Neus Sans apuesta por llevar al aula textos cercanos a la realidad del idioma

“Aportamos lengua, generamos lengua y hacemos reflexionar. Debemos llevar al aula la lengua real, textos que motiven a la comprensión y utilizarlos como disparadores de la producción, textos cada vez más representativos y cercanos a la realidad del idioma, que activen procesos de comunicación y de interacción”. La profesora y editora Neus Sans se refería así a su criterio en la  enseñanza del español como extranjeros en la primera de las dos clases magistrales organizadas por el Departamento de Lenguas Aplicadas de la Facultad de Lenguas y Educación de la Universidad Nebrija y el Máster en Didáctica del Español como Lengua Extranjera Nebrija-Difusión.

Definiendo la comunicación como “esa especie de ballet en el que los hablantes articulan los enunciados y sus palabras con la situación y con sus expectativas”, Neus Sans recordó que los contenidos didácticos no deben ser “un repositorio de frases” sino modelos, andamiajes, fuentes de interacción, espacios estratégicos e incluso espacios metalingüísticos para la reflexión intercultural. “Las lenguas sirven para comunicarse y esto se hace a través de textos orales y escritos… ser competente en una lengua es saber manejar textos”, dijo.

En su visión panorámica en el diseño de materiales y formación de profesores, la codirectora de Cuadernos de didáctica y asesora pedagógica de Campus Difusión ofreció cinco consejos básicos para los profesores de ELE (español como lengua extranjera): preparar el enfrentamiento al texto, anclarlo en el universo del alumno; reconocer el tipo de texto y activarlo con un buen diseño de los mismos; prever un uso natural del texto y una meta extralingüística, leer o escuchar para algo; y poner el foco en la lengua para “ni sobrevalorar ni sobrevolar” los contenidos lingüísticos.

En las últimas décadas, consideró Sans, hemos pasado “de aprender una lengua para usarla a usarla para aprenderla”. Con el objetivo de fomentar el uso, la profesora de ELE abogó por unas actividades que reconocen el aula como su principal contexto, suponen algún tipo de reto intelectual, generan un discurso personal, vinculan “afectivamente” al alumno o al grupo con la tarea y obligan al uso de la lengua, entre otras claves.

Sin olvidar la máxima del educador brasileño Paulo Freire -“Saber que enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades para su propia producción o construcción”-, Neus Sans concentró los retos del futuro en esta materia en cuatro acciones: integrar las tareas comunicativas con la reflexión de la lengua, diseñar tareas comunicativas “que no estresen”, articular las ayudas y andamiajes y conocer mejor las dinámicas grupales.

Después de reflexionar sobre los materiales de español de las últimas décadas, estableció, durante la segunda sesión, determinados criterios para el diseño o programación de unidades didácticas, aunque siempre teniendo en cuenta la intensidad de la participación en el aula, las dinámicas de grupo y el empleo de “las mejores herramientas posibles, las que más activan a los alumnos”.

Durante su segunda clase magistral con los alumnos del máster, Neus Sans instó a los profesores a utilizar contenidos que formen un engranaje y desechar ejercicios aislados, sin perder de vista la interacción y el placer por aprender: “En un aula donde hay risas se aprende más. Pongo la mano en el fuego”.

Las tareas, los manuales, los contenidos lingüísticos y algún que otro secreto de cocina para profesores conformaron la última parte de su encuentro con los alumnos. “He sobrevivido cuatro décadas programando unidades didácticas, aunque sigo albergando dudas”, concluyó.

.- Entrevista a Neus Sans en Actualidad Nebrija. Pincha en este enlace.

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