El periodismo de investigación ha sido siempre uno de los ámbitos del periodismo más atractivo por su vocación de servicio a la sociedad, pero también requiere de un largo trabajo concienzudo que, en ocasiones, se encuentra con muchos obstáculos para llegar a buen término. En nuestro país, los últimos años están siendo marcados por varios casos polémicos en los que los periodistas se han enfrentado a difíciles investigaciones. Es el caso de los Papeles de Panamá que se destapó mundialmente por la filtración de millones de documentos que el Consorcio de Internacional de Periodistas de Investigación analizó, contextualizó y publicó por el interés público.
Para entender el proceso de estas investigaciones, los alumnos del Máster en Periodismo Digital y de Datos recibieron la visita de Joaquín Castellón, director del departamento de Investigación de La Sexta Noticias, que estuvo al mando de la investigación en España junto a El Confidencial.
Castellón forma parte del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación que agrupa a 200 profesionales en 70 países de todo el mundo que gestionan investigaciones y exclusivas a nivel mundial. En España, Joaquín Castellón dirige la Unidad de Investigación de La Sexta que se creó con “la idea de centralizar la investigación en todas las redacciones de la cadena y poder servir desde ahí a todos los programas”. Castellón explicó a los alumnos que, “muchas veces la gente no sabe qué estás haciendo exactamente y como es a largo plazo piensan que no haces nada, nadie te cree hasta que tienes un background que te avala”. Este fue uno de los obstáculos que se encontraron al principio de la investigación de los Papeles de Panamá, pero tras esta exclusiva “conseguimos ese aval y el reconocimiento, incluso con premios”, añadió el periodista.
Castellón mostró a los alumnos cómo comenzó la investigación y cómo llegaron hasta ellos “una gran cantidad de información desestructurada que había que identificar, hacer legible para los buscadores para sacar nombres en claro”. Con el periodista, los alumnos pudieron conocer estas herramientas de búsqueda que les servirán en su futuro profesional, “aunque esperamos que estos sistemas e datos y búsquedas se desarrollen más para poder hacer el trabajo de forma más rápida”.
Castellón también hizo hincapié en las grandes ventajas de trabajar con periodistas de todo el mundo a través del Consorcio: “trabajábamos y compartíamos la información con todos los periodistas de investigación de forma encriptada y fue muy interesante ver cómo se trabajan en otros medios de todo el mundo. Descubrimos los diferentes intereses de la prensa según el país: por ejemplo, en Latinoamérica, les interesaban los nombres que tuvieran que ver con el crimen organizado; en el norte de Europa, las grandes empresas y en el sur de Europa, corrupción política”, explicó Castellón. También tuvieron que subir y mantener unos estándares de calidad en la información para equipararse todos los países.
Para favorecer la transparencia y credibilidad de la investigación, una vez publicada, se subió a internet toda la información estructurada y procesada. “Estuvimos trabajando año y medio antes de publicar y no pensábamos que fuera a tener tanto recorrido, pero hicimos publicaciones durante más de tres meses con nueva información”, dijo Castellón.
Los alumnos se mostraron muy interesados en conocer cómo se organiza el Consorcio para publicar las exclusivas al mismo tiempo y que ningún medio se adelante. Castellón afirmó que aunque cada país tenía sus propios intereses, “se comprometieron a hacerlo público a la vez y todo el mundo cumplió”. Otro de los puntos importantes del compromiso de los periodistas que forman el Consorcio es que “nos hemos comprometido a no dar datos a policía ni fiscalía antes de publicar las exclusivas desde la perspectiva de que somos periodistas, no formamos parte del sistema judicial, una vez publicado, sí que facilitamos esa información”.
Los alumnos preguntaron cómo es posible estar seguro de que toda esa cantidad de información es veraz, a lo que el periodista explicó que “intentamos comprobar todo muy bien, pero sí existía un miedo de que al tratarse de una filtración que nadie sabe de dónde había llegado, la información, o parte de ella, estuviera manipulada. Ahora no tenemos ninguna duda de la veracidad de toda la información”, aseguró Castellón.
Uno de sus métodos, antes de publicar, “era comprobar con la persona afectada su versión de la historia. En ocasiones nos aportaban la documentación necesaria y acreditaban que todo era legal”, explicó el periodista.




