La llegada de LexNet a la vida de los abogados

Autor: Juan Carlos García de Motiloa

 

 

Casi como un sobresalto tras un pesadilla nocturna, aparece en nuestra vida lo que llevábamos años esperando los abogados en ejercicio: las comunicaciones judiciales de forma telemática.

Lo que en principio se recibe como una esperanza para poder ir suprimiendo poco a poco los abultados expedientes que tenemos los abogados en los despachos, se empieza a convertir en cierta preocupación. Preocupación que se concreta en el hecho de que no todos los Juzgados, al menos los Juzgados de lo Social de Madrid, estaban listos para notificar a través de Lexnet y que la mayoría de los abogados no habíamos recibido formación alguna para trabajar con esta aplicación.

Así comienza un “periodo transitorio” en el que tanto Juzgados como abogados nos encontramos con un serio desconcierto inicial; no todas las comunicaciones llegan correctamente y hay numerosos fallos e interrupciones de la aplicación.

Aun así, la esperanza de que todo se vaya solucionando y mejorando hace que tanto yo como mis compañeros abogados, hagamos un esfuerzo originado por una imperativa necesidad de ponernos al día en el funcionamiento de LexNet, una herramienta establecida en colaboración entre el Ministerio de Justicia y los Colegios de Abogados y Procuradores, para que todas las comunicaciones judiciales se hagan a través de la misma, tanto a abogados como a procuradores. Es una herramienta obligatoria y de hecho, desde su entrada en vigor, ya no es posible presentar demandas en papel en los registros de los Juzgados. Los distintos Colegios de Abogados la han ido adaptando así como los diferentes Juzgados de cada orden jurisdiccional. Se accede a través del certificado digital ACA y por medio de tu carnet del colegio profesional (por ej.  el carnet del ICAM en Madrid), habilitado para el efecto con la firma electrónica de cada colegiado.

Al menos en mi caso, mi mayor fe es que, con el paso de los años, empiece a desparecer el numeroso papel que llena mi despacho y que me hace reubicar y archivar expedientes de clientes constantemente.

A día de hoy, he de reconocer públicamente que, tras las quejas iniciales y protestas constantes sobre su funcionamiento (somos un país que nos gusta protestar por todo), las notificaciones de los Juzgados son más rápidas, ahorro tiempo y visitas a las ventanillas de registro de los Juzgados  y eso se agradece.

Sin embargo, es importante optimizar la seguridad de esta aplicación para evitar fallos de tanto calado como el que tuvo lugar el año pasado y que muy recientemente ha sido objeto de castigo por la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD).

Mi fe inicial de que se elimine el papel de mi despacho sigue siendo una cuestión de fe  y de momento, a la que más echo de menos es a “Carmen”, mi cartera de toda la vida, que ya no pasa por aquí para que le firme los acuses de recibo del Juzgado.

 

Juan Carlos Garcia de Motiloa Corres