“Para contar historias debemos ser también lectores, espectadores y oyentes de historias ajenas”

Rubén Sáez, diseñador de productos, servicios y estrategias digitales, y especialista en Marketing Estratégico, Marketing Digital y Marketing de Contenidos, plantea el curso MOOC “Narrativa Digital”, organizado por Global Campus de la Universidad Nebrija en la plataforma MiríadaX. La inscripción está abierta hasta el 5 de febrero.

Experto en transformación digital y director de Marketing–España de Tándem Lab, Rubén Sáez incide en la importancia de los relatos en nuestra vida. Para él, contar historias va asociado a adquirir conocimientos claros de cómo se cuentan en otros formatos no convencionales.

Pregunta: ¿Cómo define la narrativa digital?

Respuesta: Diría que hace referencia al medio en el que suceden o se cuentan las historias, aunque en realidad el concepto de “narrativa digital” es mucho más amplio y elástico. Lo digital incide, de hecho, en los modos de narrar, en las herramientas que empleamos para conformar nuestras historias y, sobre todo, en las posibilidades tentaculares de las nuevas narraciones, de esos hipertextos en los que nos zambullimos todos los días a través de nuestros dispositivos digitales.

P:  Aunque el contenido y lo que queremos decir muchas veces es interesante, ¿fallamos en la forma de contarlo?

R: Esa es la clave. Olvidamos demasiado a menudo que, en este como en otros campos, no suele haber fondo sin forma, y que el modo de contar una historia es, de hecho, la historia misma.

P: ¿Somos conscientes de que esencialmente somos contadores de historias?

R: Sí y no. De alguna forma, todos intuimos que construimos nuestra personalidad a través de una auto-narración, del relato épico de nuestras experiencias, sentimientos y vivencias, pero no solemos ser plenamente conscientes de la importancia de los relatos en nuestra propia vida.

P: ¿Sabemos contar historias en los medios digitales?

R: Claro que sabemos, y estamos mejorando a pasos agigantados. Las experiencias de los últimos años nos obligan a ser optimistas, pues se están abriendo muchos nuevos caminos. Desde un punto de vista personal, no paramos de contar historias, por ejemplo, en las redes sociales, donde nuestros perfiles son, básicamente, un entramado ficcional, con elementos reales de nuestras propias vidas, pero profusamente adornados o mejorados para conseguir un efecto determinado en quien nos ve o nos sigue. Podremos ser más o menos sofisticados o creativos, pero creamos historias casi de manera instintiva.

P: En este curso que imparte habla de una mirada integradora y disruptiva en torno a la narrativa digital, ¿a qué se refiere?

R: Me refiero a que el apellido “digital” es importante, pero al fin y al cabo hablamos de contar historias, y para eso es necesario tener conocimientos claros de cómo se cuentan las historias en otros formatos, como la escritura o el cine. No hay tanta diferencia entre un relato de Cortázar o la narrativa de un videojuego, y es ahí donde entra la disrupción: trabajamos distintos formatos o herramientas para un mismo fin, pero a la vez jugamos a la extensión infinita de los significados.

P: ¿Qué errores cometemos a la hora de escribir una entrada, un tuit o un texto en cualquier red social? ¿Y respecto a las imágenes y los videos?

R: Hay algunos muy comunes, como olvidar que las mayúsculas, en las redes sociales, suelen significar que estamos gritando, o ser demasiado laxos a la hora de escribir con estándares de corrección equivalentes a los que emplearíamos en un formato distinto, por ejemplo, en papel.

P: ¿Qué tenemos que tener en cuenta para ser “escuchados” en las redes sociales y en el maremágnum de Internet?

R: No hay fórmulas mágicas, pero creo que hemos de ser genuinos y no impostar voces, no fingir que somos alguien distinto, pues esto suele acabar volviéndose en contra de nosotros. Por otro lado, quizá debamos plantearnos qué necesidad real tenemos, como individuos, de ser escuchados a diario, de contar cómo nos sentimos o un montón de personas que, mayoritariamente, son desconocidas para nosotros.

P: ¿Se necesita un software exigente y unas habilidades profesionales para desarrollar un alto nivel de comunicación en los medios digitales?

R: En absoluto: con un simple hilo de Twitter podemos crear historias fascinantes sin necesidad de software o conocimientos esotéricos.

P: ¿Qué opina de los cursos MOOC, son un acceso fácil e interesante para adquirir destrezas y conocimientos?

R: Son esenciales, y son, de hecho, el camino a seguir por las instituciones educativas, pues suponen muchas ventajas respecto a la educación convencional. ¿Cómo no va a ser positivo poner gratuitamente a disposición de un público global tanto conocimiento?

P: Algo más que quiera añadir….

R: Que no tengamos miedo a experimentar, a probar otros caminos, pero sin olvidar que para contar historias debemos ser también lectores, espectadores y oyentes de historias ajenas. Ese es siempre el primer paso.

Javier Picos Martín / Foto: Eva San Juan

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