Investigación y tecnología

“Es en la tesis doctoral cuando uno expresa su máxima autonomía como investigador”

La Semana de la Ingeniería también tuvo lugar para que los alumnos de la Escuela Politécnica se acerquen a otra opción dentro de su carrera profesional que es la que ofrece cursar el doctorado tras finalizar sus estudios actuales.

Alfonso Sánchez-Macián, coordinador del Grado en Ingeniería Informática y Juan Arturo Rubio, director de la Escuela de Doctorado de la Universidad Nebrija fueron los encargados de dar a conocer lo que ofrece el doctorado y las salidas laborales posteriores.

“La tesis doctoral os convierte en expertos en un tema concreto y no es el fin, es el inicio de un camino en la investigación, tanto en una universidad como en la empresa”, afirmó Sánchez-Macián.

Juan Arturo Rubio explicó que “es en la tesis cuando uno expresa su máxima autonomía como investigador en el estudio” y da la oportunidad de hacer una aportación original al conocimiento, aunque “la obsolescencia en el conocimiento en el campo de la tecnología es muy grande”.

En cuanto a la empleabilidad, los profesores explicaron que, “aunque la tendencia es que disminuyan las plazas universitarias para doctores, está aumentando la demanda de doctores en las empresas privadas”, aseguró Rubio.

Los estudios que mostraron demuestran, además, que “la gran mayoría de los doctores repetirían sus estudios sin dudarlo”, dijo Sánchez-Macián. Además demostraron que “nuestros doctorados trabajan tanto en universidades de toda España como en empresas tecnológicas de primer nivel en todo el mundo”.

Luis Aranda, doctor en Tecnologías Industriales de la Universidad Nebrija e investigador del Centro ARIES, presentó a los alumnos la tecnología que ha desarrollado en el Star Tracker, un módulo que se instala en los satélites que permite su localización y orientación en base a su posición respecto a las estrellas, gracias a las fotografías que toma desde su cámara y el mapa estelar con el que se comparan. Este proyecto lo ha desarrollado desde el Centro ARIES de la Universidad Nebrija.

Con los alumnos estuvo hablando sobre el objetivo de los satélites, tomar y analizar datos para telecomunicaciones, gps, meteorología o la detección de escombros, “muy en auge hoy en día”.

También explicó a los alumnos los principales riesgos a los que se enfrentan los satélites una vez que se han puesto en órbita. Parámetros como la temperatura extrema, la presión, la radiación o los escombros que pueden impactar contra el satélite son obstáculos a los que hay que buscar solución para que la parte electrónica funcione: “El espacio es un entorno hostil para la electrónica, sobre todo por la radiación, que puede corromper la información almacenada”. La búsqueda de medidas de protección es una vía de investigación en al que está trabajando “porque el área de tolerancia de fallos de esta tecnología está en constante mejora”.

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