Celebramos el Día del Libro el 23 de abril y en sucesivas fechas del calendario

Este artículo, en cuatro apartados o estantes, nace cuando acecha el 23 de abril y por un día los libros eclipsan lo demás. Sin embargo, los lectores tampoco son ajenos a la crisis provocada por el bicho –intentaremos no llamarlo por su nombre de pila a ver si le quitamos algo de protagonismo- e intentan sobrevivir como pueden. Los expertos aseguran que el coronavirus –ya hemos faltado a nuestra promesa de mención- aguanta tres horas sobre el papel, pero, con una lectura que atrape, vive menos en nuestras cabezas. De lo digital ni hablamos ya… Removemos las mentes de los nebrijos Rafael Jiménez, Pablo Martínez Dorado y Diego Moldes para participar en sus propuestas, aunque también hay otras ideas del mundo exterior.

1.- Biblioteca

Si hablamos de libros, no puede faltar Rafael Jiménez Pascual, quien, en una entrevista en Actualidad Nebrija, ya definiera una biblioteca como “un universo formado por sus contenidos y sus lectores, y al igual que el propio Universo, no tiene principio ni fin (permítaseme esta licencia) como corresponde a una institución más que bimilenaria”.

El subdirector del Servicio de Biblioteca de la Universidad Nebrija nos ha confeccionado estos tres párrafos sin fecha de caducidad para los devoradores de letras:

Si bien los servicios presenciales y el acceso a la colección impresa y analógica se han visto interrumpidos debido a las circunstancias actuales, el Servicio de Biblioteca de la Universidad Nebrija ha puesto en marcha su plan de contingencia y continúa prestando a la comunidad universitaria servicios principales, entre los cuales el acceso remoto -para lectura en streaming o descarga- a colecciones electrónicas de todo tipo de materiales, reforzadas con la incorporación directa -desde los portales web de e-libros ya suscritos- al Catálogo-OPAC ~ Web Portal de la Biblioteca, de libros relacionados con las asignaturas de grados y posgrados, con el fin de otorgarles un mejor acceso y una mayor visibilidad.

Pero la Biblioteca se ha configurado también en canal de difusión de muchas de las iniciativas solidarias de tantos proveedores y organismos, dedicados a la producción y servicio de información científica o divulgativa, que han puesto en abierto (sin restricciones o cargos) sus contenidos, como respuesta a las dificultades de acceso a la información que genera la crisis sanitaria actual. Otras prestaciones, como el Servicio de Apoyo al investigador siguen funcionando como de costumbre, y el Servicio de Préstamo Interbibliotecario, pese a la existencia de algunas restricciones, se está intentando solucionar igualmente.

La Biblioteca mantiene abiertos, como siempre, sus canales de comunicación a distancia, y responde a todas las preguntas y dudas, sin olvidar otros cometidos comunicativos como su propuesta semanal de recomendaciones y novedades bibliográficas Biblionet o sus aportaciones críticas sobre recursos y herramientas de información en el Blog Global Campus Nebrija. Un elenco, pues, de posibilidades para seguir estudiando, trabajando y leyendo en casa, con toda la oferta de contenidos por la que la Red de Bibliotecas apuesta para seguir dando un servicio útil y constructivo a la comunidad universitaria.

2.- Redes Sociales

Atención al desembarco de las redes sociales de la Universidad en el Día del Libro. Pablo Martínez Dorado, community manager –o “periodista encargado de las redes”, como a él le gusta catalogarse para evitar el anglicismo- ha elaborado una jugosa acción desde los canales de Twitter e Instagram de la Universidad “con el objetivo de fomentar la lectura como un bálsamo en estos tiempos inciertos”. Su reto: que la Comunidad Nebrija, amigos, curiosos y lectores varios publiquen su poema o frase favorita de cualquier obra literaria. “En el caso de Instagram, compartiremos este contenido a través de los stories y en Twitter, retuitearemos el contenido que nos llegue, citando al autor de cada una. Con ello, queremos hacer visible el poder de la palabra y la cultura en nuestra sociedad”, afirma.

Seguro que, de nuevo, los estudiantes, profesores y personal de la Universidad se vuelcan en esta iniciativa que buscar trascender al 23 de abril y perpetuarse como una forma de compartir conocimiento en unos momentos de soledad entre cuatro paredes.

Asimismo, por estos medios, la Federación de Gremios de Editores de España, la asociación profesional creada para la representación y defensa de los intereses del sector editorial, lanza en sus cuentas oficiales de Instagram y Twitter una campaña en torno al libro. A través de la etiqueta #GRACIASLIBRO los lectores pueden enviar sus fotografías -mencionando los perfiles de la Federación- que nos muestren leyendo en nuestro rincón favorito. “La celebración del Día del Libro supone siempre una oportunidad para buscar la atención de la ciudadanía sobre el libro y la lectura. El objetivo es poner en valor el libro como acompañante y la lectura como vía de ocio, entretenimiento o aprendizaje en tiempos de aislamiento social y de confinamiento”, señala Miguel Barrero, presidente de la Federación de Gremios de Editores de España.

3.- Lecturas y escritores encerrados

Diego Moldes, director de Relaciones Institucionales de la Universidad Nebrija y de la Fundación Antonio de Nebrija, escribe un artículo sobre literatos confinados, que recogimos en la Guía total para sobrevivir encerrado en casa y para compartir con todos:

¡Qué duda cabe que la lectura, el cine en casa, la música y el yoga son algunas actividades ineludibles en este encierro!

Son muchos los grandes escritores que escribieron estando en prisión; en el caso de la Inquisición Española (de la que el propio Nebrija se libró de milagro gracias al cardenal Cisneros y a que su hijo Sancho presentó un falso Estatuto de Limpieza de Sangre), los casos más sonados son Fray Luis de León y San Juan de la Cruz (ambos de familias conversas).

Los dos mejores novelistas que han existido, Cervantes y Dostoievski, estuvieron en la cárcel, donde escribieron y mucho. Casualmente, ambos con pena de cinco años, Cervantes en Argel y Dostovievski en Siberia (incluso con trabajos forzados).

En el Siglo de las Luces, Voltaire y el Marqués de Sade también fueron presos y escribieron entre rejas grandes obras.

El gran poeta Verlaine, como es sabido, fue detenido tras disparar en duelo al no menos genial, Rimbaud. Verlaine escribió en su celda bellos poemas, pero el trauma le hizo alcohólico y drogadicto.

Otro ejemplo es Oscar Wilde, por supuesto, y su Balada de la cárcel de Reading.

En el caso español, uno de mis poetas favoritos desde niño, Miguel Hernández, escribió en la cárcel bellos poemas. Un conocido mío, que me escribe semanalmente desde hace más de una década, Fernando Arrabal, escribió su célebre obra teatral Fando y Lis (llevada al cine por mi amigo Jodorowsky) desde la cárcel de Carabanchel. ¿O fue otra obra? Debió de ser en 1966 o 1967.

Ken Kesey, si no me falla la memoria, escribió Alguien voló sobre el nido del cuco (la tengo en mi estantería pendiente de leer desde hace décadas) en una cárcel americana.

Henri Carrière y su mítica novela Papillón, en la que cuenta su estancia y fuga de una cárcel-isla de la Guayana francesa. Se adaptó al cine con gran éxito, Schaffner dirigiendo a Steve McQueen y Dustin Hoffmann.

¡Y Archipiélago Gulag, de Aleksandr Solzhenitsyn! Lo leí con 18 años, ¡qué gran impacto! Al igual que Un día en la vida de Iván Denisovich.

Y mi favorita, la novela La evasión (Le trou, 1957), en donde José Giovanni narra su fuga de la mítica prisión de La Santé. La publicó Gallimard. El éxito fue tal que no sólo se adaptó al cine (Jacques Becker en su obra maestra homónima de 1960) sino que convirtió al exconvicto en un novelista, guionista y cineasta de culto que creó un nuevo subgénero policial: el polar.

Hay cientos de casos más…por ejemplo, la que considero mejor obra teatral de la Historia, Macbeth, la escribió Shakespeare en una cuarentena. Y quizá también Rey Lear

(Recomendaciones lectoras de Diego Moldes).

4.- Otros puntos de interés

La campaña Apoya a tu librería, impulsada por CEGAL (Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Librerías), también es una buena manera de abrazar libros y de paso a los libreros. “Sensibilizado con las dificultades para la supervivencia del tejido de librerías nacionales provocadas por el cierre forzado de su actividad”, este plan permite a los lectores ingresar dinero en la cuenta de su librería preferida para canjearla por compras en los seis meses siguientes a partir de que las autoridades permitan reabrir los locales. Para este menester, es necesario registrarse en el portal todostuslibros.com.

Antes de que paseemos -¿seguiremos con el oxímoron “distancia social”?- por la Feria del Libro de Madrid que ha postergado sus fechas en El Retiro del 2 al 18 de octubre de 2020, con Colombia como país invitado de honor, podemos husmear por la excelente Biblioteca Digital Hispánica, el portal libre y gratuito de documentos digitalizados de la Biblioteca Nacional de España. Cuidado porque crea adicción perderse entre documentos, partituras y fotografías de sus colecciones y hay que reservar tiempo de confinamiento para hacer ejercicio físico, que acompañe al mental en el resabiado mens sana in corpore sano.

Comentario

  1. Me ha gustado mucho el artículo, pero comentaros que lo que yo he leído sobre la duración del “bicho” sobre el papel es un poco más desalentadora: entre 24 horas y 5 días (dependiendo de temperatura y humedad).
    Feliz día del LIBRO