La Facultad de Derecho y de Relaciones Internacionales de la Universidad Nebrija expuso ejemplos de sus prácticas docentes adaptadas a los nuevos tiempos durante la celebración del I Congreso Internacional sobre Innovación Docente en el Ámbito de las Ciencias Jurídicas, Ciencias de la Seguridad y Relaciones Internacionales. Los procesos activos de digitalización y la inclusión de nuevas herramientas como la inteligencia artificial estuvieron detrás de todas las ponencias y debates protagonizadas también por expertos de otras universidades.
Sobre la manera más idónea de abordar en 2025 el aprendizaje en las ciencias sociales y jurídicas versó la bienvenida de Alfonso López de la Osa, decano de la Facultad de Derecho y de Relaciones Internacionales. Teniendo en cuenta que la revolución de la inteligencia artificial ha emergido de manera “brutal e imparable”, López de la Osa apostó por inculcar la imaginación, la ilusión y los “sólidos” principios éticos a los alumnos del Derecho, la Seguridad y las Relaciones Internacionales “para que generen una capacidad de desarrollo autónomo”.
De esta forma, la enseñanza personalizada, la investigación, la educación puntera y la puesta al día son caras de la misma moneda de la labor de unos profesores, docentes o “enseñantes” que no deben perder de vista su “humilde” tarea: “ser transmisores de conocimiento de la manera más digna posible”.
Eficaz, inclusivo y participativo
López de la Osa, desde un punto de vista multidisciplinar, definió la innovación docente como “el conjunto de estrategias, métodos y enfoques pedagógicos nuevos o mejorados para hacer más eficaz, inclusivo y participativo el aprendizaje”.
En el primer bloque del Congreso Internacional, moderado por Luis García Segura, coordinador del Máster en Ciberdelincuencia, Alberto Benítez Amado, vicedecano de Innovación de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), instó a sus colegas a “hacer un pequeño parón en las agendas” para hablar de innovación docente, “un desafío generacional, un medio que nos va a permitir un mejor rendimiento y desempeño”.
Junto a la idea de hacer más fácil la rutina de los profesores, el vicedecano de la UNED dio una serie de claves para que la innovación docente sitúe en el centro al alumnado. A su juicio, la excelencia, la autoexigencia profesional, la creatividad, la pasión vocacional, el reconocimiento académico e institucional, el apoyo financiero y la involucración deben estar presentes en el uso de las tecnologías disruptivas adaptadas a la enseñanza.
La integración responsable de la IA
Nieves Fernández Rodríguez, coordinadora de la Cátedra Global Nebrija en Migraciones y Derechos Humanos, también opinó sobre la irrupción de la inteligencia artificial (IA) en la docencia y el aprendizaje: “Mi posición no es catastrofista, sino moderadamente optimista. La IA es una herramienta, no un reemplazo; debemos integrarla en un uso responsable para que desarrolle en los estudiantes un pensamiento crítico”.
Con las conclusiones de sus ejercicios en la asignatura Derecho Diplomático y Consular, Fernández Rodríguez evidenció que, dado que el algoritmo no sabe tanto de Derecho “porque está entrenado por ingenieros”, las presentaciones y las preguntas presenciales, los ensayos en clase y los casos con análisis críticos quedan lejos del espectro de la inteligencia artificial. “Debemos conocer los límites y los roles de ChatGPT, que no debe de utilizarse en casos prácticos o citas jurídicas; pero sí para generar ideas para el debate (presentación del argumento y aclaraciones) en ejercicios supervisados”, precisó.
Escenarios híbridos de conflicto
El rigor jurídico y la adecuada pedagogía ética constituyeron el enfoque de la ponencia de Giuseppe Kodjack Gangi, director del Máster en Derecho Internacional Humanitario, Derechos Humanos y Derecho Operacional. En sus clases provoca el coloquio crítico a través de una simulación de escenarios híbridos de conflicto en los que cumple con los siguientes objetivos: diseñar e implementar escenarios simulados de conflictos armados; desarrollar competencias jurídicas y éticas en un contexto de presión operacional; identificar y corregir los errores conceptuales preferentes; incorporar las herramientas digitales inmersivas y colaborativas; y evaluar el impacto pedagógico del proyecto.
Antes de la segunda parte del Congreso, Carlos Galán, director del Máster en Análisis de la Inteligencia y Ciberinteligencia, recomendó dos herramientas de inteligencia artificial para mejorar la innovación docente: Edcafe, que permite la creación de una presentación que puede integrar actividades para los alumnos y audios, y Plaud, una grabadora de voz portátil.
Ocho planteamientos críticos
El segundo panel de expertos, moderado por Giuseppe Kodjack Gangi, siguió indagando en la adopción de las metodologías activas desde las voces críticas de los teóricos reflejadas en la conferencia de Carlos López Gómez, codirector del Máster en Relaciones Internacionales. En una vorágine de “publicar o perecer” y en un mar de papers “que se parecen unos a otros”, el profesor de la Universidad Nebrija enumeró ocho planteamientos críticos de reputados expertos: la innovación docente como burbuja; el extendido acriticismo y la falta de valoración de conjunto; la distorsión de la percepción del docente: la “innovación vacía”: cambiar las tecnología para seguir haciendo lo mismo de siempre; los fundamentos neoliberales de empeño y la innovación; la ineludible paradoja: lo nuevo está condenado a dejar de serlo; los efectos negativos del abuso de las tecnologías; y la búsqueda de buenas prácticas docentes y no de la innovación propiamente dicha.
En definitiva, López Gómez concluyó que hay que buscar las mejores prácticas docentes al margen de que sean innovadoras o no y contestó positivamente a la pregunta que planteó en el inicio de su intervención: ¿mejoran las iniciativas de innovación docente la calidad de la docencia?
Pódcast y juegos de guerra
Por su parte, Daniel Gómez de Arriba, director del Máster en Acceso a la Abogacía y a la Procura (modalidad presencial), se refirió al pódcast, las píldoras formativas y las clases en línea, opciones embebidas en la innovación, como medidas complementarias a la formación presencial. Sin obviar los riesgos en la relación directa con un profesor, estas herramientas, preferidas por el 85 % de los estudiantes, comportan una serie de ventajas como disponer de las clases en cualquier momento y en cualquier lugar, y fomentar la educación continua.
Los juegos de guerra como herramienta docente en la formación de líderes militares fue el tema escogido por Álvaro Cremades, director del Máster en Seguridad y Defensa. En “un viaje del tablero al teatro de operaciones”, el ajedrez y su visión de dos ejércitos iguales fue superado en 1824 por el Kriegsspiel, que entrenó a los oficiales prusianos. A partir de ese momento, este tipo de juegos “simulan experiencias lo más realistas posibles y ofrecen esa experiencia intuitiva a los militares más jóvenes”.
A colación de su contertulio, Gracia Abad Quintanal, vicedecana de Investigación de la Facultad de Derecho y de Relaciones Internacionales de la Universidad Nebrija, disertó sobre los modelos de simulación en relaciones internacionales como representaciones ficticias de procesos reales que persiguen un triple objetivo educativo: conseguir un instrumento nuevo que motiva a los estudiantes, formar a personas ya en activo y disponer de un campo de experimentación para las estrategias docentes.
Los programas de mentores
La directora de la Clínica Jurídica de la Universidad Nebrija, Mónica Pucci, presentó, en la primera sesión de la tarde, a compañeros profesores que han puesto en práctica herramientas de éxito en la aventura de la transmisión del saber. Su compañero de Nebrija, Daniel Ortiz Espejo, explicó el Programa de Mentores de la Faculta de Derecho y de Relaciones Internacionales como “una vuelta a la esencia, a las relaciones humanas e intergeneracionales” complementaria a los métodos tecnológicos disruptivos. “El papel del mentor no es nada nuevo y nada innovador porque su origen está en La Odisea, sin embargo, sí resulta novedoso introducirlo como un elemento vertebral en la formación de los futuros juristas”.
Daniel Ortiz, director del Programa de Mentores, precisó, en un sencillo acto, los objetivos de esta “pionera y exclusiva” iniciativa: orientar al futuro graduado en Derecho en su vocación como jurista, abogado, funcionario público, consejero, emprendedor u otras opciones profesionales; preparar a los alumnos en todas las competencias del Grado y en la capacidad de adaptación al cambio; y crear un vínculo entre mentor y mentorizado “que permita guiar, orientar, aprovechar oportunidades del mercado y conocer mejor las diferentes salidas profesionales”.
Las iniciativas de la URJC
El aprendizaje servicio (APS) supone una mezcla entre un voluntariado y unas prácticas curriculares. Carmen Banacloche y Rosa Fraile, catedrática y profesora de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), respectivamente, mostraron qué el APS sirve para cualquier asignatura e integra cuatro tipos de actores: el docente que guía el proyecto, los alumnos voluntarios, el sector público y los beneficiarios.
Concretamente, el programa de la URJC Ayudando a los mayores a presentar su declaración del IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) ha contribuido a estrechar la brecha digital de unos mayores que en “se sienten desamparados” a la hora de hacer papeleos en el mundo virtual, así como ha profundizado en el conocimiento digital del programa Renta WEB por parte de los alumnos.
Ideado para Trabajos Fin de Grado (TFG), este proyecto supuso un esfuerzo extra para los profesores implicados no solo en las tareas más agradecidas sino también en las más burocráticas, si bien la actividad “merece la pena por la satisfacción” de los mayores y los miembros de la comunidad universitaria implicados en esta labor.
La Universidad Rey Juan Carlos también participó en el Congreso de la mano de la profesora ayudante doctora Ana González Pelayo, que disertó sobre las TICS (Tecnologías de la Información y la Comunicación) como herramientas de aprendizaje colaborativo en Derecho Tributario. A través de vídeos tutoriales y de contenidos flexibles, el caso concreto de esta práctica persiguió la originalidad, el fomento del pensamiento crítico, del aprendizaje autónomo y cooperativo o del desarrollo de habilidades de expresión oral.
Clínicas jurídicas
Virginia Saldaña, docente e investigadora de la Universidad Nebrija, moderó el último bloque del I Congreso Internacional sobre Innovación Docente en el Ámbito de las Ciencias Jurídicas, Ciencias de la Seguridad y Relaciones Internacionales al que concurrieron Héctor Alies (Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra) y Mónica Pucci y Ana Quintana (Universidad Nebrija),
Mónica Pucci, directora de la Clínica Jurídica de la Universidad Nebrija, definió los objetivos principales de estos métodos de enseñanza innovadora: generar un espacio colaborativo de compromiso social, formación académica, adquisición de competencias y refuerzo de la solidaridad, así como facilitar asesoramiento jurídico gratuito cubriendo necesidades jurídicas reales de interés social.
En concreto, la Clínica Jurídica de la Universidad Nebrija ha desarrollado en los últimos dos cursos asesoramientos jurídicos al proyecto Screensor y al modelo de simulación Clue It, colaboraciones con el abogado Aitor Martínez. Además, ha participado en el apartado de Derecho de Familia en la Guía Jurídica de Orientación a Personas Afectadas por la Dana, elaborada por la Red Española de Clínicas Jurídicas; y ha elaborado, para la Fundación AMÁS, una guía jurídica de orientación a familias y asociados que explica las reformas de la Ley 8/2021 de 3 de junio en materia de apoyo a personas con discapacidad en el ejercicio de su capacidad jurídica.
El docente catalizador
En una intervención en remoto, Héctor Alies Rivas, director de la Escuela de Derecho del Campus de Santo Domingo de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, recordó el papel de “catalizador” del docente en la innovación en la enseñanza del Derecho. Al encuentro de las nuevas formas de transformar la manera de enseñar y potenciar el aprendizaje de los alumnos, Rivas abogó por conectar el perfil del abogado docente con el del abogado académico y por ahondar en técnicas que atraigan la atención de los estudiantes sin descuidar las cuestiones éticas.
“La uniformidad es peligrosa, no todos aprendemos igual”, recordó el profesor dominicano, que además reivindicó acciones como debates, cuestionarios interactivos o rincones de lectura que refuercen el aprendizaje en materia jurídica.
Ana Quintana, directora del Departamento de Derecho de la Universidad Nebrija, puso el acento en el alumnado de la generación Z caracterizado, como nativos digitales, por estar hiperconectados, ser autodidactas, priorizar las experiencias a las posesiones materiales y cultivar una conciencia social y medioambiental. Con estos parámetros, los profesores, según ella, “necesitamos reimaginar cómo vamos a enseñar el Derecho” para este tipo de estudiantes que a la postre serán los futuros juristas del siglo XXI.
La emoción para conectar cerebros
Como “el enfoque de las clases magistrales no estimula la participación activa ni las evaluaciones centradas en el resultado final permiten un seguimiento real del aprendizaje”, las metodologías actuales han de estimular la atención activa, la motivación y la comprensión real del Derecho. Transmitir emociones para que “los cerebros de los alumnos se conecten”, introducir en las clases dilemas éticos o casos reales, recibir visitas de expertos en las aulas, utilizar esquemas y mapas mentales, repetir los conceptos jurídicos de forma espaciada y de diferentes maneras, fomentar el trabajo en equipo y “la gran solución” de tomar apuntes a mano “para que la concentración no se disperse” fueron algunas de las claves apuntadas por Quintana.
“Innovar en Derecho es adaptar la tecnología, pero también es incluir y cuidar, fomentar la educación jurídica con mirada humana para formar juristas con conciencia social”, añadió.
Antes de las palabras de clausura del Congreso a cabo de Virginia Saldaña, la coordinadora del comité organizador del Congreso, y de Gracia Abad, el decano Alfonso López de la Osa, pidió seguir potenciando la memoria en los métodos de aprendizaje para sostener el pensamiento crítico, conceder a los profesores tiempo para adaptarse a las nuevas exigencias tecnológicas, poner en marcha mecanismos de oralidad que premien la excelencia de los estudiantes y desarrollar relaciones de “honestidad” entre profesores y alumnos.
Próxima publicación
El Congreso, que recogerá sus ponencias en una futura publicación académica, contó con los profesores Ana Quintana Jiménez, Luis García Segura, Giuseppe Kodjack Gangi, Mónica Pucci y Virginia Saldaña en el comité organizador, y con Alfonso López de la Osa, Ana Quintana, Gracia Abad, Adela Alija y Adrián Nicolás Marchal en el comité científico.
Texto: Javier Picos / Fotos: Zaida del Río, Pablo Martínez Dorado y J.P.
