El vuelco de popularidad que están teniendo los partidos de ultraderecha en los últimos años plantea nuevos interrogantes sobre hacia dónde se dirige la política mundial y qué escenarios viviremos en los próximos años. El área de Relaciones Internacionales quiso que los alumnos escucharan de primera mano un análisis de la situación que se plantea tanto en Europa como en América y Rusia con dos profesores expertos en el tema. Francisco Veiga, profesor de Historia Contemporánea en la Universidad Autónoma de Barcelona y Carlos González Villa, profesor de Nebrija e investigador en el mismo proyecto que el profesor Veiga, tuvieron un encuentro con los alumnos para mostrarles las distintas vertientes que tiene la ultraderecha.
Los profesores explicaron este auge como “una recuperación del fascismo en distintas fases desde 1991 con la caída de la Unión Soviética” afirmó Veiga. Los países desagregados de la antigua Unión Soviética vivieron el hundimiento de un sistema socio económico, “parecido a la gran recesión de Estados Unidos”, que produjo la quiebra de la izquierda y aumento de los ultranacionalismos “para llevar ese vacío”. Según ambos profesores “se trata de una ultraderecha con un lenguaje populista que usa los mismos objetivos que tenía la izquierda”. La estrategia de estos partidos es marcar la distancia entre los fascismos clásicos porque “el peso del pasado en estos partidos es demasiado, no se puede justificar”. Los partidos de ultraderecha, tanto en el este de Europa, como en el resto del mundo, no han ganado el poder de golpe, sino que “con pactos se van manteniendo en los parlamentos y son clave en los parlamentos muy fraccionados”, explicó Veiga.
La otra parte de la estrategia consiste en “normalizar su imagen para que los votantes se acostumbren y separarse así de la hipoteca del pasado”. El problema es “que aún no sabemos lo que ocurre cuando estos partidos llegan a copar el poder”, auguró Francisco Veiga.
En Estados Unidos, este sentimiento ultranacionalista surge a partir de la crisis de 2008: “Hay una corriente que nace en las redes contra la corrección política y sobre esto se monta la campaña de la derecha americana” aseguraron los profesores.
En el resto de países europeos que también están viviendo el auge de estos partidos ultranacionalistas se trata de “movimientos identitarios que luchan por mantener la identidad propia de su país frente a la globalización europea y contra la inmigración masiva y la amenaza islámica”. Una de las características que hacen que el fascismo pueda aparecer en tantos países y tan diferentes es que “es muy adaptativo al público que les escucha y a veces es tan solo un estilo que puede infiltrarse en cualquier otro partido”, explicó Veiga.
