Homenaje a Alonso Zamora Vicente, el impulsor de la universidad de hoy

La Universidad Nebrija ha acogido, en el Campus Madrid-Princesa, la primera de las dos jornadas del homenaje al filólogo, dialectólogo, lexicógrafo y escritor Alonso Zamora Vicente con motivo de los 100 años de su nacimiento, en Madrid, en 1916.

Para recordar al escritor, la Universidad Nebrija se ha unido a la Universidad Complutense, donde Zamora Vicente fue catedrático, y a la Real Academia Española, de la que formó parte desde 1967 y de la fue secretario perpetuo.

Esta primera jornada ha sido inaugurada por los rectores de la Universidad Nebrija, Juan Cayón, y el rector de la Universidad Complutense, Carlos Andradas. Cayón ha recordado las primeras impresiones que tuvo al conocer a Zamora Vicente “una persona que derrochaba juventud de espíritu” y se ha mostrado agradecido de que ayudara a poner en marcha la Universidad.

Carlos Andradas ha afirmado que Zamora Vicente “sigue actuando sobre nosotros como una brújula” y ha destacado que ante todo fue un “universitario” toda su vida.

El presidente de la Fundación Antonio de Nebrija, Manuel Villa-Cellino, también ha dirigido unas palabras a los asistentes para recordar la figura del escritor del que ha destacado la importancia que tuvo, “su carisma, el impulso y la ilusión que puso para los inicios de la Nebrija”.

Con motivo de este homenaje, Manuel Villa-Cellino ha inaugurado el aula Alonso Zamora Vicente para recordar al filólogo y su vital labor para el mundo de la lengua y la cultura castellana y para acercar su figura a los actuales alumnos de la Universidad.

La jornada ha continuado con una primera mesa en la que han participado varios catedráticos universitarios para analizar el tratamiento de la lengua y la cultura popular que hizo Zamora Vicente. Carmen Mejía Ruiz, de la Universidad Complutense, ha sido la encargada de moderar la mesa compuesta por Alonso Zamora Canellada, hijo del homenajeado; Jesús Sánchez Lobato, también perteneciente a la Complutense; Ana María Cano, de la Universidad de Oviedo; Antonio Viudas, catedrático de la Universidad de Extremadura y Marta Baralo de la Nebrija.

Su hijo ha compartido recuerdos de la infancia, entre ellos la gran cantidad de personalidades de numerosas disciplinas que pasaban por su casa. “Siempre nos inculcó en casa la importancia del trabajo que hay que hacer”, ha destacado Zamora Canellada como idea constante de su padre.

Sánchez Lobato ha destacado la importancia que Zamora Vicente le dio al habla y a la cultura popular con una de sus afirmaciones: “la enseñanza del hablar se enseña hablando y la de escribir, escribiendo”. Ana María Cano ha compartido esta idea en su discurso relatando la cercanía del filólogo y su mujer, María Josefa Canellada, con el pueblo y el ambiente rural asturiano.

Antonio Viudas afirmó que Zamora Vicente “consiguió sacar el viajero que había en mí, porque él también lo era”, y ha destacado que siempre hizo lo que quiso aunque no se ajustara a la norma.

Marta Baralo ha puesto el acento en la gran capacidad que tuvo el escritor para “hacerse entender por gente de muchos sitios distintos” como han demostrado sus antiguos alumnos de todo el mundo.

En la segunda mesa redonda de la jornada, moderada por Juan Ribera, catedrático de la Universidad Complutense, han intervenido José Carlos Rovira, de la Universidad de Alicante; Pablo Jauralde, de la Autónoma de Madrid; Leonardo Romero, de la Universidad de Zaragoza y Elena Cianca, perteneciente a la Real Academia Española.

En esta mesa, los ponentes han analizado la figura de Alonso Zamora Vicente como escritor, y han analizado algunas de sus obras. El catedrático Rovira ha afirmado que Zamora Vicente “es considerado como una persona de referencia tanto a nivel personal como profesional”, y Leonardo Romero ha destacado la utilización que el escritor hacía del léxico “cuidado y que dota de gran expresividad al texto”.

Por la tarde, en el Paraninfo de la Facultad de Filología de la Universidad Complutense, los asistentes han podido disfrutar de una lectura dramatizada de los textos del filólogo a cargo de la compañía Nao d’amores, dirigida por Ana Zamora, nieta del autor.

La segunda jornada de este homenaje tendrá lugar mañana jueves, 22 de septiembre, en la Real Academia Española, con una mesa redonda que analizará su trabajo como académico, y la clausura de los actos que estará a cargo del director de la RAE, Darío Villanueva.

Comentario

  1. Se están sentando las bases para dejar de lamentarnos y con la herencia cultural de los escritores e intelectiuales que estaban en madurez en Ciudad Universitaria 1935 estamos construyendo una nueva ágora en nuestra España 2016 que tanto lo necesita. Para la nueva ciencia se necesita más decencia y ética y con el compromiso y el trabajo lo conseguiremos entre todos. La universidad europea necesita un crisol que la purifique. Si los tres filólogos, exiliados del interior de nuestra posguerra, entre otros nos han mantenido la llama olímpica de la verdadera ciencia en tiempos difíciles hoy es posible un nuevo regeneracinismo que fomente el humanismo y las humanidades frente al mercantilismo que no tiene nada auténtico que vender. En el legado de AZV bebemos historia para mejorar nuestra propia historia. Entre todos lo conseguiremos.