La gestión de la diversidad en los proyectos ha pasado de ser algo recomendado a convertirse en una disciplina básica que todo director de proyectos debe dominar, es ese factor que marca la diferencia entre el éxito y el fracaso del proyecto.
Elena Álvarez, directora del Máster de Dirección de Proyectos de la Universidad Nebrija, impartió una masterclass explicando los conceptos de diversidad aplicada la gestión de los proyectos y cómo llevar al éxito a todo el equipo del proyecto.
Elena Álvarez afirmó que “el concepto de diversidad evoluciona todo el rato según evoluciona la sociedad, no hay una única definición, pero entran en juego las diferentes características de cada uno, su contexto personal o profesional para definir esa diversidad”.
Pensamiento divergente al alza
Desde el ámbito de la gestión de proyectos, Álvarez aseguró que como jefes de proyectos no somos responsables de la integración de la empresa, pero sí debemos colaborar con RRHH para que dentro de nuestros equipos exista esa integración de todos los miembros”.
La diversidad cognitiva, que se basa en la perspectiva que adoptan los distintos miembros del equipo ante un problema. Para Elena Álvarez hay que destacar el perfil del pensamiento divergente “que es el que busca soluciones diferentes, desde otra perspectiva, ven más allá, eso favorece en los equipos”. Se trata de un perfil muy escaso “y altamente demandado por las empresas, aunque son difíciles de gestionar en un equipo porque son rebeldes”, añadió Álvarez.
Sin embargo, estos perfiles también ayudan a resolver muchos problemas porque “son personas que piensan diferente”. Pero no todos los integrantes pueden ser divergentes. La diversidad cognitiva busca un equilibrio de los perfiles dentro de los equipos.
Capacidad de anticipación
¿Pero qué lleva al éxito a un proyecto? Según Elena Álvarez, en un mundo tan cambiante, los imprevistos están a la orden del día, por lo que la capacidad de anticipación es muy importante. Los riesgos siempre pueden aparecer, pero no anticiparse a ellos hará que el proyecto fracase.
Álvarez puso de ejemplo la gestión de la pandemia por parte de las empresas. “Las organizaciones que no habían pensado planes para situaciones así como trabajar en remoto no han sido capaces de ponerse al día todavía un año después del inicio de la pandemia”.
Según la directora del máster es necesario “entender el margen de maniobra, la responsabilidad que tiene un director de proyecto”. Álvarez recomendó comprender con quién trabajamos, “dirigimos una organización dentro de otra organización”.
Para comprender el punto de partida de un equipo y el proyecto, Álvarez dijo que “primero hay que analizar la organización en la que trabajamos y las necesidades del proyecto desde una perspectiva cognitiva para ver qué tipo de personas necesito en el equipo”. También es importante estar presente en el proceso de selección. Una vez formado el equipo, Álvarez aboga por conocer a los colaboradores desde el punto de vista humano para crear un ambiente de confianza durante el proyecto.
