Antonio Turiel: “El cortoplacismo del beneficio nos pone en mala situación ante los retos energéticos”

La crisis ambiental y la escasez de energía no renovable hacen “imprescindible, inevitable y urgente” la transición al 100 % renovable. Así lo cree Antonio Turiel, investigador del Instituto de Ciencias del Mar (ICM), organismo dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), pero “el habitual cortoplacismo del beneficio nos pone en mala situación para hacer frente a los retos del futuro”.

Durante su participación en las II Jornada de Sostenibilidad organizadas por la Politécnica Nebrija, Turiel, autor del blog The Oli Crash, advirtió de la “fuerte” desindustrialización de Europa. “Desde el punto de vista técnico, se tiene que apostar por la renovable no eléctrica y la integración producción-energía. Desde el punto de vista social, es urgentísimo abandonar el crecentismo y apostar por la relocalización”, apuntilló.

A su juicio, una transición “más eficiente, más deseable y a escala humana” entra en colisión con el modelo REl, de tipo “renovable eléctrica industrial” que “simplemente no funciona”. El científico del CSIC estimó que, en este aspecto, los poderes políticos y económicos “han hecho un pacto de silencio para no comprometer los fondos NextGenerationEU”.

Las cuatro “carencias que demuestran que estas energías renovables tienen muchas limitaciones” son: el “finito” potencial máximo de producción de energía renovable -por ejemplo, toda la energía eólica tiene que salir de la capa límite atmosférica y por lo tanto es limitada-; la dependencia de materiales escasos como el cobre, el litio o el cobalto; la dependencia de los combustibles fósiles en todos los procesos desde la extracción de los materiales, su transporte, la elaboración y la fabricación de piezas hasta su traslado, instalación, mantenimiento y, eventualmente, desmantelamiento; y los problemas para aprovechar más la electricidad -solo representa el 20 % del consumo de energía final en el mundo, y menos del 25 % en el caso de los países más avanzados-.

La amenaza de quiebra de los aerogeneradores o el colapso del uranio que hace “imposible” el renacimiento de la energía nuclear son otras de las claves que dio Antonio Turiel para componer la imagen en movimiento de la energía en una etapa marcada por el agotamiento de los combustibles fósiles.

Cambio climático “antropogénico”

Siguiendo la estela de la edición pasada de la jornada, Carlos Gumiel, director del Grado en Ingeniería en Tecnologías Industriales e investigador del Grupo de Investigación Nebrija en Materiales y Fabricación Avanzada (MOD3RN), convocó también a otros tres expertos sobre sostenibilidad en las II Jornadas sobre este temática que transcurrieron en la Universidad Nebrija.

Como ya argumentara en el reciente I Encuentro Energía y Movilidad Sostenible Madrid Foro Empresarial – Universidad Nebrija, Carlos Gumiel, basándose en los periodos de glaciación, indicó que no debería tocarnos un cambio climático natural, aunque muchos científicos hablan de un cambio climático “antropogénico” por las emisiones descontroladas de gases de efecto invernadero que aumentan la temperatura medida fe la tierra (calentamiento global).

Cambio de cultura y ejemplo personal

Por su parte, Teresa Romo, directora de sostenibilidad en Northgate, con 31 delegaciones y talleres propios, habló sobre la movilidad sostenible en el sector del renting (alquileres de coches). Hace dos años y medio la contrataron para forjar la estrategia de la compañía en este campo. “Lo primero que planteé fue un cambio de cultura y en primera persona para vivir las penalidades y las bondades de los vehículos eléctricos. La compañía apostó por la electrificación de la flota de empelados e instalamos cargadores en nuestras sedes”.

Luego llegó el autoconsumo generado por placas solares a diecisiete delegaciones, la necesidad de predicar con el ejemplo para que los clientes abrazaran esa transformación energética, y la petición de la huella de carbono de la compañía. “No solo es importante descarbonizar, sino consumir menos”, adujo Teresa Romo.

La implicación del “lado oscuro”

Holcim, empresa líder en el suministro de cementos​, áridos y otros materiales como hormigón premezclado y combustibles alternativos también estuvo presente en las Jornadas. Su director de sostenibilidad en España, Mariano García Hoyos, defendió que el sector de la construcción, a pesar de ser catalogado en el “lado oscuro” por generar casi el 40 % de las emisiones de CO2, puede dar contenido a la sostenibilidad en todo el mundo porque la transición hacia la descarbonización “va a necesitar construir un montón de infraestructuras con menos recursos y volúmenes y con más eficiencia”.

Holcim, según las cifras ofrecidas por Mariano García Hoyos, tiene en el mercado la gama “más amplia” de materiales con baja huella de carbono, entre un 30 % y un 70 % menos en impacto de CO2. La empresa está inmersa en la puesta en marcha de la que será la primera planta de captura de CO2 en una fábrica de cemento en España.

Bodas sostenibles

Francesca Menéndez, fundadora de Helia Events, una “pequeña” empresa creada en 2021 centrada en la producción y desarrollo de eventos bajo “criterios de responsabilidad ecológica y social”, finalizó las intervenciones antes del debate con el público.

En su charla se centró en las bodas sostenibles, una alternativa a las ceremonias estándar que generan, con 130 invitados, una media de 250 kilos de residuos. En la organización de un enlace matrimonial, Francesca Menéndez propuso acciones “puntuales de sostenibilidad” sin olvidar el cálculo y compensación del impacto de la huella de carbono que generan.

Algunas de estas practicas tienen que ver con el uso de luces led, la búsqueda de localizaciones cercanas a la vivienda de la mayoría de invitados, la utilización de materiales con criterios de sostenibilidad, la contratación ética del personal, la elección de productos frescos y de temporada, la donación de los excedentes a bancos de alimentos y comedores sociales, la elaboración de las invitaciones por ONG, la elección de decoración reciclable y de vestidos y trajes de segunda mano, la sustitución del arroz por pétalos de flores u hojas de olivo;  el uso del maquillaje y de los productos de peluquería “libres de crueldad animal”, o la plantación de un árbol autóctono por parte de los invitados.

Texto: Javier Picos. Fotos: Zaida del Río.

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