La danza, aliada inestimable en la enseñanza de Nebrija

La belleza de la danza y las ganas de aprender de los estudiantes de CAFYD unieron sus caminos en una actividad especial llevada a cabo por los docentes de la Universidad de Extremadura, Juan Luis León Llamas y Álvaro Murillo. El propósito de este seminario fue el de mostrarles los beneficios de esta disciplina como herramienta de aprendizaje para ponerla en práctica en sus futuras clases.

“No tenéis que pensar tanto, sino simplemente dejaros llevar”. Este fue uno de los primeros mensajes que resaltaron los profesores y a su vez, uno de los que más inculcaron a los alumnos durante la sesión. Unos alumnos que comenzaron realizando unos ejercicios de calentamiento para coger confianza, desinhibirse y dejarse llevar por el baile. “Me imagino que estoy en el césped, está frío, me relajo y bailo”, decían los docentes mientras seguía sonando la música.

“El objetivo de esta actividad es acercar la danza a los estudiantes como una herramienta para el contexto educativo y de la salud. Les ofrecemos esta alternativa para que, en el futuro, cuando sean docentes, la puedan combinar con cualquier otra disciplina”, afirmó Juan Luis León Llamas. Y es que la danza no solo es beneficiosa como actividad física, sino que también “puede aportar infinidad de valores, sin ir más lejos el hecho de que ahora estén trabajando juntos fomenta el trabajo en equipo y además, les permite relajarse y desarrollar la actividad de una manera más creativa”, explicó el propio docente.

Precisamente la creatividad es el quizás uno de los apartados a los que menos horas se dedica en el engranaje educativo, pero cuya influencia es fundamental en la enseñanza de la educación física según explica Rafael Roldán, uno de los estudiantes participantes de la sesión: “hay que partir de la base de que en el futuro tendremos que crear entrenamientos personalizados para cada persona, grupo o clase por lo que la creatividad es vital para que estos ejercicios sean agradables, lúdicos y se puedan entender fácilmente”.

Por último, y bajo las estrofas de “Sinnerman” de Nina Simone, los alumnos pusieron en práctica todo lo aprendido con una estética coreografía grupal. Fue, sin duda, una clase diferente y una muestra de que la danza “nos puede ayudar a todos, independientemente de la edad que tengamos o el deporte que practiquemos, y, en definitiva, hacernos un poco más felices”, según expresaba después del ejercicio la estudiante Noelia Tinoco.

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