“Las lenguas nos hacen ciudadanos del mundo, ciudadanos globales”

Tener información y referentes de las múltiples salidas laborales a las que podemos acceder es fundamental para saber nuestras posibilidades. Por ello, el Grado en Lenguas Modernas ha organizado una sesión con profesionales de distintas ramas dentro de la formación en Lenguas Modernas para que los alumnos puedan conocer los diferentes caminos que su Grado puede abrirles.

La formación en lenguas es hoy en día fundamental para cualquier empleo. Como ha indicado el profesor del Grado Stephen Jenkins “el inglés ha dejado de ser una ventaja, es una necesidad”. Hay toda una industria en la formación y enseñanza de lenguas, campo en el que Jenkins tiene una dilatada experiencia profesional. “Casi todas las empresas cuenta con planes de formación en idiomas para sus empleados”, ha añadido el profesor. El campo de la enseñanza se ha ampliado para no solo atender a estudiantes jóvenes o niños, sino, también, a altos ejecutivos porque “las lenguas nos hacen ciudadanos del mundo, ciudadanos globales”.

La traducción y la corrección de los textos

Clara C. Scribà, cofundadora de Letropía, comenzó su empresa ofreciendo servicios de traducción “y ha ido evolucionando a una agencia de corrección y formación de escritores noveles”, ha explicado. Scribà estudió filología hispánica, pero distintos cursos y prácticas le abrieron el mundo de la traducción y descubrió nuevas salidas que no tenía pensadas al iniciar la carrera porque me faltaban referentes”. Desde Letropía ofrecen un servicio muy dedicado a escritores noveles que no obtiene ese trato y esa formación en editoriales más grandes y les ayudan en el proceso de autopublicación.  Para las correcciones Scribà ha contado que no suele hacerlas ella sola, “intento que el libro pase por los ojos de dos correctores para que el servicio sea más completo”.

El futuro de la lengua de los ordenadores

Carmen Torrijos es lingüista computacional del Instituto de Ingeniería del Conocimiento y ha aportado una visión muy distinta y poco conocida a las salidas profesionales de este Grado. Sus estudios iban encaminados a las letras puras, pero unas prácticas de traducción tecnológica en Telefónica le abrieron la mente al mundo de la tecnología. Tras estas, realizó otras prácticas en el Instituto de Ingeniería del Conocimiento y pasó al departamento de lenguaje computacional.

La lingüística computacional combina el estudio de las lenguas y la informática. “Participas en la creación de software, en la traducción del lenguaje natural – el de las lenguas que hablamos- al lenguaje formal – el de las matemáticas y la informática. Trasladas el lenguaje para que lo entiendan y lo procesen las máquinas”, ha explicado Torrijos. Esta lingüista ha hecho hincapié en que “conocer varios idiomas es fundamental en esta profesión porque es necesario conocer los mecanismos transversales de las lenguas”.

Los equipos son multidisciplinares, condición muy interesante para Torrijos, ya que “aprendes mucho trabajando y enseñando a matemáticos, ingenieros, psicólogos…” También ha destacado que es imprescindible formarse mucho previamente, “pero también mientras ya estés trabajando y en muchos campos, como por ejemplo la programación, porque somos perfiles híbridos”.

Torrijos ha animado a los alumnos a que tengan la mente abierta ante nuevas oportunidades en campos que no conocen y ha asegurado que “en la lingüística computacional tenemos trabajo para cien años con la inteligencia artificial y la domótica”.

Ciudadano del mundo

José Fuentes es alumno del Grado en Lenguas Modernas, pero ya ha podido vivir su primera experiencia laboral como becario en el Consejo de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Para él, “el valor de la carrera es el valor de la comunicación. Las habilidades de idiomas y los conocimientos de otras culturas que te da el Grado te permite poder establecerte donde quieras”.

Sus prácticas las consiguió a través de una convocatoria del Gobierno para embajadas, consulados e instituciones. Las Naciones Unidas fue su primera opción. “El mundo de la diplomacia es muy cerrado y esta es una oportunidad de estar bastante cerca. Te permite aprender sobre protocolos, diplomacia y geopolítica” ha explicado Fuentes.

Su función es elaborar telegramas y resúmenes de las reuniones a las que asisten las delegaciones españolas para mostrar la posición española ante determinados temas como la inmigración, por ejemplo, y enviarlos después a Moncloa para que les llegue a los ministros. “Lo vives muy de cerca todo y estás al día de todo lo que ocurre”.

Todos los ponentes han coincidido en la necesidad de realizar prácticas en todo aquello que pueda acercarlos al camino profesional que quieren transitar y estar abiertos a todas las oportunidades que se les pongan delante.

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