Nuevo horizonte para la educación digital en la Era post COVID-19

Vivimos tiempos de incertidumbre y de rápida adaptación, ahora más que nunca. El impacto del coronavirus (COVID-19) ha traído consigo una importante crisis sanitaria, que ha sacudido todos los sectores, incluido el educativo. La Educación Superior ha visto suspendida su actividad presencial, de un día para otro y en pleno desarrollo del curso académico. Esto ha requerido una reacción inmediata por parte de la Universidad y el planteamiento de una serie de retos importantes, como el teletrabajo para toda la comunidad y la traslación de la docencia presencial a los escenarios digitales. Todo en tiempo récord.

La adaptación de la docencia presencial a los entornos digitales no es una tarea sencilla, pero es posible. La mayoría de universidades dispone de infraestructuras tecnológicas que lo permiten. En tiempos de normalidad, éstas quizás se han mantenido en un segundo plano para la educación presencial, siendo un apoyo para la entrega de actividades o la disposición de material y recursos digitales. En este momento de crisis, sin embargo, se han convertido en el aula principal, el espacio en el que se desarrolla toda la actividad: comunicación-interacción, colaboración, evaluación y cualquier otro aspecto académico. Las plataformas LMS, así como las herramientas que las integran, como videoconferencias, foros, wikis, blogs, etc., cobran total protagonismo y ven incrementados considerablemente los índices de acceso tanto de los docentes como de los estudiantes.

Sin embargo, este cambio va mucho más allá de la tecnología; implica una adaptación metodológica importante, de evaluación, así como la aplicación de la competencia digital, tanto de los docentes como de los estudiantes, y de la netiqueta digital. La docencia presencial no se convierte, de un día para otro, en e-learning, pero lo cierto es que muchos docentes cuentan con experiencia en las modalidades a distancia y empiezan a aplicar estrategias de enseñanza propias de la educación digital. Para los docentes menos experimentados en estos entornos, tras los primeros momentos de nerviosismo ante la cámara, con los alumnos conectados de manera síncrona desde sus hogares, empiezan a olvidar lo técnico y se centran en su clase, sus contenidos, su materia. Para estos docentes, y también para los estudiantes, es importante contar con un equipo tecno-pedagógico de apoyo y guía. Este soporte, que en muchos casos se componte de expertos en educación e-learning, puede ser clave en este proceso de adaptación y transformación.

En este momento es importante seguir con el impulso iniciado, pero es inevitable empezar a pensar que, tras la situación de crisis, se plantea un nuevo escenario, más digital y, por qué no, más híbrido, en el que lo presencial y lo virtual convergen y forman un espacio mixto para la enseñanza y el aprendizaje. Estos días se ha demostrado la gran capacidad de adaptación por parte de las instituciones de Educación Superior, de sus estudiantes, docentes, servicios técnicos, comunicación, gobierno y todos sus equipos. Toda crisis trae cambios. Para la Universidad esto implica, sin duda, un nuevo horizonte en la educación digital.

Cristina Villalonga Gómez, PhD en Comunicación y Educación en Entornos Digitales. Directora de Global Campus Nebrija

Artículo publicado en El Economista el 24 de marzo de 2020

Comentario

  1. Un placer como siempre leer a Cristina.
    Desde el gran equipo de Global Campus siempre habéis tenido clara la importancia de la enseñanza online y esta época de crisis ha dejado de manifiesto vuestro impecable trabajo todos estos años.
    Enhorabuena y a por ese nuevo horizonte, ya es vuestro 🙂