Criterios bien definidos y estudiados para la producción escrita en el aula

“El leer hace completo al hombre, el hablar lo hace expeditivo, el escribir lo hace exacto”. Con esta cita del filósofo Francis Bacon comenzó la profesora Encina Alonso (Universidad de Munich) su clase magistral organizada por el Máster en Didáctica del Español como Lengua Extranjera Nebrija-Difusión.

En un taller práctico, Alonso consideró la producción escrita como una actividad transversal tanto en las clases como en la vida en general, que “cada vez adquiere más importancia porque la escritura es nuestra carta de presentación”. La motivación y el trabajo colaborativo pueden, a su juicio, ayudar a superar la angustia de una persona a la hora de enfrentarse al folio en blanco o la pantalla vacía.

La profesora de la Universidad de Munich cree que en el aula hay que trabajar la doble vertiente de la producción escrita: la expresión escrita (por ejemplo, una reseña, un ensayo) y la interacción escrita (por ejemplo, mensajes de What´s App y los correos electrónicos). Sin embargo, ¿por qué hay que practicar la producción escrita? “Para consolidar lo que se acaba de aprender, revisar continuamente la gramática y el léxico y prepararse para la producción oral”.

Además de referirse al lenguaje como “la continua evocación de lo aprendido”, Alonso estimó que, ante cualquier tarea, el profesor tiene que dar a sus alumnos unas instrucciones “efectivas” que deben tener en cuenta el propósito, el receptor, el tipo de texto (un anuncio, un correo, una entrada de un blog, un informe…), un tema concreto, una variante (formal, informal), y el número de palabras. “Las instrucciones y los criterios son un andamiaje para que en sus escritos los estudiantes no estén solos ante el peligro”, añadió.

Encina Alonso, formadora de profesores, máster por la Universidad de Sussex (Reino Unido) y doctora por la Universitat Pompeu Fabra, señaló que los pasos en la producción escrita se resumen en generar ideas, estructurar el contenido, redactar el boceto (contemplando la coherencia, la diferenciación entre ideas principales y complementarias, la precisión en el léxico y el buen uso de los elementos de cohesión), editar y pasar a limpio el texto. A pesar de este orden lógico, “siempre podemos ir de uno a otro” para completar la tarea.

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