La Universidad Nebrija ha realizado junto a la Escuela de Organización Industrial EOI un estudio en profundidad sobre la situación y conveniencia de mejora del modelo de desarrollo turístico español. Trabajo que creemos que estará publicado en el próximo mes de octubre y en el cual han colaborado casi un centenar de expertos que han emitido numerosas conclusiones y recomendaciones, fuente de futuras mejoras.
Es importante reflejar que el conjunto de las personas consultadas por medio de las dinámicas de grupo llegan a identificar cinco grandes problemas de naturaleza sectorial, que aquejan hoy al turismo español. El primero de ellos, de carácter económico, se refiere a la fuerte caída del rendimiento de las inversiones en turismo, manteniendo muy bajos REVPAR y aceptándose una política de precios en donde éstos aparecen envilecidos. El segundo se refiere a la degradación ambiental y paisajística, que el turismo ha provocado en numerosos destinos y territorios españoles. En tercer lugar, se destaca la progresiva caída de la calidad de los servicios y productos turísticos. En cuarto lugar, se observa el estancamiento de la generación de empleo en el sector. Y por último, la incapacidad sectorial para captar turismo de gasto elevado.
Los objetivos que se plantea el sector turístico español pueden resumirse en uno solo: el deseo de alcanzar un desarrollo turístico, en el cual el rendimiento o tasa de variación real conjunta sostenida de la actividad turística oscile en el 2014 y 2020 entre el 3,5 por ciento y el 4 por ciento. En principio, puede pensarse que esas variaciones que parecen muy moderadas y contenidas no serían lo suficientemente importantes para alcanzar la totalidad de los objetivos generales y específicos expuestos en la propuesta. Sin embargo, alcanzar tales niveles de crecimiento exigirá de manera permanente una política de producto muy intensa. Que partiendo de las inversiones necesarias sea capaz primero de incorporar nuevos productos o atractivos. Segundo, sustituir y renovar muchos de los tradicionales productos, que en estos momentos requieren un cambio. Y en tercer lugar, aplicar una política de mejora de destinos tradicionales, los cuales necesariamente han de renovarse y estimularse ante el crecimiento del turismo internacional, cada vez con un mayor número de productos nuevos, con alicientes y atractivos sorprendentes.
Existe un reconocimiento general de la sociedad española, que valora al turismo como factor de desarrollo e impulso económico de gran importancia. Pensamiento que también defienden, de alguna manera, los grupos de dirección y planificación de la economía. Consenso que ha de ser utilizado para conseguir actitudes unánimes, impulsoras de apoyos al turismo. Colaboradoras desde cualquier grupo de presión, mediante la recuperación de viejas consignas como “el turismo es cosa de todos”. Integración cuyo objeto será conseguir una conciencia colectiva más participativa.
Manuel Figuerola, director del Doctorado en Turismo de la Universidad Nebrija.
