La doctora Freire ha participado como “profesora extraordinaria” dentro de la asignatura de Escenarios internacionales y Globalización II del Grado en Relaciones internacionales. La sesión magistral de la profesora se impartió el pasado martes 25 de noviembre.
“Política agresiva defensiva”, así es como Raquel Freire, investigadora de Centre for Social Studies, ligado a la Universidad de Coímbra, trata de definir la política exterior de Rusia en estos últimos años. Durante la sesión, se estableció y analizó cuales están siendo las principales líneas de actuación en la política exterior de Rusia; una política “pragmática, multivectorial y policéntrica”.
Con una agenda política exterior marcada por situaciones de conflicto prolongado, como el caso de Ucrania, la profesora Freire se muestra muy contundente a la hora establecer los límites a los que el antiguo país soviético está dispuesto a llegar: “Rusia ha demostrado que está dispuesta a proteger su área de influencia por la fuerza si la necesita”.
Profesora de Relaciones Internacionales en la Facultad de Economía de la Universidad de Coímbra, María Raquel Freire, ha dirigido su investigación hacia estudios de paz, peacekeeping y peacebuilding. Más concretamente el estudio de la política exterior de Rusia y el Espacio post-Soviético. Doctorada en 2002 en Relaciones Internacionales por la Universidad de Kent (UK), es autora de diversos estudios como Conflict and Security in the Former Soviet Union: The Role of the OSCE (2003), A Rússia de Putin: Vectores Estruturantes de Política Externa, Almedina, (2011).
Se produjo un intenso debate marcado por la actualidad en países como Ucrania o la relación del país exsoviético con la Unión Europea y sus “políticas de vecindad”: “No imagino otra solución política para Ucrania que no sea la federalización”. La falta de una política exterior unificada en Europa sirve de apoyo a la estrategia política de Rusia basada en el concepto de “Greater Europe” y que, una vez más, demuestra su ventaja competitiva derivada del establecimiento de negociaciones bilaterales con estados europeos, como es el caso de Alemania y la construcción del gaseoducto Nord Stream. Así hablaba la profesora Freire a cerca de esta falta de unidad política y su demostración en el caso de Crimea: “Rusia sabía que no habría respuesta militar a la anexión de Crimea”
Pero la amplitud de Rusia supera con creces la política continental europea, con las últimas previsiones del Banco Central Ruso que establecen un crecimiento aproximado del 0,5% del PIB para 2015, el gigante euroasiático ha decidido centrarse cada vez más en el pivoteo de sus políticas hacia las relaciones con China y Asia central. La traducción política de este viraje ha tomado la forma de acuerdos energéticos con China o la creación este mismo año del Banco de Desarrollo de los BRICS. Valorada como una: “estrategia de desarrollo alternativa al orden establecido por el Banco Mundial”, podemos considerarla como un paso más por parte de Rusia en su afán de retomar el poder y la influencia global que otrora le perteneció.
