Cátedra Nebrija-Santander en Inteligencia Ejecutiva y Educación

El filósofo José Antonio Marina, miembro del Patronato de la Universidad Nebrija, inicia los seminarios formativos

“La educación es la construcción de la memoria, nuestros objetivos condicionan nuestra percepción”. Con estas palabras, el filósofo e investigador José Antonio Marina, miembro del Patronato de la Universidad Nebrija, abrió el primer seminario de la Cátedra Nebrija-Santander en Inteligencia Ejecutiva y Educación, el miércoles 5 de febrero en el Campus de la Dehesa de la Villa.

La Universidad Nebrija, en colaboración con la Fundación Universidad de Padres y la Fundación Trilema y con el patrocinio de Santander Universidades, ha creado esta cátedra con el doble objetivo de crear una propuesta didáctica en inteligencia ejecutiva y profundizar en el conocimiento de las competencias en ese campo y de aplicar un modelo pedagógico con una dimensión práctica.

La rectora Mª Pilar Vélez, en la presentación del seminario, explicó que este campo puede ser un buen punto de referencia y posicionamiento para la Universidad Nebrija e insistió que la cátedra no sólo pretende la formación de los participantes sino que también requerirá del trabajo colaborativo de todos. La creación de un modelo pedagógico con base en la inteligencia ejecutiva y su entrenamiento renovaría el sistema docente y contribuiría a una mejor comunicación con el alumno y con la sociedad.

Por su parte, el coordinador de la cátedra, Jesús Manso, explicó cómo se ha ido gestando el proyecto desde septiembre y cómo la participación de los patrocinadores ha sido decisiva.

En el primer seminario de formación y trabajo, José Antonio Marina expuso el modelo de la Inteligencia Ejecutiva, revisando las aportaciones de diferentes estudiosos desde 1921 hasta la actualidad. Como manifestó, aún no existe una teoría general que cumpla los siguientes requisitos: empirismo, amplitud, coherencia, compatibilidad con otras teorías, aplicación práctica, capacidad predictiva y fecundidad.

Marina expuso la dualidad de la inteligencia existiendo dos etapas, la generadora o computacional y la ejecutiva o de control. El reto sería controlar o dirigir adecuadamente las actividades mentales para lo que debemos elegir las metas, movilizar los conocimientos, gestionar las emociones y aprender las operaciones necesarias. “Es un tema realmente importante y nosotros, la Universidad Nebrija, podemos ser los primeros”, apuntó motivando a los asistentes.

El filósofo explicó la importancia de contar con un equipo interdisciplinar que pueda apoyarse y complementarse. De hecho, incidió en que “las buenas ideas vienen de la conexión entre corazonadas que se testan, comprueban y aplican” por lo que “la colaboración y la conectividad son imprescindibles”. “La conectividad refuerza la suerte, la posibilidad de hallar una solución innovadora”, expresó, al tiempo que recordó: “Cuando una persona tiene un proyecto, tiene una alerta, un radar que busca soluciones”.

La colaboración de los distintos participantes conllevará la definición de distintas líneas de investigación y trabajo en los siguientes dos seminarios que completan la propuesta inicial de la cátedra y que se celebrarán también en Dehesa de la Villa los próximos 10 y 12 de febrero. A priori, Marina apuntó el campo de la lingüística, las matemáticas y el fomento de la creatividad como puntos de partida interesantes.

 

2 Comentarios

  1. Hola,

    Estoy muy interesada en conocer más detalles de la cátedra sobre inteligencia ejecutiva y educación. Desde hace años trabajo en un proyecto para acercar al mundo educativos las habilidades del coaching y otras disciplinas para ayudar a los padres y a los jóvenes a desarrollar todo el potencial que llevan dentro.

    Les agradezco cualquier información que me puedan dar respecto del los próximos seminarios.

    Atentamente
    Cristina