Las graduaciones de la promoción de 2025 se abrieron paso en un Campus de Ciencias de la Vida en La Berzosa en plena metamorfosis. Por primera vez, el Instituto Nebrija del Deporte jubiló la carpa que hasta este curso había cobijado emociones y sueños de futuro. Las tres jornadas, 19, 20 y 21 de junio, tórridas en el tiempo meteorológico, cálidas en el tiempo humano, brindaron a los 1852 graduandos y 5352 allegados unas ceremonias cercanas y cargadas de mensajes certeros de madrinas, padrinos y docentes.
Los más de 9300 asistentes y las más de 17 000 visualizaciones de los rituales en remoto dieron una idea de la relevancia del acto académico. La imposición de la beca roja simbolizó con todos los honores el fin de una etapa para los que han culminado con éxito los grados y posgrados de la Facultad de Comunicación y Artes, la Politécnica Nebrija, la Facultad de Ciencias de la Vida y de la Naturaleza, la Facultad de Derecho y de Relaciones Internacionales, la Facultad de Economía y Empresa, la Facultad de Lenguas y Educación y el Centro Universitario San Rafael-Nebrija.
Los himnos universitarios Veni Creator y Gaudeamus igitur, los gaiteros del Centro Asturiano de Madrid, el pinchadiscos subversivo Aviador DeLuxe y el solemne cortejo de profesores compusieron los aledaños de unas jornadas a las que los alumnos Iria Soto, Alba Castro, Carlos Pérez, Álex García Vázquez, Uliana Tarnopolska y Dana Ionescu dieron lustre con sus voces. Temas como Feeling Good, El universo sobre mí, Color esperanza, Bailemos, Don’t stop me now y I will survive cautivaron a los presentes.
Las tres titulaciones
Con una felicitación general a la comunidad Nebrija, José Muñiz, rector de la Universidad, mostró su “orgullo y placer” por haber sido testigo del crecimiento personal, educativo y social de los graduados que, además, se llevaron “tres titulaciones”; la académica, la de antiguos alumnos y la de embajadores de la Universidad. Les propuso que se levantaran y dirigieran su mirada a sus seres queridos mientras exhalaban tres veces un “gracias” sincero.
Sin olvidarse del lema de la Universidad –pasión por saber y pasión por emprender– ni del mantra “excelencia con alma”, el rector citó de corrillo los valores Nebrija: curiosidad, rigor, emprendimiento, alto rendimiento, internacionalización, simbiosis con las empresas, humildad y trabajo duro.
Muñiz instó a los y las nebrijas a la defensa de una sociedad “abierta y democrática”, porque, como ya advirtió el escritor y filósofo Edmund Burke “para que triunfe el mal, solo es necesario que los buenos no hagan nada”. Otra cita de Cervantes también fue en esa dirección: “La libertad, Sancho, es uno de los más preciados dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre”.
¿Qué demonios es el agua?
El rector de Nebrija echó mano de Esto es agua, un breve cuento del escritor David Foster Wallace sobre la invisibilidad de lo obvio y sobre el peligro de no darse cuenta de lo más importante. Están dos peces nadando uno junto al otro cuando se topan con un pez más viejo nadando en sentido contrario, quien los saluda y dice, “Buen día muchachos ¿Cómo está el agua?” Los dos peces siguen nadando hasta que después de un tiempo uno se vuelve hacia el otro y pregunta `¿Qué demonios es el agua?´”.
En su discurso, José Muñiz desveló la fórmula Nebrija del éxito profesional: EP = C x E2 (EP: éxito profesional; C: capacidad cognitiva y E: esfuerzo). De esa fórmula también se desprendieron conceptos como las cualidades personales, las habilidades sociales más valoradas por las empresas y los consejos de personalidades históricas tan relevantes como Nelson Mandela, Bill Gates, Marco Aurelio, Baltasar Gracián o Gandhi.
A su esfuerzo por componer una hoja de ruta vital a los futuros profesionales se sumaron las sabias palabras del psicólogo estadounidense Robert J. Sternberg, que ya definía que las personas exitosas “se concentran en sus objetivos, aplazan las gratificaciones, son perseverantes, tienen iniciativa, no tienen miedo a fracasar, confían en sí mismos y aceptan la crítica justa”.
Preferimos a los optimistas
Otro clásico contemporáneo apareció en boca del rector. Haciendo suyas las creencias del publicista Lluis Basat, Muñiz prefiere los modestos a los pedantes, los simpáticos a los antipáticos, los alegres a los tristes, los optimistas a los pesimistas, los atentos a los maleducados, los altruistas a los egoístas, los que profesan sentido del humor a los que no lo tienen, los generosos a los trepas, los deportistas a los sedentarios y los sinceros a los falsos.
En el corazón y en la mente de los jóvenes que vivieron uno de sus días más felices se posaron más pasajes del parlamento del rector como la apuesta por viajar en el aprendizaje continuo, por abrazar la verdad y el valor al estilo del explorador polar Ernest Shackleton, por asumir que “la fuerza está en la unión” (concordia res parvae crescunt) y por componer un liderazgo auténtico con humildad, generosidad, pasión, optimismo, empatía y control de las emociones.
Palabra de decano
Los decanos no quisieron tampoco dejar pasar la oportunidad para transmitir su orgullo hacia los ya alumni. Sara Uceda (Facultad de Ciencias de la Vida y de la Naturaleza), Susana Martín Leralta (Facultad de Lenguas y Educación), Alfonso López de la Osa (Facultad de Derecho y de Relaciones Internacionales), Juan Carlos Arroyo (Politécnica Nebrija), Marta Perlado (Facultad de Comunicación y Artes) y Ana Fernández-Ardavín (Facultad de Economía y Empresa) hablaron a la nueva generación de la familia Nebrija de claves como la mirada crítica, la curiosidad, el compromiso con la profesión, la vocación, el servicio a la sociedad, la constancia, el trabajo bien hecho, el respeto, la defensa de la democracia y la cultura, la búsqueda de la felicidad, la pasión, la responsabilidad que conlleva el conocimiento y la ilusión.
Aldara Pereira, subdirectora de la Fundación Nebrija, y sus compañeras Alicia Martínez y Azucena Hernán condujeron las ceremonias con rigor y cercanía. Uno de los momentos más sorprendentes fue la emisión del vídeo Conexión 2032, donde Sofía Martínez daba paso a un informativo “emitido en el futuro”. Las noticias de 2032 tenían como protagonistas a egresados de Nebrija que crean prótesis de hueso, anuncios con drones en eventos deportivos, avances en neurocognición para atajar los accidentes de tráfico, sistemas de eliminación de ciberataques, ciudades sostenibles sin huella de carbono, curas con modulaciones de la luz, o campañas publicitarias innovadoras para establecer espacios seguros para la denominada “generación de cristal”.
Guías de vida y de profesión
Ávidos de guías y mapas precisos, los graduandos escucharon con atención los parlamentos de las madrinas y los padrinos. Su experiencia y cariño, a los que podrán recurrir en los momentos más duros, compusieron la mejor melodía de un día inolvidable.
Santiago González Moreno, director médico del MD Anderson Cancer Center Madrid-Hospiten, inauguró los discursos asumiendo la “gran responsabilidad” del papel de faro de los jóvenes. Su compromiso con una atención oncológica centrada en el paciente y basada en la evidencia contagiaron sus mensajes: “Somos del sector de la salud, nos caracteriza nuestra vocación de servicio y de ayuda y somos jugadores de equipo. Conoceréis a las personas en sus momentos más vulnerables, estarán desnudos ante vosotros, estarán en vuestras manos, siempre podremos aliviar y acompañar, y eso es una gran responsabilidad. Servir es un privilegio, una suerte que desde hoy os viene dada de serie”.
El doctor González Moreno concedió importancia a los primeros trabajos de los recién graduados donde se apuesta por unos profesionales sin experiencia que van a demostrar lo que valen. “Sentir que se confíe en ti es una sensación imbatible”, afirmó.
El oncólogo gastrointestinal y peritoneal, con una intensa labor investigadora reflejada en más de 85 publicaciones científicas, transmitió a sus “ahijados” la necesidad de trabajar “duro y bien”, con ética, pasión, gratitud y humildad, gestionando el miedo y sin esperar reconocimientos que vengan del dinero o de la fama. Eso sí, tener referentes como Santiago Lara, que se graduó el año pasado en Nebrija, pueden inspirar en el futuro.
La emoción oportuna
En la sesión de la Facultad de Lenguas y Educación, Mar Romera, pedagoga y especialista en inteligencia emocional, lanzó sus palabras directamente a “la memoria del corazón”, en forma de agradecimiento, y a todos los que “estáis tomando posición en la línea de salida del maratón profesional de vuestra existencia”. Las decisiones “envueltas en valores, con compasión y con mucha pasión” y “poderes como la empatía, la imaginación y saber elegir la emoción oportuna en el momento oportuno” fueron algunas de las ideas que Romera transmitió a los jóvenes.
En su arenga, citó varias proclamas del inolvidable profesor Keating, interpretado por Robin Williams en la película El club de los poetas muertos, como: “Fui a los bosques porque quería vivir a conciencia, quería vivir a fondo y extraer todo el meollo a la vida, y dejar a un lado todo lo que no fuese vida, para no descubrir en el momento de mi muerte, que no había vivido”.
Con ese ánimo de “contribuir con un verso a cambiar el mundo”, la autora de La escuela que quiero o Educar con 3 Ces: Capacidades, Competencias y Corazón habló de la superación, de lo que significa enseñar más allá del aprendizaje en una apuesta por cuidar e incluir, de “la cantidad de baches, sombras y picos” y del objetivo de la vida, “que es una vida con objetivos”. Para seguir avanzando y aprender de los errores, según Romera, hay que convertirse en “personas grandes, amorosas, muy cultas, equilibradas emocionalmente y leer mucho”.
El éxito que viene del respeto
La madrina de los futuros maestros no dejó de dar titulares bellos. Ahí va un compendio de ellos: “El ser humano es el único mamífero superior capaz de emocionarse con su imaginación; la emoción decide, la razón justifica; y el éxito vendrá del respeto al ser humano”.
Asimismo, instó a los profesionales de la educación a ser responsables porque “pueden ser la única segunda oportunidad de un niño”. Para reforzar esta opinión leyó uno de los poemas más recordados de Gloria Fuertes: “Lo primero, la bondad;/ lo segundo, el talento / Y aquí termina el cuento”. “Llenar de vida la vida de los niños” y “alejarse de prácticas cobardes y de personas que no intentan nada por sistema” confluyeron en otra de sus reflexiones en voz alta: “Los malos maestros son todos iguales y siempre están tristes, los buenos son todos diferentes y siempre están contentos”.
Algunas licencias personales aparecieron en su discurso como cuando se cambió de fila de matriculación en la universidad y cogió la senda de Magisterio abandonando la de Derecho, como cuando a sus padres le dijeron que era “deficiente” en séptimo de EGB, o como cuando el escritor Ken Robinson le espetó que si quería cambiar el mundo debería cambiar ella.
De poderes, privilegios, “grandes” responsabilidades y algún otro cuento fue tejiendo su parlamento, aunque todo, según ella, se podría resumir en la siguiente letra del grupo Maldita Nerea: “Toma mi presente, mi futuro incierto / Y que el mundo nos recuerde por soñar despiertos/ Que navegues siempre hacia mar abierto / Y si alguna vez te pierdes, solo mira dentro / Solo mira dentro”.
Aparece Kipling
El abogado Mariano Zaforteza, una figura de referencia en el ámbito jurídico español, con una reconocida trayectoria profesional y académica, agradeció también el honor de ejercer de padrino de la promoción de la Facultad de Derecho y de Relaciones Internacionales.
El talento, la dedicación y la “excelente” formación de la “prestigiosa” Universidad Nebrija, “que no es un fin en sí misma, sino que ha estado orientada a vuestra incorporación a la sociedad”, conformaron unos mensajes que bebieron también en la esencia del poema Si, de Rudyard Kipling, que “nos anima a ser capaces de soñar sin que los sueños nos dominen”.
Dando por hecho que “el esfuerzo depende de uno mismo y el resultado es fruto de las circunstancias”, Zaforteza transmitió algunos consejos basados en su propia experiencia profesional: “Adaptaos a los cambios, sed eficientes y pacientes en vuestro trabajo, respetad y valorad los criterios ajenos, y tened siempre presente que detrás de cada expediente hay personas”.
El abogado mallorquín, experto en la investigación de la paternidad, la prueba pericial o la liquidación de regímenes económicos matrimoniales, definió tres campos en el desarrollo de las carreras jurídicas: enseñar lo que es justo, colaborar para que se haga justicia y administrar justicia. Si para ser profesor hay que buscar “el rigor intelectual y la brillantez teórica sin olvidar la finalidad última de ayudar a resolver las resoluciones entre sujetos”, para la segunda y la tercera función, “tenéis que ser leales a quien os confía la protección de sus derechos y que el apasionamiento sea compatible con la honestidad y con el respeto a las normas deontológicas sin sentiros nunca por encima de la ley”.
Privilegio y responsabilidad
Con entusiasmo, pero con los pies en la tierra, y con una mirada a la utilidad de los programas Erasmus, Mariano Zaforteza habló a los estudiantes que culminan su etapa universitaria sobre “el privilegio y la responsabilidad” de sus futuros empleos.
En el ecuador de las graduaciones, Andrés Sendagorta, presidente de Sener y la Fundación Sener, grupo privado de ingeniería y tecnología fundado en 1956 con una plantilla de más de 4000 profesionales distribuidos por los cinco continentes, transmitió a los jóvenes la necesidad de luchar por los sueños.
Desde su primer trabajo como oficial de artillería y misiles en la fragata más moderna de la Armada española donde aprendió a liderar personas que en general sabían más que él hasta el pilotaje de un avión que tenía que posarse en un portaviones, donde reconoció su capacidad de concentración, Sendagorta se dio cuenta del trabajo en equipo y de cómo las relaciones humanas y profesionales “hacen cambiar el mundo”.
Aterrizó luego en la empresa familiar Sener, caracterizada por ese trabajo colaborativo la innovación, la excelencia, el compromiso y la pasión. Además de proyectos de satélites espaciales, su empresa ha desarrollado el sistema retráctil del césped del Bernabéu, un tren en el Yucatán en medio de la selva, una planta temosolar en el sur de Marruecos o una planta de terminal de gas en Alemania, entre otros proyectos.
Además de hacer hincapié en la felicidad que aporta la vocación de servicio, Andrés Sendagorta, Gran Cruz del Mérito Naval, animó a los politécnicos a mirar de frente a su esperanzador futuro: “En Europa faltan 200 000 ingenieros; sois unos privilegiados, habéis llegado a tiempo a una revolución importante”.
La comunicación, ese “motor de vida”
Por su parte, Laura Múgica, directora general y consejera de Unidad Editorial, centró su mensaje en la relevancia de la comunicación y en demostrar aquello de “lo que no se comunica no existe”. Desde las relaciones personales donde se configura como “el motor de la vida”, hasta las estrategias en las instituciones y en los gobiernos con actos “planetarios” como la elección del papa o el liderazgo de Trump, la comunicación, acompañada del posicionamiento y del marketing, ha otorgado relevancia a las ciudades a los partidos políticos y a las empresas.
A esta idea de la comunicación como eje vertebral de las relaciones humanas y profesionales, Múgica añadió el ocio, caracterizado por “la ensoñación, la evasión y la imaginación, que necesitamos para cultivarnos, abrir puertas y ventanas, inspirarnos, descansar y divertirnos”.
En su discurso, aludió a Unidad Editorial como ejemplo de grupo de comunicación que aúna el servicio a la ciudadanía con los puentes para anunciantes, productos y servicios, y con la vigilancia a los poderes públicos, sin olvidar “su contribución decisiva al entretenimiento” y sin perder de vista la sostenibilidad económica.
Laura Múgica se mostró optimista ante el presente y el futuro de las profesiones de la comunicación. En esa dirección, apuntó la inversión de 1000 millones de dólares de Netflix en México en los próximos cuatro años y la construcción de la Ciudad de la Televisión en Tres Cantos, el centro audiovisual más grande de España con más de 22 000 metros cuadrados.
Cerebro, tiempo y esfuerzo
Ante más de 2100 asistentes, la directora general de Unidad Editorial aconsejó dedicar cerebro, tiempo, esfuerzo, formación continua y dominio del inglés en los futuros trabajos de unos graduandos que no deben pasar por alto la curiosidad, la reinvención “permanente”, la motivación y el networking. “El mundo es de los valientes, de la gente que intenta hacer cosas, de la gente creativa, de la gente que piensa en cómo puede hacer el día de los demás mejor, con el miedo y la prevencion justos para que no nos paralicen”, afirmó.
Con una risa cómplice y “una envidia sana” a los jóvenes, Múgica dejó un último mensaje: “La vida es un camino maravilloso de decisiones y de renuncias; haced caso a vuestros corazones e impulsos y a los que os quieren, elegid bien los compañeros de vida y disfrutad del camino”.
Fernando Riaño, director de Sostenibilidad / ESG y Relaciones Institucionales en Grupo Social ONCE, cerró las intervenciones de los padrinos ante los graduandos de la Facultad de Economía y Empresa. No se anduvo por las ramas: “La vida es un cambio permanente, la única certeza es el cambio de forma constante. Nos encontramos en un cambio de época”.
Las cuatro haches
Con amenidad, defendió a capa y espada la humildad, la humanidad, el honor y el humor como los cuatro ingredientes fundamentales de la vida. Para acotar cada uno de estas “cuatro haches” recurrió a su propia experiencia personal.
La humildad se la debe a don Manolo, el maestro que le enseñó a leer en un aula con alumnos de diferentes edades en un pueblo entre La Rioja y Burgos. “Me inculcó la admiración por el esfuerzo y el respeto máximo por el otro, el ir más allá de lo fácil o de lo previsible”, evocó. En su memoria queda un día en el que el pueblo se quedó incomunicado por la nieve y apareció don Manolo con un tractor después de un viaje de quince quilómetros para decir a los chavales: “Todos a clase”.
La segunda historia ronda el honor, relacionado con el deporte, con cada entrenamiento y cada carrera de triatlón donde cuenta con guías y compañeros “excepcionales y ejemplares” como Javier, Jesús y Darío. En septiembre del año pasado, su compañero Javier Alaguero y él dedicaron la medalla de oro del campeonato del mundo de duatlón de larga distancia a Miguel Ángel, David, Juan Jesús y Eneko, cuatro guardias civiles “que dieron su vida por los demás” en Barbate y Los Palacios, y en reconocimiento a Alberto, también guardia civil, que sigue recuperándose en Toledo.
Sobre la humanidad, Fernando Riaño agradeció al Grupo ONCE el apoyo constante en sus etapas profesionales y vitales. Transmutó esa experiencia personal en un consejo al joven auditorio: “Construid vuestro propio proyecto ilusionante de futuro, buscad la excelencia, sois únicos e irrepetibles, sois mejores con los otros”.
Humor sin frenos
Por último, el humor, “que forma parte de la manera de entender el mundo de forma inteligente, de mirar con el corazón y desde el corazón al otro y hacia los otros”, lo volcó en otro relato personal relacionado con el deporte. En el último campeonato del mundo, a nueve kilómetros de meta, su guía Javier le dijo que tenía dos noticias regulares y una mala. Las dos primeras: era la última vez que pasaban por el mismo sitio (quedaban 37 kilómetros) y habían bajado en su tándem a 93 kilómetros por hora. En la mala, Javier, tirando de humor, le preguntó “si tenía fe ciega en él porque se habían quedado sin frenos”. A Riaño, con discapacidad visual, no le importaron estas circunstancias porque en el tándem llevaba escritas las cuatro palabras que empiezan por hache: humildad, honor, humanidad y humor.
El cinco veces campeón de la Copa del Mundo de triatlón para personas con discapacidad, después de compartir sus historias de vida, dirigió sus últimas palabras a los ya graduados: “Entre dificultad y felicidad, elegid vuestra pasión, sed siempre curiosos, ilusionaos y seguid explorando nuevos senderos para encontrar vuestro lugar en el mundo”.
Los profesores, imprescindibles
Los profesores de la Universidad Nebrija se mantuvieron en un discreto segundo plano en las ceremonias de graduación. Su trabajo ya estaba hecho, ahora solo les tocaba acompañar a sus pupilos en la dicha de la meta académica y en la salida al mundo profesional. Algunos de los docentes, en representación de un claustro que también lució sus mejores galas, se dirigieron al respetable con unas disertaciones de categoría.
En una acertada metáfora que ligó el éxito académico con la subida a una montaña, David de la Fuente, director del grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, y del Servicio de Deportes de la Universidad Nebrija, dejó el pabellón alto: “Queridos estudiantes, ¡enhorabuena!, ¡lo lograsteis!, levantad la cabeza, respirad profundo, coged aire, mirad el inmenso horizonte que tenéis delante de vosotros, sacad la cantimplora y bebed un buen trago de agua, abrazaos unos con otros, también podéis llorar o gritar de alegría; quizá preferís permanecer en silencio, recordando el camino recorrido hasta llegar aquí”.
Pasado el mal tiempo y superadas las pendientes del camino, De la Fuente reivindicó el valor, la prudencia, la honestidad, el sentimiento de grupo y el trabajo en equipo: “Recordad, a la montaña conviene ir siempre acompañado”. Una vez en la cima de esta etapa, recordó que queda la bajada, “en muchas ocasiones más dura que la subida; así que, “¡con mucho cuidado!, sin despistarnos, iniciad la bajada defendiendo con toda la actitud ese TFG al que tanto tiempo habéis dedicado; aprobando esa asignatura que ha tenido que quedar para extraordinaria, y así poder llegar al valle, volver a respirar profundo y sentir la satisfacción y el alivio de no haber tenido ningún percance, para llamar a casa y contar que lo logramos”.
Devolución a la sociedad
Al camino de “crecimiento personal y profesional” y al recorrido en el mundo laboral “como profesionales de pleno derecho” también aludió Alfredo Serrano, profesor del grado en Enfermería del Centro San Rafael Nebrija. “Lo que habéis aprendido no os pertenece del todo. Os lo ha confiado la sociedad y ahora os lo exige en forma de trabajo diario e implicación en vuestro crecimiento y formación continua. Estar dispuestos a responder a esas necesidades es el privilegio y la responsabilidad del oficio que habéis elegido y que hoy comienza”, dijo.
En las profesiones de salud, Serrano habló del “arte del cuidado”, de preguntarse, “con honestidad, cómo seguir presentes sin destruirse, cómo crecer sin endurecerse, cómo cuidar sin apagarse”. El amor hacia uno mismo y la profesión, la convivencia con la naturaleza y la “labor que trasciende a la ciencia y se integra en una entidad superior y más compleja que nos lleva a acompañar y cuidar a las personas desde antes del nacimiento hasta después de la muerte” conformaron tres claves de su discurso que llegaron al corazón de los graduados.
“Hoy es un día para celebrar nuestro compromiso con la parte más frágil de la sociedad. Un compromiso al que le sigue a diario una promesa que se renueva en cada jornada, cuando, como profesionales, decidimos seguir cultivando a diario la ciencia a través del estudio y el arte a través del ejercicio activo de la admiración a la vida”, añadió.
“Esta noción abstracta llamada tiempo”
Zeina Alhmoud, doctora en Lingüística Aplicada y profesora del grado en Lenguas Modernas Aplicadas, 19 años después de recibir su licenciatura en Lenguas Modernas y un 19 de junio, reflexionó sobre “un momento de encuentro con esta noción abstracta llamada tiempo, que por lo visto sí existe y se mueve y nos mueve y nos cambia”.
Ante los protagonistas de las graduaciones y sus familiares, abogó por la sonrisa, los sueños, la creatividad y la imaginación, pero también por la honestidad, el realismo, el pensamiento crítico y la resiliencia, “esa capacidad que os permitirá amoldaros mejor para que poco a poco podáis crecer ante el cambio”.
“El futuro es vuestro, sin duda, pero es un futuro compartido con miembros de otras generaciones y, como en cualquier espacio público y común, os ruego que hagáis un uso consciente y responsable de él, y que tengáis la mente lo suficientemente abierta para que juntos podamos seguir colaborando y construyendo”, aseveró Zeina Alhmoud.
“Pilares bien arraigados”
Francisco Javier Ruiz Paredes, profesor de grado y posgrado y abogado en ejercicio, aportó su granito de arena al aluvión de sugerencias a los jóvenes: “Creced con esfuerzo, no busquéis el éxito por el éxito y mantened siempre un espíritu crítico”. Bajo el paraguas del diálogo, el esfuerzo y la decencia, el docente alabó la enseñanza impartida en Nebrija asentada en “pilares bien arraigados como el minucioso y extenso conocimiento de las materias impartidas; la predisposición a la investigación de dicho conocimiento para acentuar vuestra maestría individual; y, por supuesto, la formación en valores humanos para que consolidéis, allá donde estuviereis, una sociedad más justa, honesta y desarrollada”.
En esta “sólida” capacitación del futuro desarrollo profesional y personal, Ruiz Paredes significó “el compromiso y la responsabilidad”, por parte de los profesores, de transmitir sus conocimientos y experiencias profesionales “con eficacia y excelencia académica, con rigor, con exigencia, sin regalar nada, con entusiasmo y vocación, ofreciendo apoyo constante y toda la entrega necesaria”.
Soluciones a problemas reales
Juan Viguri, profesor en Diseño Industrial, se dirigió a los ingenieros y arquitectos de la Universidad Nebrija, profesionales que “no solo tienen respuestas, sino que saben cómo buscar soluciones” y “contribuyen a resolver problemas reales”.
A su juicio, el fracaso como “gran maestro”, la ilusión y la motivación como bandera y la enseñanza “personalizada” que lleva a la creatividad y al emprendimiento, unidos a valores como el esfuerzo y el compromiso, la responsabilidad y la constancia, son elementos que todo profesional debe tener en cuenta a la hora de abordar su carrera profesional.
Con una loa a la Politécnica Nebrija por su calidad en la formación, su empleabilidad y su internacionalización, Juan Viguri invitó a superar la tristeza por dejar atrás la etapa universitaria para abrazar los buenos recuerdos sin perder de vista el reto apasionante que acaba de comenzar. “Sé que cuando salgáis de aquí vais a dejar el pabellón muy alto. Estáis preparados para ello. Sé que vais a estar a la altura y os felicito por adelantado”, concluyó.
Valentía y honestidad
Lorena Palomino, directora del grado en Bellas Artes, se sumó a sus colegas en el intento de regalar consejos a los futuros profesionales de la comunicación y de las artes. “El quid de la cuestión no es dejar de tener miedo sino trabajar para que ese miedo no os impida avanzar. Confiad en lo que sabéis y en lo que sois capaces de dar, que es mucho, vuestros profesores damos fe de ello. Habéis demostrado talento, compromiso y creatividad en el escenario de un teatro, en festivales de diseño, en campañas publicitarias que han sido premiadas, en desfiles de moda, en ferias de arte y en salas de cine. Vuestra obra -valiente y honesta- ha participado en espacios culturales de referencia, en Madrid y en España. Estáis preparados, ponedlo en valor y disfrutadlo, lo demás poco a poco irá llegando”, precisó.
Aptitudes como la autocompasión, la ternura con uno mismo, la coherencia, el compañerismo, la humildad, la honestidad y la integridad se deslizaron en su prédica, que contó con referencias a series como El Eternauta donde el personaje interpretado por Ricardo Darín apela a pensar en comunidad y a la figura del héroe colectivo. “Nadie se salva solo, cuánta razón tiene. Guardarte lo que sabes para ti no te hará mejor profesional, ser generoso sí”, reseñó.
Lorena Palomino evidenció que la universidad, “el lugar de trabajar en equipo, de imaginar otro mundo y de preguntarnos qué podemos aportar a la sociedad”, transforma a sus alumnos en “seres maravillosamente complejos” que cultivan el pensamiento, el espíritu crítico y el humanismo. La intervención de la directora del grado en Bellas Artes terminó de la siguiente manera: “El mundo necesita comunicadores, artistas, fotógrafos, publicistas, actores, actrices, cineastas, ilustradores, guionistas, copies, periodista y diseñadores, creativos; el mundo necesita arte, cultura y sensibilidad, necesita buenos profesionales, pero lo que más necesita el mundo son buenas personas. Enhorabuena porque en eso, ya lleváis mucho camino andado, confiad en ello”.
El día del gran logo
Tomó el testigo Leslie Bravo, directora del máster en Dirección Estratégica de Destinos Turísticos Inteligentes y coordinadora Académica Internacional de la Facultad de Economía y Empresa. Después de refrendar el esfuerzo, la constancia, la “profunda” pasión por aprender, el apoyo “incondicional” de familiares, amigos y seres queridos, y la celebración del “gran logro” del título, la profesora de Nebrija subrayó los valores de la empatía y la humildad y manifestó que “no debemos dejarnos conquistar por la tecnología o la inteligencia artificial; al contrario, nos corresponde ejercer nuestro liderazgo y nuestro buen hacer para guiar su desarrollo hacia el bien común”.
La experiencia de Nebrija, “mucho más que acumular créditos académicos”, ha permitido a los ahora egresados acercarse “de manera crítica y creativa” al mundo real y a desarrollar el pensamiento crítico, la capacidad de resolver problemas complejos, de cuestionar lo establecido y de generar nuevas ideas. Entre otros elogios hacia la actitud de los estudiantes, Leslie Bravo destacó “cada una de sus preguntas sinceras y desafiantes, porque no solo reflejaban inquietud y curiosidad, sino que han sido esenciales para generar debates y enriquecer el aprendizaje colectivo”.
Ante el nuevo horizonte “lleno de oportunidades y desafíos”, la directora del máster en Dirección Estratégica de Destinos Turísticos Inteligentes animó a los estudiantes a confiar en ellos mismos, a afrontar cualquier reto “con la cabeza bien alta” y a seguir entusiasmándose “con el aprendizaje y la determinación de dejar huella en el mundo”.
Menciones y distinciones
Las graduaciones agregaron en su programa oficial la entrega de las Menciones Nebrija, por diferentes motivos, a las siguientes entidades colaboradoras: Psicolink, ACCEM, Van Beveren Abogados, Fundación Consejo España-Estados Unidos, Maltego, Mediaset, Iberdrola y Minor Hotels.
Asistieron y aceptaron estas distinciones Andrea San Juan Peñafiel, directora de prácticas en Psicolink; Patricia Gallego, responsable del área de Idiomas de ACCEM; Marc Gil Van Beveren, socio y miembro del equipo fundacional de Van Beveren Abogados; Fernando Prieto, secretario general de la Fundación Consejo España-Estados Unidos; Sergio Leal, Subject Matter expert de Maltego; Alicia Zamora, directora general de Recursos Humanos de Mediaset España; Eduardo Montejo, jefe del departamento de Delegaciones Institucionales de Iberdrola España; y Cori Inti Galindo Páez, vicepresidenta Revenue Strategy de Minor Hotels.
La Mención Nebrija a los siguientes estudiantes de Grado que “han destacado por su dedicación, responsabilidad y espíritu de cooperación, cualidades que les distinguen como un ejemplo para la Universidad Nebrija” fue para: Félix Gil, Lucía Rodríguez Gutiérrez y Marina Berrón (Ciencias de la Actividad Física y el Deporte); Alba del Valle (Psicología); Blanca Fuentes (Enfermería); Naomi Aperuta Lecam (Fisioterapia); María Dongjiao González y María Granero (Lenguas Modernas); Violeta Cobo (Educación Primaria); María Andrea de Miguel (Educación Infantil); Irene Lorenzo (Educación Primaria); Marina Aparisi (Relaciones Internacionales); Carla Gerona (Derecho y Relaciones Internacionales); Elena García Ayuso (Derecho); Miguel Coleto (Derecho y Seguridad); Andrea Rodríguez (Relaciones Internacionales); Sara García Galán (Ingeniería Informática); Paula Martínez Burriel (Diseño Interiores); Lucas López (Ingeniería Mecánica); Roberto Sánchez Cano (Ingeniería en Diseño Industrial y Desarrollo del Producto); Alejandro Geppert Romero (Ingeniería del Automóvil); Margarita Estela García Herrera, (Periodismo); Lucía Vicente Herrero (Publicidad y Relaciones Públicas); Carlos Pérez Bernal (Artes Escénicas); Alba González Menor (Turismo); y Paola Menéndez Suárez (Creación, Administración y Dirección de Empresas).
Excelencia académica, trayectoria ejemplar
Asimismo, las Menciones a los siguientes estudiantes de Máster que “han destacado por su excelencia académica, su trayectoria ejemplar, compromiso y actitud proactiva” distinguieron a: Sarita Guindi Selechnik y David Sánchez Borda (Psicología General Sanitaria); Enrique de Castro (Psicología General Sanitaria y Neuropsicología); Amarfy María Sánchez González (Neuropsicología); Roberto Gutiérrez Sánchez (Didáctica e Investigación en Español como Lengua Extranjera); Tatiana Ortellado (Cognición y Emoción en Contextos Educativos); Estefanía Durán (Formación de Profesorado de Educación Secundaria, Bachillerato, Formación Profesional y Escuelas Oficiales de Idiomas); Verónica Delgado (Enseñanza Bilingüe); Carla Rodríguez, (Investigación en Diseño Universal para el Aprendizaje y Educación Inclusiva); David Laguna (Relaciones Internacionales); Sara Armingol y Walter Germán Moncayo (Acceso a la Abogacía y a la Procura); Marco Antonio Rodríguez Alcaide (Prevención de Riesgos Laborales); Yaiza Calleja (Derecho Internacional Humanitario, Derechos Humanos y Derecho Operacional); Guillermo Agüero (Arquitectura); Paula Hornillos (Diseño Industrial); Adrián Flores (Diseño, Desarrollo y Gestión de Proyectos de Interiorismo); Agustín Gayar (Ingeniería Industrial); Isabel Gómez Navarro (Comunicación Política); Carla Camacho (Organización y Dirección de Eventos); Rebeca Rodríguez Ginés (Mercado del Arte y Empresas Relacionadas); Agustín Ezequiel Trentacostti (Dirección Comercial y Marketing Digital); Alberto Lindon (MBA TECH); Valeria Nadia de Fabritisor (Liderazgo y Gestión de Recursos Humanos); Mario Alberto Aizcorbe (Business Analytics); Pablo García Juez (Finanzas Avanzadas); y Jan Ole Hellwig (International Management).
La Politécnica Nebrija también otorgó varios reconocimientos: Mención al Emprendimiento a Daniel Castañeda, estudiante del Grado en Ingeniería Informática; Mención a Mejor Alumno de Prácticas Académicas Externas a Julio Campos, y la Mención al Mejor Alumno de Prácticas Académicas Externas a Sofía Morales.
Mientras la Facultad de Comunicación y Artes entregó la Mención de Mejor Alumna en Prácticas a María Sáez Rico, estudiante del Grado en Comunicación Audiovisual; la Facultad de Economía y Empresa dio la Mención Nebrija al Emprendimiento a Blanca Roux, del Máster en Gestión Empresarial Global
Y, por último, Gregorio Martínez, director de la Fundación Nebrija, distinguió con la Mención Nebrija Alumni a Lucía Heredia Rojano y a Paola Menéndez Suárez, presidenta y vicepresidenta de la Promoción 2025, respectivamente, que colaborarán con la Fundación Nebrija en la conexión con los antiguos alumnos.
Los siete magníficos
Sus familias y sus profesores anhelaban escuchar a los graduandos. Los representantes de sus compañeros cumplieron con las expectativas. Los que tomaron la palabra, los siete magníficos, quedan aquí reflejados: María José Rodríguez Piñero (Psicología), Irene Pérez Pérez, (Enfermería), Beatriz Bárez (Educación Primaria y Psicología), Lucía Heredia (Relaciones Internacionales), Aitana Jiménez Moralo (Diseño de Interiores), Valentina Carvajal (Periodismo) y David López Ovelar (Economía y Negocios Internacionales, y Creación, Administración y Dirección de Empresas).
En representación de sus compañeros, Irene Pérez, ante “el broche final al esfuerzo, dedicación y sacrificio que hemos realizado durante estos cuatro años”, vislumbró los desafíos que a veces provocarán decisiones “difíciles”, y las “ganas de comenzar, de comernos la vida vestidos de blanco, con zuecos y bolsillos llenos de bolis de colores, con un único fin, cuidar”.
Con el norte de la enfermería como una profesión, una vocación y un estilo de vida, Irene Pérez recomendó tener cinco direcciones presentes: “mirar hacia adelante para saber a dónde vamos; mirar atrás para no olvidar de dónde venimos; mirar abajo para no pisar a nadie; mirar a los lados para ver quien nos acompaña en los momentos difíciles; y mirar arriba para tener presente que siempre hay alguien que nos cuida y protege”.
María José Rodríguez Piñero, en el primer día de graduaciones, elogió la importancia de las redes de apoyo en la psicología y el poder compartir “la oportunidad y el privilegio” de impactar sobre la vida de los demás facilitando segundas oportunidades. “No dejen de iluminar la vida de los demás como lo hacen con la suya”, remató.
“Hemos estudiado, pero también nos hemos reído mucho”
Una de las graduadas más aplaudidas, Beatriz Bárez, explicó la vida como un libro “lleno de capítulos y tachones” donde la infancia equivale a los descubrimientos y juegos, la adolescencia a “confusos signos de interrogación y frases incompletos” y la universidad a lo que “nos hace crecer como personas”. En el salto al mundo profesional “ahora se abre el capítulo en el que vamos a ser parte de la sociedad y en el que nuestras decisiones van a cambiar el mundo”. Bárez tuvo tiempo para mirar fijamente desde el atril a sus compañeros y dirigirles aquello de “hemos estudiado, pero también nos hemos reído mucho”.
Tras ser consciente de lo rápido que ha pasado el tiempo desde la primera clase con mascarilla aquel 9 de septiembre de 2021, Lucía Heredia ideó “el propio tratado” de los graduados compuesto de convicciones, “no de normas”, con cuatro artículos que culminan en la “disposición final con entrada en vigor inmediata”: “vocación de transformar, quienes pusieron voz al conocimiento: los profesores; la fuente primaria del Derecho: los padres; y la incertidumbre no deroga nuestros principios”.
Otra voz autorizada, Aitana Jiménez Moralo brindó un cuádruple agradecimiento: a la Universidad Nebrija, “un espacio donde crecer, equivocarse, aprender, y encontramos, poco a poco, con la persona en la que hoy nos hemos convertido”; al profesorado “por su exigencia, su paciencia y por ver en nosotros un potencial que muchas veces ni nosotros mismos veíamos”, a las familias “por el apoyo silencioso en las noches largas, en las entregas interminables y en los momentos en que dudábamos de todo”; y a los compañeros y compañeras, “porque entre proyectos, entregas y exámenes, descubrimos que lo valioso no estaba solo en los libros, sino en las personas que tuvimos al lado”.
Con el esfuerzo por sacar adelante los estudios, afianzar amistades “que nacieron sin buscarlas”, conversaciones que marcan y clases “que nos hicieron ver las cosas de otra forma”, recordó que en la Politécnica Nebrija descubrieron que el conocimiento se comparte y que el talento “no compite”, sino que se contagia. “Sigamos adelante con esa mezcla de vértigo y entusiasmo. A partir de ahora…el mundo es nuestro nuevo proyecto”, remató.
De Medellín a Madrid
De responsabilidad, del uso de la palabra “para sumar y no para dividir” y de la adaptación a “nuevas formas de estar en el mundo” habló Valentina Carvajal, que evocó así su trayectoria nebrijil, un “punto de inflexión” en su vida: “Yo nací en Medellín, Colombia, y empecé mis estudios en mi país. Vine a Madrid para un intercambio y me quedé, porque aquí encontré todo eso que no sabía que necesitaba: una universidad que me trató como persona, una comunidad que me acompañó, incluso en la distancia, y una ciudad que me enseñó a crecer sola. Aquí entendí que estudiar no era solo cumplir, sino construirme. Encontrar un ´para qué´”.
Después de la bajada del telón del primer acto, el segundo, comentó, empieza ahora, sin guion ni excusas, con dudas, pero con futuro. “Si algo nos llevamos de aquí, es una forma nueva de mirar el mundo: con curiosidad, con valentía… y con la promesa de no perder nunca la ilusión de ese niño interior que todos llevamos”, dijo.
David López Ovelar, el último graduando en intervenir, reiteró el agradecimiento a las madres y los padres por los sacrificios invertidos en la educación, a los profesores, “que combaten la enfermedad de la ignorancia con paciencia, vocación y mucha más entrega de la que podemos ver” y a los compañeros, “gente con la que es fácil encariñarse”.
Las cuatro frases de cierre
El colofón a las graduaciones de la promoción de 2025 lo sirvió en bandeja el rector con sus cuatro clásicos aforismos: “Llevad a Nebrija en vuestro corazón y en vuestro pensamiento. Hoy es el primer día del resto de vuestras vidas. No temáis al futuro. Que os vaya todo bien, y que la ilusión, la inspiración y la fuerza os acompañen”. José Muñiz se llevó una cálida ovación de la comunidad Nebrija. O tempora, o mores, que diría Cicerón en uno de sus discursos contra el senador Catilina.
Texto: Javier Picos / Fotos: Zaida del Río y Mónica Gómez Peña / Vídeos: Oliver Heras, Nacho Nava y Javier Montero