La falta de talento cualificado se consolida como uno de los principales frenos estructurales de la economía española. Así lo advierte el informe del Consenso Económico y Empresarial, correspondiente al cuarto trimestre del año, que elabora PwC desde 1999, a partir de la opinión de un panel de 450 expertos, empresarios y directivos. El economista y profesor Fernando Tomé (Universidad Nebrija) participa en este análisis.
El informe subraya que miles de vacantes continúan sin cubrirse cada año en sectores estratégicos como tecnología, ingeniería, salud o industria avanzada, pese a que España mantiene una de las tasas de desempleo más elevadas de la UE. Esta paradoja, señalan los autores, refleja una brecha creciente entre las necesidades reales de las empresas y la formación de los profesionales disponibles.
El impacto de la inteligencia artificial sobre este escenario es otro de los puntos clave del estudio. El 62 % de los encuestados cree que la IA generará nuevas oportunidades laborales, aunque advierten de que esto solo ocurrirá si el sistema educativo y formativo es capaz de adaptarse con rapidez a las nuevas competencias que exige la digitalización. Un 19 % considera, por el contrario, que la IA podría ampliar la brecha de talento por la falta de perfiles cualificados. La conclusión general apunta a un desafío urgente: actualizar la educación y la formación para no quedar rezagados en un mercado laboral en transformación acelerada.
Cambios en el sistema educativo
La encuesta identifica con claridad las raíces del problema. Un 43 % de los panelistas atribuye la falta de talento a la escasa conexión entre el sistema educativo y las necesidades reales del mercado laboral, mientras que un 21 % destaca la insuficiente inversión en formación y la falta de preparación del profesorado ante los retos tecnológicos. A estas causas se suman otros factores, como la poca competitividad salarial —apuntada por otro 21 %— o la limitada oferta de formación profesional especializada. En conjunto, el diagnóstico señala un ecosistema formativo que necesita cambios profundos para garantizar perfiles preparados y alineados con la demanda empresarial.
El estudio también analiza otros elementos que influyen en la productividad y en el desarrollo del talento. El 48,8 % de los expertos considera que la falta de talento cualificado es el principal lastre de la productividad en España, mientras que la temporalidad y la alta rotación laboral siguen considerándose obstáculos. Tras la reforma laboral, la temporalidad ha descendido al 15 %, pero un 58 % de los encuestados cree que aún dificulta la formación y las posibilidades de promoción. Además, más de la mitad estima que los frecuentes cambios de empleo —que afectan a 3,4 millones de personas cada trimestre— erosionan la continuidad del aprendizaje y la especialización de los trabajadores.
Políticas sólidas de integración y formación profesional
Por último, la encuesta aborda posibles soluciones. Casi la mitad de los participantes la apoyaría una regularización extraordinaria de inmigrantes solo si va acompañada de políticas sólidas de integración y formación profesional. El estudio concluye que España no solo enfrenta un problema coyuntural, sino un reto estructural en la formación del talento, cuya resolución exige una transformación coordinada entre empresas, administraciones y el sistema educativo. De lo contrario, advierten los expertos, el país corre el riesgo de impedir su propio crecimiento económico en los próximos años.
