Rafael Nadal y Cristiano Ronaldo desprenden talento en sus disciplinas deportivas, pero su día a día está labrado con esfuerzo y disciplina. Los influentes Ibai Llanos y El Rubius son dos referentes entre los jóvenes, pero ambos llevaban años experimentando y fracasando en el mundo digital. Con estos nombres y sus trabajos, Juan Carlos Santé, con más de 25 años de experiencia en la industria biosanitaria, sanitaria y farmacéutica como director general y director de división, despertó con sus palabras a los alumnos del Grado en Marketing de la Facultad de Comunicación y Artes, que afrontaban el lunes a primera hora una conferencia motivacional.
Después de captar su atención, Santé disparó en el centro de la diana en su discurso: “Para llegar a la meta o al éxito profesional hay que recorrer un camino lleno de esfuerzo y de algún que otro fracaso, pero de mucho aprendizaje. La forma en que lo viváis dependerá de que ese camino sea maravilloso”.
Sin abandonar esta filosofía, propuso que los alumnos de Marketing escribieran en sus móviles qué puesto querrían estar desempeñando en 2025. Juan Carlos Santé, con una gran experiencia en la puesta en marcha y desarrollo de negocios para J&J, Pfizer, Baxter, Isdin o Menarini, quiso compartir con los estudiantes las cinco reglas del éxito “que debéis cultivar en vuestras mentes”: ser positivos, ser curiosos, ser humildes, ser resilientes y vivir el ahora.
Para reforzar estas claves, el profesor y directivo recurrió a sugerencias físicas, como forzar la sonrisa para activar los neurotransmisores o sentarse en una posición recta, a consejos como virar nuestra vida hacia el ser y no instalarse solo en el tener y a citas de eminencias como Albert Einstein –“No tengo ningún talento especial, sólo soy apasionadamente curioso”- o Thomas Alva Edison -“No fracasé, sólo descubrí 999 maneras de cómo no hacer una bombilla”.
La capacidad para aprender de los rechazos después de una entrevista de trabajo y ver en qué ha podido fallar uno fue otro de los consejos que dio Santé a los aprendices. “No os olvidéis de que hasta doce veces le dijeron a J. K. Rowling que no publicaban Harry Potter. Esas editoriales ahora tienen que estar tirándose de los pelos… Nuestra mayor debilidad es rendirse; la única manera de tener éxito es intentarlo siempre una vez más”, concluyó.
