Creciendo tras el 11M

Los alumnos de primer curso tenían entre seis y ocho años el 11 de marzo de 2004. Hoy los estudiantes del Grado en Periodismo de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nebrija rememoran el atentando con la intención de analizar el acontecimiento desde una perspectiva adulta. ¿Qué recuerdan del 11M? 

Y es que se cumplen doce años del mayor atentado terrorista de España. Aquel fatídico 11 de marzo de 2004, 192 personas perdieron la vida tras las explosiones de cuatro trenes que se dirigían a la Estación de Atocha, en Madrid. La capital se tiñó de negro aquel jueves y el país se mostró más unido que nunca ante la masacre. 

“Recuerdo que estaba enferma en casa y que veía los dibujos; cortaron la programación y se dio paso al informativo. Dijeron que habían atentado contra Madrid”, explica Claudia Vázquez. La misma experiencia rememora Gabi Galdón y afirma que, después, en el colegio, los niños hablaban del atentado y que, incluso, se “metían miedo unos a otros”.

Luis Velasco también estaba frente al televisor pero atravesó una situación más dramática por el hecho de que su hermana residía cerca de Atocha. “Mis padres estaban dormidos, fuimos a avisarles y llamaron corriendo a mi hermana, que estaba estudiando en Madrid”, apunta. “Mi madre se puso a llorar a lágrima viva”, indica emocionado.

El recuerdo infantil según los expertos

La memoria sólo almacena interpretaciones de la realidad, ésta es dinámica, involuntaria y se encuentra en continua actualización en función de las necesidades y de las experiencias de cada etapa de la vida. En edad preescolar, los niños no tienen interiorizado los conceptos de tiempo y la capacidad para diferenciar entre realidad y ficción, por eso aparece el fenómeno de la amnesia infantil. Después de esta etapa, los niños con edades de entre cinco y siete años pueden recordar entre el 63% y el 72% de las vivencias, como muestra una investigación de la Universidad de Atlanta.

Juana Rubio, profesora de la Universidad Nebrija y licenciada en Psicología, analiza cómo pudo afectar el 11M a los niños de seis años. La docente señala: “La memoria tiene dos procesos, uno es identificar, reconocer las cosas, y el otro es reproducir los hechos,  que es mucho más complejo”. Además, se debe tener en cuenta “la capacidad de olvido en los menores” ya que “los niños guardan en el inconsciente los recuerdos que no les interesan”. “El olvido es necesario no sólo como mecanismo de defensa sino también como forma de dejar que entren cosas nuevas”, puntualiza.

Aunque los alumnos de primero del Grado en Periodismo contaban con edades similares, no todos recuerdan el atentado con la misma claridad. Mientras que Alex Aloy asegura no recordar “prácticamente nada”, Enrique Robayna declara que este acontecimiento supuso un punto de inflexión en su niñez, en la medida en que tomó conciencia de la existencia del terrorismo islámico. “Lo primero que pensé es que había sido ETA”, sostiene y manifiesta: “Empecé a reconocer la imagen de Bin Laden, se le mostraba cada vez más”. Alejandra Bonet se siente más reflejada con lo expuesto por el primero de estos alumnos: “Sólo recuerdo que mi padre llamó a un amigo para asegurarse de que estaba bien”.

Dos estudiantes se encontraban en Estados Unidos: Alex Martínez, en Florida, e Itzel Sánchez, en California. “Mis padres empezaron a llamar a nuestros familiares, estábamos asustados”, reconoce Alex Martínez. En cambio, Itzel Sánchez no logra recordar demasiado y considera que los medios de comunicación estadounidenses no dedicaron toda su atención al atentado.

Madrid sufre, la ciudad recuerda

El coordinador del Grado en Comunicación Audiovisual, Nicolás Grijalba, explica cómo vivió Madrid el atentado del 11M.  “Miedo, silencio y crispación son las tres palabras que hablarían de la ciudad”, cuenta el profesor. Añade que la capital poco a poco retomó su ritmo pero que pasaron “unos días de silencio y angustia”. Reflexiona también sobre el ambiente de crispación política que obligaba al ciudadano a posicionarse y acerca de la actitud del Gobierno cuando todavía no había consciencia de la autoría del atentado.

“Estaba en el Colegio Montpellier, del Barrio de la Concepción, al lado de la Mezquita de la M-30. El ambiente estaba muy agitado, en los pisos de arriba había estudiantes llorando porque no sabían donde estaban sus padres”, comparte, por su parte, Belén Blanco. Además, recuerda especialmente la actitud de su abuela. Cuando la recogió la abroncó por llorar ante un incidente menor, “toda una lección de vida, había que relativizar”.

“En mi colegio, en Aravaca, hicimos un minuto de silencio. Sonó una sirena en medio del patio pero no sabíamos muy bien qué había pasado”, aporta Isabel Martín. Cristina de la Morena, explica que no descansó hasta que consiguió que su madre contactará con su padre ya que se había marchado a trabajar. “Estaba muy nerviosa, no sabía si le había pasado algo”, rememora aún con cierta intranquilidad.

Tensión mediática

Los medios de comunicación se volcaron en la noticia. Las redacciones de toda la nación se paralizaron ante el acontecimiento y los periodistas tuvieron que reaccionar frente al dolor para indagar en lo ocurrido.

Mercedes Herrero, coordinadora del Máster en Periodismo en Televisión, trabajaba en los servicios informativos de Telemadrid en el momento del atentado. “Todo era muy dramático y muy confuso”, recuerda. Cubrió la información desde un hospital de Madrid y comenta las enormes dificultades que tenían todos los periodistas para llegar a los datos. “Recuerdo mucho silencio”, comenta la periodista, visiblemente emocionada. “No esperas que eso vaya a ocurrir”, atestigua. 

Además, resalta el papel crucial que jugaron los SMS durante los momentos de caos, en los que las líneas se colapsaron: “Por primera vez fuimos conscientes del impacto que podría tener ese embrión de las Redes Sociales”. “La manifestación de ese sábado, por ejemplo, se movió por mensaje”, declara, haciendo alusión a la convocatoria ciudadana previa a las elecciones generales del 14 de marzo.

Doce años después, y ahora sí a través de las Redes Sociales, los ciudadanos siguen recordando el atentado y, sobre todo, a las víctimas –mayoritariamente a partir de la etiqueta #11-M-. A través del hashtag #NiOlvidoNiPerdono los usuarios de Twitter han lanzado comentarios de recuerdo y alusiones acerca de la desinformación del Gobierno en ese momento. También se registran numerosos comentarios relacionados con el uso partidista del atentado. Además, está siendo muy comentado el acto de recuerdo en memoria de los fallecidos que se ha celebrado en Madrid. 

El presidente del PP catalán, Xavier García Albiol, ha realizado un polémico tuit en el que declara: “Tal día como hoy unos canallas asesinaron a 192 personas. Siempre estaremos al lado de las víctimas del terrorismo #11-M”. El autor ha decidido eliminar el comentario tras su repercusión.

Los alumnos de primero del Grado en Periodismo, que entonces eran niños, recuerdan ahora, desde la madurez, aquel fatídico día de marzo en el que la primavera parecía estar más lejos que nunca.

Reportaje elaborado en la asignatura Redacción Periodística por los alumnos Alex Aloy, Belén Blanco, Alejandra Bonet, Cristina de la Morena, Julia de las Heras, Gabriela Galdón, Isabel Martín, Alejandro Martínez, Enrique Robayna, Itzel Sánchez, Claudia Vázquez y Luis Velasco con la profesora Marta Saavedra.

 

Comentario

  1. ¡¡Enhorabuena a todos!!
    Muy bonita reflexión y profundo el análisis de un día tan triste y aún en el recuerdo de todos.
    Me ha emocionado leer vuestro reportaje.
    Muchas gracias…