Una comunicación de Carlos Espaliú protagoniza el congreso anual de la Sociedad Europea de Derecho Internacional

El catedrático de Derecho Internacional Público y de la Unión Europea de la Universidad Nebrija, Carlos Espaliú, ha participado en el congreso anual de la Sociedad Europea de Derecho Internacional que ha tenido lugar en septiembre en Utrecht (Países Bajos) con una comunicación titulada: El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en la encrucijada: reflexiones sobre la legitimidad del privilegio de la presencia continuada de nacionales de los miembros permanentes en la Corte Internacional de Justicia.

Su comunicación fue elegida para presentación como una de las pocas comunicaciones seleccionadas para el pleno del congreso y no para ser defendida en el seno de algún panel. 

En ella, el investigador principal de SEGERICO y del nuevo Centro de Investigación sobre Seguridad, Estado de Derecho y Altas Tecnologías (CINSEDAT) estudia la posible falta de legitimidad del privilegio asentado en la práctica de las Naciones Unidas de reservar siempre un puesto entre los 15 jueces de la Corte Internacional de Justicia a nacionales de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad. Los jueces de la Corte son elegidos por el Consejo de Seguridad y la Asamblea General de las Naciones Unidas al mismo tiempo, pero la práctica seguida conlleva que haya siempre 5 nacionales de los miembros permanentes y 10 jueces del resto del mundo. 

Con ello, trata de poner de manifiesto la situación crítica del sistema de seguridad de las Naciones Unidas, cuando los Estados que deberían ser garantes del mismo, los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, no lo respetan, como está ocurriendo actualmente en el caso de Rusia y su invasión de Ucrania. El profesor Espaliú se centra en el caso de su comunicación en el estudio del comportamiento de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad en relación con la aceptación de la competencia de la Corte Internacional de Justicia para resolver sus controversias internacionales y si ese comportamiento ha sido suficientemente ejemplar como para justificar socialmente ese privilegio. 

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