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Matthew Levin: “El diálogo es la manera de Canadá de estar en el mundo”

La hoja de arce, uno de los emblemas de Canadá, está presente incluso en su bandera. Este árbol, que en otoño adquiere una gran belleza cromática, presidía los carteles del Campus Madrid- Princesa de la Universidad Nebrija para recibir al embajador de Canadá en España Matthew Levin, que durante su conferencia, no rehuyó ningún tema, incluido los espinosos, de la geopolítica mundial ni la implicación de su país en los asuntos globales.  “El diálogo y la negociación es la forma de ser, de organizar nuestro estado federal y nuestra manera de estar en el mundo”, consideró.

Ante los alumnos del grado en Relaciones Internacionales y la comunidad universitaria, Levin insistió en la multiculturalidad de un país que con 36 millones de personas y la segunda extensión más grande del planeta “no tiene una identidad canadiense” propiamente dicha “sino un conjunto de todas las realidades canadienses”. Contraponiendo otras tendencias actuales, el embajador canadiense apostó por la diversidad como riqueza “y no como amenaza” basado en el talento humano y la inmigración –en su integración positiva- como capacidad de sostener las sociedades de acogida. Haciendo acopio de las palabras del primer ministro de su país Justin Trudeau, Levin estimó que “Canadá es tal vez el primer país posmoderno”.

Precisamente, en la postura de Trudeau se basó el embajador para hablar sobre el Brexit: “Nosotros queremos que Reino Unido siga participando en la Unión Europea para amplificar esa voz común”. No obstante, Levin no ocultó que, si se produce finalmente esa salida, Canadá seguiría teniendo una relación bilateral muy cercana con él.

Las aspiraciones de Quebec

En referencia a las aspiraciones independentistas de Quebec, Levin apuntó que el gobierno canadiense no lo percibe como un problema, sino que es un asunto “que puede convivir con nuestra realidad federal”. A pesar de todo, consideró que “no hubo forma de impedir” el referéndum de 1995, una consulta que “hubiéramos prohibido si hubiéramos tenido una constitución como la española”.

En el mismo contexto internacional, mientras resaltaba la sintonía entre Canadá y la Unión Europea en intereses y valores, también esbozó la sinergia actual de su país con Estados Unidos: “Es nuestra relación más importante, somos afortunados de tener a ese vecino, pero ahora hay una complejidad que no había tenido antes”.

El embajador también apreció un “cierto déficit de conocimiento mutuo” entre Canadá y España, pero “podemos convertirnos en aliados no solo naturales sino prioritarios”. La multiculturalidad y “el ubicarse en el mundo con cierta modestia” son rasgos que comparten, en su opinión, ambos Estados. “A lo mejor deberíamos ser algo más ambiciosos”, deseó.

Compartiendo estrado con Adela Alija, directora del Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad Nebrija, Levin animó a los estudiantes a “implicarse en el espacio común de nuestro planeta” ya sea desde la diplomacia, las empresas privadas, las ONG o las instituciones internacionales, porque las respuestas a los problemas globales “no se manejan ya desde los Estados nación sino desde la cooperación internacional”. Esta declaración de intenciones inicial se sumó a una más cercana: “Gracias por sacar tiempo de vuestra agenda apretada de estudiantes para escuchar algo sobre Canadá”.

Madrid, 9 de octubre de 2019

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