Diego Areso: “En los medios, el diseño también es información”

Diego Areso, director de Arte de El País, cambia la redacción por las aulas un viernes que inaugura el mes de marzo. El nuevo rediseño del diario le ha obligado durante un año a dibujar arquitecturas de las páginas bajo presión y de vez en cuando necesita platicar con jóvenes estudiantes sobre el papel y sobre las formas que casan bien con los contenidos. También deja titulares: “En los medios, el diseño también es información”.

Escoltado por Mar Ramos, profesora de Tipografía del Grado en Diseño Digital y Multimedia de la Universidad Nebrija, el periodista y diseñador editorial habla sobre la dignidad de la prensa escrita y sobre la habilidad para domar las tecnologías en un constante esfuerzo por adaptarse a un sector en continuo cambio. Lleva más de veinte años elaborando revistas y periódicos. Antes de su desempeño en El País, entre otros cargos, fue jefe de diseño en el diario Público y director de arte de las revistas S Moda, PlayStation, Xtreme-Superjuegos y MAN. Sus dos blogs, Quintatinta, sobre el mundo del diseño gráfico y el periodismo, y El Portadista, que recopila portadas de revistas y periódicos, “ahí siguen, dormidos”. ¿Subimos la voz de la noticia para despertarlos?

Entre idas y venidas por el periodismo, sus aristas y sus cierres épicos, a Areso le da tiempo a contestar cinco preguntas, un “aquí te pillo, aquí te mato” periodístico de libro. De crónica cambiamos al formato entrevista:

Pregunta: ¿Qué consejos le puede dar a los jóvenes estudiantes que quieran dedicarse al diseño de arte en un medio de comunicación?

R: Que vivan y aprendan para diseñar para las pantallas, pero que no desprecien toda la sabiduría que se adquiere diseñando para el papel, y que se sientan un poco periodistas: en los medios, el diseño también es información.

P: ¿Cómo califica el proceso de rediseño de El País? ¿Qué ha sido lo más difícil y qué lo más gratificante de este trabajo de un año?

R: El proyecto partía de dos retos enormes. Por un lado, teníamos que encajar en un formato más reducido la mayor cantidad de contenido posible para que el recorte en el papel no supusiera un recorte de calidad informativa. Era necesario comprimir todo, pero sin agobiar. Por otro, queríamos que el nuevo aspecto del diario heredara la personalidad, muy asentada, de los diseños anteriores. Que todo fuera nuevo, pero a la vez que todo recordara a lo anterior y que los lectores se reconocieran en el diario. Habiendo diseñado todo de cero, considerábamos un éxito que un redactor nos dijera, hojeando los bocetos, “ah, pues no se nota tanto”.

P: ¿Qué supone “dibujar la arquitectura de las páginas” de un periódico con tanta solera?, ¿cuál fue el proceso?

R: Da un poco de vértigo tocar el diseño de publicaciones tan grandes como EL PAÍS, así que me obligo a relativizarlo para protegerme de esa sensación y trabajar con más libertad. El diseño, en el diario, es parte de su personalidad, y no se puede jugar con eso a la ligera, así que, en el proceso de rediseño, que duró más de un año, dedicamos mucho esfuerzo en revisar los números antiguos para tenerlos como referencia y recordatorio. Todo lo que diseñábamos tenía que aprobar un examen de una sola pregunta: “¿es o no es “estilo país”?”

P: El título de la conferencia es una provocación, ¿verdad?, el papel no ha muerto… ¿o le queda poco?, ¿tiene futuro en estas generaciones?

R: Los jóvenes consumen papel más por excentricidad que por hábito, y ya solo eso es una sentencia a largo plazo. Predecir el futuro es cosa de astrólogos, pero no es excesivamente aventurado decir que a los medios impresos masivos, tal y como los conocemos, les quedan pocos años de vida. Llevamos muchos años de lento declinar, de crisis permanente. Ya ni siquiera hay quioscos en cada esquina, como antes, para poder comprar el periódico de cada día. Dicho esto, tampoco es una locura pensar que el papel pueda sobrevivir como versión de luxe de los medios de comunicación, destinada a un consumo lento y de nicho.

P: ¿Por qué le gusta la tipografía Majrit Text, que impregna El País?

R: El tipógrafo portugués Mario Feliciano trabajó durante casi dos años para crear la letra con la que diseñamos en el papel y en la web de EL PAÍS. Fue un trabajo de orfebre que buscaba, sobre todo, legibilidad, y que la letra no quitara protagonismo al contenido informativo. Se lee bien y es elegante y discreta: justo lo que busco en una tipografía de periódico.

Texto: Javier Picos. Fotos: Zaida del Río

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