La familia y los valores fueron el hilo conductor de la graduación celebrada en una cálida tarde de junio en un entorno único y natural: el Campus de Ciencias de la Vida en La Berzosa. Más de 400 estudiantes finalizaron este día sus estudios de Formación Profesional, mostrando alegría en sus rostros, vestidos con sus mejores galas y arropados por familiares, profesores y demás miembros de la comunidad Nebrija, preparados para recibir con orgullo la beca que les fue impuesta por la mesa presidencial, símbolo del esfuerzo realizado.
Los diferentes discursos, tanto institucionales como los del padrino, docentes, familiares, empresas y estudiantes, marcaron el ritmo de una tarde intensa y cargada de emociones.
Juan Padilla, director general de Institutos Nebrija, fue el primero en tomar la palabra durante la ceremonia, ofreciendo un mensaje motivador y animando a los estudiantes a convertirse en personas comprometidas, generosas y, sobre todo, a no dejar nunca de buscar la superación personal, elogiando los valores que representan a la comunidad Nebrija. Citando a Helen Keller —”Solo somos realmente grandes cuando actuamos desde el corazón”—, Padilla subrayó que el verdadero valor de una persona no reside únicamente en los conocimientos adquiridos, sino en la manera en que actúa y se relaciona con los demás.
Pedro García Aguado y la historia de Yilian Lane
El acto de graduación de la tercera promoción del Instituto Nebrija de Formación Profesional contó con la presencia de un padrino excepcional: Pedro García Aguado, campeón olímpico y del mundo en waterpolo, medalla de Oro de la Real Orden al Mérito Deportivo, educador parental y conocido por su participación y dirección en diversos programas de televisión como Hermano Mayor.
García Aguado abrió su discurso compartiendo una historia real, la de Yilian Lane, una niña de los años 70 con un comportamiento inquieto, que fue etiquetada erróneamente como problemática. En una época en la que apenas se hablaba de educación inclusiva, se consideró que Yilian debía ser derivada a un centro especial. Pero un psicólogo, al observar su reacción al hilo musical que sonaba en la sala, vio algo que nadie más había percibido. Aunque nunca había recibido clases de danza, su cuerpo hablaba el lenguaje del movimiento con una naturalidad asombrosa. Aquel profesional supo que no estaba ante una niña problemática, sino ante un talento en bruto. Esa niña, que casi fue excluida del sistema educativo, se convertiría años más tarde en coreógrafa de grandes musicales en Broadway y Londres. Un giro inesperado fruto de alguien que creyó en ella.
Con esta historia como hilo conductor, Pedro García Aguado invitó a los graduados a reflexionar sobre cómo actuar cuando las cosas no van bien. Porque la clave, insistió, no está en lo que ocurre, sino en la actitud. Recordando su experiencia como educador y deportista de élite, compartió lo que él llama el “principio de realidad”: cinco claves para afrontar la vida con coraje, propósito y autenticidad. Habló del talento, citando el libro Fuera de serie y la teoría de las 10000 horas para destacar que toda habilidad necesita práctica, dedicación y pasión para convertirse en fortaleza. Subrayó el valor del esfuerzo, animando a los estudiantes a pensar diferente.
El exdeportista reivindicó la importancia de saber gestionar la presión, de mantenerse firmes en escenarios exigentes sin perder el equilibrio, y lo expresó con rotundidad: “Que nadie os diga nunca que no podéis”. También habló del miedo, evocando a Nelson Mandela, para recordar que el verdadero valor no reside en no tener miedo, sino en atreverse a conquistarlo.
Y cerró con una reflexión sobre la generosidad, un valor esencial en cualquier profesión y en la vida, que Nebrija cultiva con orgullo y transmite como parte de su sello educativo.
La familia, ese bote salvavidas
En esta ocasión, el Instituto Nebrija de Formación Profesional quiso destacar la voz de las familias de los graduados, reconociendo el valor del amor, el apoyo y el arropo incondicional que ofrecen en momentos tan decisivos como la educación de sus jóvenes. Siete familias, representantes de los distintos ciclos graduados, participaron en un emotivo vídeo lleno de sinceridad y gratitud, donde agradecieron a sus hijos y hermanos su dedicación y esfuerzo a lo largo de estos dos años de formación.
Mientras el vídeo se emitía en las grandes pantallas del campus de Ciencias de la Vida en La Berzosa de la Universidad Nebrija, las miradas de los estudiantes se llenaban de emoción y gratitud hacia sus familias, siendo conscientes del apoyo y cariño que les ha dado en cada paso del camino. Fue un instante cargado de sentimientos, un reconocimiento silencioso al esfuerzo conjunto que ha hecho posible llegar hasta ese momento.
Palabras de agradecimiento y recuerdos de los estudiantes
Algunos estudiantes tomaron la palabra en representación de sus compañeros de ciclo, expresando con emoción los aprendizajes, recuerdos y desafíos vividos durante su etapa en el Instituto. Entre ellos estuvieron Adrián del Cura Longarte y María José Sandoval Pérez, de los ciclos de Administración y Finanzas y Comercio Internacional, respectivamente. También participaron Óscar Anguita Aragón, graduado en Marketing y Publicidad, y Marcos Fernández Núñez, estudiante de Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma.
Una oda a la esperanza, al esfuerzo y al futuro
No podíamos dejar sin banda sonora este magnífico acto de graduación. La música quiso estar presente para acompañar en este momento tan especial a todos los presentes. Mafer Briz, alumna de segundo curso de Comunicación Audiovisual en la Universidad Nebrija, ofreció a los graduados una emotiva interpretación de las canciones Color Esperanza, de Diego Torres y I Will Survive, de Gloria Gaynor . Su voz llenó el auditorio con unos himnos vibrantes que celebraban la importancia del esfuerzo, la luz constante de la esperanza y el sueño compartido de un futuro repleto de nuevas oportunidades y retos por recorrer.
Una graduación que mira al futuro
Las empresas también estuvieron presentes en una tarde llena de momentos memorables, que recordaron cada una de las razones por las que la educación en Nebrija es reconocida por su excelencia. Este acto de graduación, celebrado en un entorno natural privilegiado, no solo fue una celebración por el cierre de una etapa, sino también una reafirmación de la mirada firme hacia el futuro que caracteriza al Instituto Nebrija de Formación Profesional.
Nebrija mantiene un compromiso profundo con el tejido empresarial, escuchando activamente sus necesidades y formando profesionales no solo en conocimientos técnicos, sino también en valores éticos y responsabilidad social.
Como muestra de esta alianza entre educación y empresa, el Instituto hizo entrega de la Mención al Apoyo de la Formación Profesional a ACCIONA, en reconocimiento a su labor activa en el impulso de la Formación Profesional. Este galardón, de gran valor simbólico, fue diseñado por estudiantes del área de Informática del propio instituto como ejemplo del talento que se desarrolla en nuestras aulas.
In memoriam
Durante el acto se recordó con cariño y respeto a Jennifer Micaela Castro Ortega estudiante del Grado Superior de Marketing y Publicidad, quien falleció recientemente. Toda la comunidad Nebrija se une con cariño en su memoria.
Los profesores, ese eslabón imprescindible en la cadena formativa
En el turno de los docentes, el coordinador del área de Informática y Comunicaciones, José Carlos Rodríguez de la Llana, puso en valor la dedicación y entrega del claustro de profesores del Instituto Nebrija de Formación Profesional, el verdadero pilar del proceso educativo.
Agradecimiento sincero de la Comunidad Nebrija
José Muñiz, rector de la Universidad Nebrija, puso el broche final al acto expresando un agradecimiento sincero a todas y cada una de las personas presentes, y felicitando a los graduados por este importante logro.
Muñiz resaltó la formación integral que se imparte en Nebrija y destacó la importancia de integrar tres dimensiones fundamentales: lo personal, lo profesional y lo social, ingredientes esenciales para lograr una educación armoniosa y completa. Incidió en los valores que definen a Nebrija y subrayó la necesidad de cultivar la pasión, especialmente la pasión por el conocimiento y el aprendizaje constante.
Citando a Cervantes en su inmortal Don Quijote, Muñiz recordó la libertad como “preciados dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre”. Invitó a los graduados a no temer al futuro y a levantarse cada día con entusiasmo y determinación para continuar su camino.
Toda la vida por delante
El rector finalizó su discurso de la siguiente manera: “Este acto de graduación marca un antes y un después en la vida de quienes hoy lo celebramos, pero también es un preludio lleno de ilusión y esperanza para lo que está por venir”.
El próximo año, el Instituto Nebrija de Formación Profesional abrirá nuevas puertas y caminos con la graduación de ciclos formativos en áreas esenciales para la salud y el bienestar, como Laboratorio Clínico y Biomédico, Anatomía Patológica, Dietética e Higiene Bucodental.
Nebrija sigue caminando firme hacia ese horizonte. Como diría Gloria Gaynor:
| At first, I was afraid, I was petrified, […] And I grew strong.I will survive, I’ve got all my life to live. |
Al principio, tenía miedo, Estaba petrificada, […] Pero me fortalecí.Sobreviviré, Tengo toda mi vida por delante. |
Texto: María Olivares / Fotos: Zaida del Río y M.O.
















