Nuestro trabajo ocupa gran parte de nuestro día a día y por eso es importante que consigamos sentirnos bien y satisfechos en esta área de nuestra vida. Por ello, Nebrija Alumni organizó un ciclo de dos sesiones para aprender a afrontar la realidad del mercado laboral con estrategias efectivas y cómo gestionar tus emociones en situaciones de crisis en el entorno laboral.
La segunda sesión de este ciclo estuvo protagonizada por las emociones y fue impartida por Dionne Beltrao, socia directora de Nui People, consultora dedicada al desarrollo de las personas y los equipos desde el bienestar, la efectividad y la salud en el trabajo. Beltrao es consultora experta de mindfulness e instructora de meditación, coach ejecutiva y de equipos especializada en el desarrollo de personas, equipos y liderazgo impartiendo formación y/o participando en proyectos de consultoría.
Beltrao quiso enseñar a los asistentes cómo es posible dejar espacio para las emociones en el trabajo. Para ello, el primer consejo de la experta fue “asumir que somos humanos, que sentimos y estamos vivos. No podemos dejar los sentimientos de lado en el trabajo”.
La coach explicó que tenemos miedo a dejar ver la vulnerabilidad en nosotros, pero la gestión emocional empieza por entender y reconocer nuestras emociones. “Las emociones son adaptativas y nos dan información para prepararnos o reaccionar de determinada forma”, por eso es importante dejarnos sentirlas, pero no dejar que nos dominen. “Ignorar, reprimir o negar emociones nos provoca una energía emocionar que nos puede estallar por dentro y nos puede enfermar a nivel físico o mental porque esa energía no la hemos canalizado bien”, aseguró Beltrao. Si, por el contrario, esta energía estalla hacia fuera de malas maneras, “nos convertimos en la emoción, no pensamos y la emoción nos controla”.
Dionne Beltrao explicó el concepto de vulnerabilidad selectiva que consiste en “permitirnos mostrarnos vulnerables en entornos controlados, de confianza, en el momento que queremos”.
Otro de los puntos que la experta quiso trabajar es cómo comunicamos nuestras emociones y recibimos las de los demás. Beltrao afirmó que en nuestro día a día laboral el ordenador es un intermediario en nuestra comunicación “que puede dificultar una correcta transmisión y comprensión de las emociones”. Es importante detectar qué queremos comunicar y no dejar que la emoción nos domine en determinadas situaciones laborales que puede acarrear estrés.
Para ello, Beltrao propuso “humanizar” momentos laborales como las reuniones dejando un espacio para expresar las emociones propias y preguntar por las de los demás: “Dejar un espacio saludable en el que poder expresarnos y escuchar de manera empática al otro”, una cualidad que, asegura la coach, hay que entrenar.
Otro factor que puede ayudar a la gestión de las emociones es diferencia entre los juicios y los hechos a la hora de recibir lo que otros nos comunican. Eso nos ayudará a ordenar las emociones y saber qué estamos sintiendo realmente.
También recomendó “un uso impecable de las palabras” a la hora de comunicarnos porque las palabras tienen una capacidad muy alta de influir en cómo se sienten los demás, por lo que tenemos que tener cuidado a la hora de elegir cómo nos expresamos.
“Hacernos responsables de lo que sentimos” nos ayudará a aceptar las emociones y poder actuar en consecuencia sin dejar que estas nos dominen y hablen por nosotros sin reflexionar.
Por último, Dionne Beltrao recomendó “atraer la amabilidad a los entornos de trabajo” para crear lugares agradables y seguros en los que expresarnos ya que forman una gran parte de nuestra vida.

