“La cultura es importantísima para poder diseñar. Sobre ella descansa vuestra creatividad”

¿Qué puede unir a un diseñador, un cocinero, una vermutera de interiores, unas investigadoras y una diplomática? Sin duda, sus ganas de cambiar el mundo y una conferencia sobre el mundo del diseño. Una conferencia que acogió el Colegio de Arquitectos de Madrid el martes 26 de marzo en el marco de las actividades que organiza la Escuela Politécnica Superior dentro de la Semana de la Arquitectura y el Diseño.

Nacho Lavernia, Premio Nacional de Diseño 2012; Chema Soler, cocinero al frente de La Gastro; Noema Ortí, vermutera de interiores; Prapasri Chetsonkcul, consejera de la Embajada Real de Tailandia en Madrid; Pamela Melissa Almonte y Sahra Kenich, investigadoras de la Universidad Nebrija, participaron en esta jornada con los alumnos de la Universidad Nebrija, donde compartieron su pasión por su trabajo y su visión sobre el diseño. Un espacio de encuentro que mostró el amplio abanico de posibilidades que existen en el sector para desarrollar un futuro profesional de éxito.

El diseñador Nacho Lavernia hizo un repaso por algunas de sus creaciones más destacadas de su larga trayectoria profesional, en la que ha recorrido todos los sectores económicos, abarcando las múltiples facetas del diseño y dando respuestas a una enorme variedad de clientes. El Premio Nacional de Diseño 2012 les dejó una frase del escritor cubano Ítalo Calvino: “La creatividad es como la mermelada: necesita una buena rebanada de pan para ser untada, sino se queda en nada”. Así, aconsejó a los alumnos que lo importante no es tener ideas, sino acompañarlas de conocimiento, trabajo, prueba, error,… para que cuando vayamos a presentárselas al cliente, “estamos seguros de que la mermelada va acompañada de una buena rebanada de pan”. También insistió en la necesidad de formarse, no solo durante los años de universidad, sino a lo largo de toda la vida. “La cultura es importantísima para poder diseñar. Sobre ella descansará vuestra creatividad”, destacó el diseñador.

La cocina es también un espacio fundamental para las nuevas creaciones. Chema Soler, “aprendiz de emprendedor y cocinero por vocación”, contó a los alumnos cómo se trabaja la innovación dentro del mundo de la restauración. “Lo que más me gusta es sorprender al cliente y, para ello, trabajo mucho con la vajilla”, afirmó el cocinero, que explicó que debe existir una coherencia entre el plato y la comida que lleva. La idea en la que trabajan en su espacio gastronómico es que el propio plato te diga cómo comer la comida, “que la vajilla nos ayude a interactuar y a crear la mejor experiencia para el cliente”.

¿Qué lleva a una diseñadora de interiores a elaborar vermú? Según Noema Ortí, copropietaria de la bodega Carmeleta, “la necesidad de reinventarse”. A raíz de la crisis del 2007, esta diseñadora de interiores valenciana se vio obligada a buscar nuevos horizontes profesionales, creando Laboratori Carme: un espacio de interiorismo, vinos, encuentros culturales…, el paso previo a lanzar su bodega.

La emprendedora aconsejó a los alumnos que no se estuvieran quietos, que exploraran siempre nuevas opciones y que estuvieran abiertos a posibilidades en todos los sectores, porque los cambios, como el diseño, forman parte de la vida. “Hay que aprender a adaptarse a las circunstancias que tenemos en cada momento”, afirmó la bodeguera, que les recomendó que afrontaran cada proyecto con actitud positiva,, que no fueran inconformistas y que se rodearan de buenos profesionales.

La investigación y la diplomacia se unieron esta vez de la mano de Pamela Melissa Almonte y Sahra Kenich, antiguas alumnas del Máster Universitario de Diseño Industrial, y Prapasri Chetsonkcul, consejera de la embajada de Tailandia en Madrid. Las tres contaron el trabajo realizado por las investigadoras “Food for Thought Bangkok and Madrid”, financiado por la embajada  del país asiático. Pamela Melissa Almonte y Sahra Kenich, viajaron Bangkok para conocer la gastronomía de la capital tailandesa y evidenciar similitudes y diferencias entre las ciudades de Bangkok y Madrid. Dos países, dos culturas, dos tipos de hábitos que abordan como se cubre una necesidad vital, “comer” desde diversas perspectivas.

Como resultado, ambas crearon una plataforma digital que recoge información no solo gastronómica, sino también de medios de transporte, monumentos, horarios de visitas, espacios lúdicos… Un trabajo para facilitar la experiencia a los más de “180.000 turistas españoles que cada año visitan Tailandia”, como destacó Prapasri Chetsonkcul.

 

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