son renovables.
Solo tres países vinculan la DNV (Visa para Nómadas Digitales) directamente con la ciudadanía (Chequia, Grecia y España); y catorce permiten la conversión a residencia permanente, como Portugal, Italia, Alemania, Países Bajos, Noruega, Canadá, Brasil, México, Ecuador, El Salvador o Uruguay). La mayoría de los demás son temporales.
En resumen, “el nomadismo digital se ha convertido en una palanca estratégica para la atracción de talento, la innovación y el desarrollo territorial. Las jurisdicciones que combinan normas claras y transparencia fiscal con vías de integración reales, inversión en infraestructura y vínculos comunitarios conseguirán una participación sostenida y valiosa de profesionales con movilidad global”.
Teletrabajador de carácter internacional
En la sesión celebrada en la Universidad Nebrija, intervino también Santiago Yerga, director general de Gestión Migratoria, departamento dependiente de la Secretaría de Estado de Migraciones, que hizo alusión a cómo la normativa española utiliza la expresión de “teletrabajador de carácter internacional frente al romanticismo del concepto de nómada, como persona en constante movimiento y bien reflejado en la literatura”. Las condiciones de vida, el clima, además de un sistema de documentación “flexible” son algunas de las razones que, en su opinión, sitúan a España como el país puntero en este campo.
Entre 2024 y 2025 se han concedido en nuestro país más de 32 000 solicitudes, de las que el 47,64 % son de familiares. Se reciben en torno a 2000 solicitudes por semana, que llegan de todas las naciones del mundo, con una especial relevancia para los demandantes que proceden de Estados Unidos, Brasil y Colombia.
La Ley 28/2022, de 21 de diciembre, de fomento del ecosistema de las empresas emergentes, y el nuevo Reglamento de Extranjería de mayo de 2025 han contribuido, según Yerga, “a una gestión integrada, ordenada y segura de la migración cumpliendo los objetivos formulados por Naciones Unidas”.
En el caso de los teletrabajadores internacionales, el director general de Gestión Migratoria explicó que la gestión española contribuye a revitalizar zonas rurales y económicamente deprimidas y a fomentar el ecosistema de empresas emergentes.
Los tipos de permiso para los nómadas digitales (teletrabajadores de carácter internacional) se resumen en dos: visado -cuando el solicitante se encuentra fuera de España con una duración de un año- y la autorización de residencia -cuando el solicitante se encuentra legalmente en España, válido para tres años-.
Beneficio de capital humano
Por su parte, Kaisu Koskela, investigadora independiente del Radboud University Network on Migrant Inclusion (RUNOMI), estimó que un tercio de las naciones del mundo ofrece ya alguna forma de Visa para Nómadas Digitales (DNV). La mayoría de los países (como Canadá, Japón, Costa Rica, Croacia, Argentina o Bahamas) se basa en la justificación de la política turística, de la ganancia rápida de dólares provenientes del turismo a corto plazo, en lugar de un beneficio de capital humano a largo plazo; “sin embargo, las DNV con justificación basada en políticas de inmigración han resultado ser las más populares” como en España, Portugal, México o Malta.
No obstante, según Kaisu Koskela, muchos nómadas no utilizan las DNV y continúan viajando con visas de turismo y estrategias de movilidad alternativas porque estas visas contemplan “requisitos de solicitud difíciles de cumplir, una carga administrativa excesiva y una incompatibilidad con el estilo de vida nómada de este tipo de trabajadores”.
De acuerdo con los estudios de la investigadora del RUNOMI, los nómadas digitales cambian de ubicación de uno a dos meses de promedio, mientras que las DNV suelen durar de uno a dos años. “El talento remoto debería tener los mismos derechos para solicitar residencia permanente y ciudadanía que otras vías migratorias ya establecidas”, adujo.
Alberto-Horst Neidhardt y Ali Greene
Mientras Alberto-Horst Neidhardt, analista sénior de Políticas y director del Programa Europeo de Diversidad y Migración de EPC (European Policy Centre), evidenció, en la misma mesa redonda, la “complejidad” y la diversidad de iniciativas nacionales para coordinar una respuesta común al teletrabajo internacional, Ali Greene, coautora del libro Remote works, recreó cuarenta experiencias de nómadas digitales en los cinco continentes durante los últimos diez años basándose en valores más allá de indicadores como los procedimientos burocráticos o las condiciones económicas.
Texto: Javier Picos / Fotos: Zaida del Río.





