La conferencia CICA se adentra en la “compleja” posmodernidad desde una perspectiva militar y social

Las conferencias CICA sobre seguridad y defensa han organizado 65 foros de expertos en 20 países de todo el mundo. La Universidad Nebrija, una de las sedes tradicionales de este encuentro internacional, acogió la número 66 centrada en los retos y problemas de la posmodernidad, la etapa histórica que arranca en la caída del Muro de Berlín. El análisis militar y social de los ponentes ofreció un panorama integral de lo que suponen la seguridad y los riesgos implícitos en este nuevo entorno. Asuntos como la expansión de la OTAN y la Unión Europea, la ciberseguridad y la ciberdefensa, el presente del Estado de Derecho, las nuevas formas de conflicto (populismo y noticias falsas), la expansión militar, la amenaza nuclear y la guerra entre Rusia y Ucrania desfilaron en las intervenciones de las dos jornadas organizadas por la Cátedra Global Nebrija-Santander en Gestión de Riesgos y Conflictos, Spanish Pugwash, la Fundación Internacional CICA, la Academia de las Ciencias y las Artes Militares de España, la Universidad Nebrija y la Universidad Apeiron (Cracovia, Polonia).

En la ceremonia de inauguración, Jesús Martín Ramírez, presidente de CICA, elogió el intercambio de ideas en estos congresos que da pie a “conocer colegas internacionales y jóvenes estudiantes de todo el mundo, renovar amistades y hacer nuevos contactos profesionales”. Sin olvidar el objetivo de “contribuir, aunque sea modestamente, a promover el desarrollo de una sociedad más humanitaria y consciente”, Martín Ramírez dio la palabra a Juan Cayón, Juliusz Piwowarski y José Muñiz, rectores de las universidades UDIT, Apeiron y Nebrija, respectivamente. Mientras Piwowarski destacó el “análisis científico de los prestigiosos conferenciantes” del CICA, Muñiz pidió a los expertos que entre los enormes desafíos del mundo no se olviden de incidir en la consolidación de los derechos humanos.

Aceleración de los acontecimientos

En el bloque moderado por Alfonso López de la Osa, director de la Cátedra Jean Monnet EUDEFENCE de la Universidad Nebrija, Juan Cayón disertó sobre la posmodernidad como “un tiempo histórico complejo e incierto caracterizada por la aceleración de los acontecimientos, por un mundo interconectado, por fenómenos contradictorios y por la erosión de la clase media”, entre otros aspectos. A su juicio, este momento está marcado también por una “banalización” de los derechos, por un “sentimentalismo social en relación con causas debidamente presentadas” y por el relativismo, del que surge la posverdad, que propugna que “la verdad no existe, sino diferentes visiones de la misma”.

Para Cayón, en este contexto, los individuos se sienten “desarraigados, dedicados a un ocio que no produce enriquecimiento” e incorporados a una sociedad caracterizada por los fenómenos de la ciencia de datos, la inteligencia artificial y los populismos. Esta radiografía, “extremadamente compleja” incrementará, a su juicio, riesgos como “la tensión migratoria irregular creciente, la preocupante y progresiva tendencia a la desaparición de la clase media, los crecientes desórdenes internos, el expansionismo nacionalista, el incremento del riesgo nuclear, las amenazas en el ciberespacio y el aumento del fenómeno terrorista”.

Acto seguido, Noémi Nagy, profesora de la Universidad Nacional del Servicio Público (Budapest, Hungría), abordó las perspectivas del derecho internacional en el nuevo orden mundial, basado en el sistema de estados soberanos incorporados a organizaciones internacionales; sin embargo, muchos factores apuntan a la posibilidad de que el sistema tal como lo conocemos pueda cambiar en un futuro próximo. A la globalización, la mayor interdependencia, el surgimiento de actores no estatales, la aparición de nuevas tecnologías y la creciente importancia de problemas transnacionales como el cambio climático, “se suma el último desafío: la guerra entre Rusia y Ucrania, que ha cuestionado incluso los supuestos más fundamentales del derecho internacional, incluidas las normas sobre el uso de la fuerza”.

“En general, las perspectivas del derecho internacional en la era posmoderna dependen de la capacidad de la comunidad internacional para adaptarse e innovar en respuesta a nuevos problemas. A pesar de los importantes desafíos, también existe el potencial para que el derecho internacional desempeñe un papel fundamental en la configuración del futuro del sistema mundial”, indicó.

El riesgo de la desinformación

Carlos Espaliú investigador principal del Grupo de Investigación Seguridad, Gestión de Riesgos y Conflictos (SEGERICO) de la Universidad Nebrija, centró su intervención en la desinformación, una realidad que “plantea un riesgo muy importante y creciente para nuestra sociedad”. En este sentido, Espaliú recordó que la UE ha optado por un enfoque multidisciplinario y cooperativo entre todos los actores involucrados, en contraste con la “fuerte” perspectiva regulatoria adoptada tradicionalmente en la historia de la integración europea en el marco de la UE. “Queda por ver si este enfoque suave para combatir la desinformación será suficiente para combatir de manera efectiva esta nueva plaga en nuestra sociedad contemporánea”, dijo.

La salud mental y la resiliencia en tiempos de crisis fueron los ejes de la conferencia de Marzanna Farnicka, directora del Centro CICA de Europa Central y profesora de la Universidad Zielona (Góra, Polonia). La formación en salud mental de las personas que trabajan en los servicios que previenen crisis o aseguran la paz, y la estabilización y la mejora de las personas que se han visto directamente afectadas por una crisis o situación traumática constituyen dos de los asuntos clave en las gestiones de conflictos. La investigación del equipo de Marzanna Farnicka muestra que, en el caso de los profesionales, la resiliencia de estas personas se reduce “y esto les impide trabajar de manera eficiente en la línea de sus tareas inmediatas y cotidianas”. Sobre esta materia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha preparado dos programas dedicados a la intervención rápida en el tratamiento de la salud mental: la Estrategia de gestión de problemas plus y Autoayuda plus.

El general Federico Yániz, vicepresidente de EURODEFENSE-ESPAÑA, centrándose en la más rabiosa actualidad, explicó como el inicio de las hostilidades entre Rusia y Ucrania “ha sido la culminación de la prolongada tensión entre ambos países que, con mayor o menor virulencia, se ha producido a lo largo de su historia” desde que la Unión Soviética colapsó en 1991.  A su juicio, el actual “contexto de muerte y destrucción pondrá a prueba la capacidad de la OTAN y la Unión Europea para asegurar y apoyar de forma eficaz la gran labor de reconstrucción que será necesaria cuando finalice la guerra. Para entonces, la situación en Europa habrá cambiado significativamente y el papel de la OTAN será decisivo”.

La protección de la frontera entre Polonia y Bielorrusia es uno de los planteamientos geoestratégicos adyacentes que ha generado la guerra entre Rusia y Ucrania. “Existe una sospecha razonable de que entre los inmigrantes y refugiados, muchos oficiales de los servicios especiales de Bielorrusia y la Federación Rusa intentaran entrar en territorio de la Unión Europea. Los servicios fronterizos polacos, la policía y el ejército protegen las fronteras de Polonia en nombre de los intereses de la comunidad europea, velan por la seguridad internacional y protegen a los ciudadanos de la Unión Europea”, reflejó la investigación de Juliusz Piwowarski, rector de la Universidad Apeiron (Cracovia, Polonia) y su equipo.

Los tratados nucleares, en el eje del debate

La segunda jornada del LXVI CICA comenzó con la sesión, moderada por Jordi Regí, director del Máster Universitario en Acceso a la Abogacía y coordinador del Área de Movilidad Internacional de la Facultad de Derecho y de Relaciones Internacionales de la Universidad Nebrija, sobre “los tópicos generales” del tablero internacional en seguridad y defensa.

Jan Hoekema, responsable de Pugwash en los Países Bajos, estableció las claves de las negociaciones sobre armas nucleares en el mundo. El TNP (Tratado sobre la No Proliferación de Armas Nucleares), con más de medio siglo de existencia, fue el resultado de un “gran acuerdo” entre los países que tenían y los que no tenían armas nucleares en el mundo de la década de 1960. Irlanda y otros Estados que no pertenecían ni a la OTAN ni al Pacto de Varsovia promovieron este gran acuerdo, “que recibió un impulso del presidente Kennedy”. En la actualidad, según Hoekema, en este asunto capital se necesita “más diálogo y menos discursos” ante riesgos como la tensión entre India y Pakistán o entre Corea del Norte y Corea del Sur, que se plantea protegerse con armas nucleares propias.

En esta línea, Alexander Nikitin, director del Centro para la Seguridad Euroatlántica (Universidad MGIMO, Moscú), ahondó en la suspensión actual del START, el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, entre Estados Unidos y Rusia. “En ausencia de grandes tratados -adujo- el control de armas podría convertirse en una serie de vías paralelas de conversaciones sobre varios tipos de sistemas de armas”. Esta ruptura “también puede traducirse en iniciativas unilaterales paralelas sin tratado escrito y sin verificación”. Por este motivo, Alexander Nikitin barajó algunos principios de nuevas posibles negociaciones para el tratado START como la introducción en las discusiones de los nuevos tipos de armas como los drones o de los mecanismos para la desescalada de incidentes militares que puedan dar lugar al uso de armas nucleares.

Crisis sanitarias en las fronteras

Las actuales crisis sanitarias, migratorias y de seguridad plantean nuevos interrogantes sobre la regulación de las fronteras de los Estados miembros de la Unión Europea. Sobre este asunto trató la conferencia de Jan Šinovský profesor asistente en el Departamento de Administración Pública y Gestión de Crisis de la Academia de la Policía de Bratislava (Eslovaquia). En los controles sanitarios en la entrada de un país, plasmados en el Nuevo Pacto sobre Migración y Asilo, Šinovský se refirió a las plataformas basadas en el módulo móvil del Centro de Pruebas y Evaluación en el que se establecen “procesos inteligentes automatizados para minimizar la intensidad y maximizar la eficiencia del contacto físico entre los miembros del control fronterizo”.

En los “estrictos estándares y reglas de salud”, Eslovaquia está probando nuevos conceptos basados en sistemas y sensores inteligentes e inteligencia artificial. “El sistema que hemos probado detecta una variedad de enfermedades respiratorias peligrosas mediante el muestreo de rayos X. También puede detectar datos médicos sensibles que pueden estar sujetos a confidencialidad médica. La solución técnica presentada cumple con los requisitos de alta velocidad de examen y precisión de detección de enfermedades en los migrantes que cruzan la frontera”, señaló.

Juan Andrés Gascón, investigador predoctoral de la Universidad Autónoma de Madrid, explicó el “nuevo eje de poder y tensiones” en la región del Indo-Pacífico. China y otras potencias regionales como Japón, India y Corea del Sur están incorporando a esta área “muchos de los problemas geopolíticos y políticos actuales más alarmantes hasta el punto de convertirse en el epicentro de futuros conflictos”. En su opinión,hablar de esta región es hablar de China y sus diversas estrategias, desde construir una armada naval que recuerda a las talasocracias de antaño hasta reforzar su presencia internacional desde África hasta Indochina, pero también es mirar al semillero de tensiones. en la región de Cachemira, el Tíbet, el Estrecho de Malaca o el Pacífico Sur donde países como Singapur o Indonesia, incluso Nueva Zelanda y Australia empiezan a sumarse a la competencia, así como empresas, amenazas medioambientales y fórmulas retóricas que van más allá del Estado”.

Sobre los populismos

Sin dejar los conflictos de lado en el debate, Sergio Raia, mediador de la Fundación Notarial Signum, apuntó a los populismos, que “han ido creciendo de manera exponencial en el mundo”, no como una ideología sino como “una forma o un relato del discurso que emplean los políticos con la finalidad de conectar con ese pueblo al que representan y lograr así los votos necesarios para alcanzar el poder”. Como demostró en su investigación, en los países “donde el discurso populista ha calado se han generado situaciones de conflicto social que, en algunos casos, han suscitado enfrentamientos entre varios colectivos, como grupos nacionalistas contra migrantes, entre otros”.

Irene Palomo Núñez, colaboradora de la Oficina Española de Derechos Humanos del Ministerio de Asuntos Exteriores, intervino en remoto antes de la pausa del café para argumentar sobre las oportunidades que el género y la diversidad brindan en los campos del desarme, en la no proliferación y en el control de armas. Esto implica “impactar en la vida de las personas y en los derechos humanos”.

Seguridad marítima en el Golfo de Guinea

Luis A. García-Segura, coordinador de la Cátedra Global Nebrija-Santander en Gestión de Riesgos y Conflictos, presentó a los ponentes de la tercera mesa: Francisco Delgado Urrutia, comandante de la Armada asignado a la Sección de Inteligencia de la Flota; Arturo Esteban, profesor de la Universidad Nebrija; Jana Müllerová, jefe del Departamento de Administración Pública y Crisis de Gestión de la Academia de la Policía de Bratislava; Jordi Regí, coordinador del Área de Movilidad Internacional de la Facultad de Derecho y de Relaciones Internacionales de la Universidad Nebrija; y Mariano Bartolomé, profesor titular de Ciberseguridad y Seguridad Pública del Colegio Interamericano de Defensa (Washington).

Francisco Delgado Urrutia incidió en la importancia de la seguridad marítima en el Golfo de Guinea para la seguridad interior de la Unión Europea. El comandante adujo dos razones para esta afirmación: el Golfo de Guinea es uno de los principales puntos de envío de la cocaína producida en América del Sur y es una región donde hay “agresivos” grupos piratas, “lo que tiene un impacto directo en el comercio marítimo de los países ribereños con la Unión Europea”. Según él, precisamente la UE se ha involucrado en algunos proyectos destinados a crear y aumentar las capacidades de las zonas costeras del Golfo de Guinea, relacionados con la implementación de la seguridad marítima, “sin embargo, es difícil explicar por qué mantiene el esfuerzo militar en el Océano Índico y no lo inicia en esta zona”.

Por su parte, Arturo Esteban, profesor de la Universidad Nebrija, aplicó la teoría del control reflexivo, desarrollada en la década de 1960 por el científico Vladimir Lefebvre, a las causas del “aparente fracaso” de la fase inicial de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022. La doctrina militar rusa “establece que se debe actuar sobre los ciclos de decisión del enemigo de forma determinante, de manera que se alcancen unas condiciones de superioridad decisiva en el enfrentamiento durante los primeros días de un conflicto”. Esteban explicó que de esta manera “se evita que una intervención militar limitada se convierta en un enfrentamiento de larga duración y alta intensidad”. No obstante, el profesor de la Universidad Nebrija cree que Ucrania resistió “las medidas activas rusas rompiendo el intento de control reflexivo que Rusia había tratado de repetir en Ucrania”.

El Estado de derecho como valor fundamental en la UE

Durante este bloque de ponencias del CICA 2023, Jan Šinovský, en representación de Jana Müllerová, jefa del Departamento de Administración Pública y Crisis de Gestión de la Academia de la Policía de Bratislava, explicó la relevancia de la ciberseguridad para los Estados. Ante los daños ocasionados por los cibercriminales, todos los países han implementado medidas y estrategias, aunque Francia es uno de los lideres en la aplicación de esa protección en las tecnologías de información.

A todos estos conceptos sobre seguridad y defensa, el investigador Jordi Regí les aplicó un enfoque jurídico desde la óptica del Estado de derecho, “uno de los valores fundamentales de la Unión Europea” consagrado en el artículo 2 del Tratado de la UE. De acuerdo con la exposición del profesor de la Universidad Nebrija, en los últimos años el Parlamento Europeo ha dado la alarma sobre el empeoramiento de la situación del Estado de derecho en algunos países miembros, como Polonia y Hungría. “El requisito de respeto por el Estado de derecho no solo se exige en el momento de la adhesión, sino que es un requisito permanente para todos los miembros; sin embargo, no es imposible que un Estado acabe derivando hacia un sistema en el que no se respetan los principios democráticos. Por lo tanto, debe haber mecanismos para abordar este problema emergente”, dijo.

Desde Washington, Mariano Bartolomé, profesor titular de Ciberseguridad y Seguridad Pública del Colegio Interamericano de Defensa, hizo hincapié en la “guerra cibernética” durante el primer año de hostilidades entre Rusia y Ucrania. Basándose en su trabajo de investigación, destacó el carácter “innovador” de la respuesta desarrollada por el gobierno ucraniano “para equilibrar su relativa debilidad frente a una ciberpotencia como Rusia, a través del apoyo recibido de actores estatales y no estatales”.

La divulgación de ACAMI

La Academia de las Artes y las Ciencias Militares (ACAMI) conformó la última sesión de la conferencia CICA, que presentaron José Muñiz, Juan Cayón y Jaime Domínguez Buj, presidente de la Academia de las Ciencias y las Artes Militares y de la Fundación de las Ciencias y las Artes Militares.

Advirtiendo que la seguridad y la defensa es “connatural al ser humano y a cualquier sistema vivo”, Muñiz aludió a los cinco ejes del enfoque académico en seguridad y defensa: el armamento nuclear; la tecnología disruptiva, incluida la computación cuántica; el crecimiento demográfico; la internacionalización, y la manipulación.

La ACAMI, destinada desde 2019 a “profundizar en el conocimiento y a divulgar todo lo relativo a las Fuerzas Armadas” -según las palabras de Jaime Domínguez Buj-, cuenta con la Fundación de las Ciencias y las Artes Militares, ideada para obtener los recursos que la Academia precise y para materializar muchos de sus proyectos.

Evolución de la Política Común de Seguridad y Defensa

Carlos Jiménez Piernas, catedrático de Derecho Internacional Público y de Relaciones Internacionales de la Universidad de Alcalá y jefe de la Asesoría Jurídica Internacional del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, introdujo a los asistentes en la génesis y evolución de la Política Común de Seguridad y Defensa (PCSD) como vertiente militar o pilar de la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC). Sus palabras sobre las dificultades para su encaje y desarrollo en el proceso de integración europea y sobre la falta de definición de la estrategia de seguridad de la Unión Europea sirvieron de guía para las posteriores intervenciones.

Tomando el testigo, el general Federico Yániz, vicepresidente de EURODEFENSE-ESPAÑA y general del Ejército del Aire español, habló de la Brújula Estratégica, que dota a la Unión Europea de un ambicioso plan de acción para reforzar la política de seguridad y defensa de la UE hasta 2030. Según reza el documento de constitución de la Brújula Estratégica, “el entorno de seguridad se ha vuelto más hostil, lo que nos obliga a dar un salto decisivo y exige que aumentemos nuestra capacidad y nuestra voluntad de actuar, reforcemos nuestra resiliencia e invirtamos más y mejor en nuestras capacidades de defensa”. El informe “presenta propuestas concretas y ejecutables, con un calendario muy preciso, con el fin de mejorar la capacidad de la UE para actuar con decisión en situaciones de crisis y defender su seguridad y la de sus ciudadanos”.

A continuación, el general en la reserva Alfredo Sanz y Calabria (Ejército de Tierra) se refirió a la defensa europea tras la cumbre de Madrid y el concepto estratégico de la OTAN. La aprobación de este nuevo concepto estratégico de la OTAN en la Cumbre de Madrid, celebrada entre los días 28 y 30 de junio de 2022, “se produjo en uno de los momentos más convulsos de la historia europea desde el final de la Guerra Fría”. La guerra en Ucrania, la ascensión de China y la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014 demostró, a su juicio, que “la Alianza no estaba preparada para dar respuesta una situación que distaba mucho de las hipótesis que se barajaron para el diseño del concepto estratégico aprobado en la Cumbre de Gales en 2010, y que habían alarmado de manera palpable a los aliados del Este de Europa”. Sanz y Calabria reseñó que este concepto estratégico, con una intención “proactiva”, introduce un nuevo paradigma de disuasión en la defensa, de resiliencia, y de gestión y prevención de crisis.

¿Sigue vigente el concepto de una defensa europea?

El asunto de la defensa europea también protagonizó las ponencias de la clausura del CICA 2023 a cargo del teniente general en la reserva Rubén García Servert y Julio Guinea, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos.

“No compro la idea de que toda la defensa europea se ejercite por la OTAN”, reflejó Garcia Severt, que instó a los líderes europeos a pensar en materia de defensa en un escenario posguerra de Ucrania. ¿Sigue vigente el concepto de una defensa europea? “Ahora mismo está en la UVI, pero sigue vigente, aunque más nos vale que podamos recuperarlo para las generaciones que nos siguen”.

Julio Guinea, que suscribió esta última reflexión del teniente general, trató la presidencia española del Consejo de la Unión Europea. “Ser testigo de una presidencia española del Consejo de la Unión Europea es un hecho histórico porque ocurre una vez cada 13 años más o menos. La última vez fue en 2010 e inmediatamente después del Tratado de Lisboa y los cambios que trajo consigo entraron en vigor”, indicó. Ahora, en el segundo semestre de 2023, le toca a España asumir la presidencia “en un momento complicado, militarmente adverso porque Europa está en guerra y no tiene una defensa común”. La presidencia, según Guinea, “puede ser un escenario para fortalecer la Unión, para liderar los cambios que se necesitan o, por el contrario, para pasar desapercibida”.

Texto: Javier Picos. Fotos: Nacho Nava.

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